El Gobierno de Cantabria y la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) han puesto fin a una problemática que venían padeciendo en los últimos años los vecinos de varios núcleos de población de Cabezón de la Sal y Mazcuerras como consecuencia de las inundaciones provocadas por el desbordamiento, en época de crecidas, del río Saja.
Según ha explicado el presidente cántabro, Ignacio Diego, que ha
visitado algunas de las actuaciones realizadas en estos municipios, la
solución ha venido de la mano de la colaboración entre administraciones
para atender una reclamación histórica de sus vecinos, que antes no fue
atendida y que ahora sí ha sido satisfecha para dar tranquilidad a los
ciudadanos y revertir una situación que tantos daños materiales provocó
en años anteriores.
El presidente
cántabro ha destacado el "trabajo coordinado" llevado a cabo entre el
Gobierno, la Confederación y los respectivos ayuntamientos para
conseguir las inversiones necesarias que han propiciado la mejora del
cauce del Saja a su paso por estos términos municipales.
Acompañado por el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz; la alcaldesa de
Cabezón de la Sal, Esther Merino; el presidente de la CHC, Ramón
Álvarez; el jefe del Área Oriental de la Confederación, Jorge Rodríguez,
y otras autoridades locales, Diego ha comprobado en primer lugar el
resultado de las labores de dragado realizadas en el entorno del Puente
de Santa Lucía y la mejora de la capacidad de desagüe de los afluentes
del Saja a su paso por la localidad de Carrejo, cuyo presupuesto ha
ascendido a 107.300 euros.
Posteriormente, ha visitado la actuación de dragado, reparación y
refuerzo de la escollera de protección del margen del Saja en Casar de
Periedo, que ha supuesto una inversión cercana a los 30.000 euros.
En este punto, el presidente cántabro ha destacado, a su vez, que el
material extraído del río ha sido reutilizado por la Consejería de
Ganadería para la ejecución de los caminos de la concentración
parcelaria de la localidad, lo que constituye -ha valorado- un ejemplo
de trabajo transversal de la Administración y una solución sostenible a
un problema medioambiental.
Por su
parte, Esther Merino ha agradecido la voluntad del actual Gobierno de
Cantabria y de la Confederación de atender una reivindicación histórica
de ocho núcleos de Cabezón de la Sal, especialmente de los vecinos de
Santibáñez-Carrejo, Casar de Periedo y Ontoria, que en el pasado
tuvieron que padecer inundaciones en sus fincas por el desbordamiento
del río.
Con esta solución, ha
añadido, "por fin" los ciudadanos ven resueltas sus peticiones y pueden
contemplar ahora la crecida del Saja con la certeza de que sus bienes
están fuera de peligro.
Las
actuaciones realizadas tanto en Cabezón como en Mazcuerras forman parte
del plan de emergencia diseñado por la CHC para su ejecución en 2013, un
que contempla un total de 50 actuaciones fluviales, casi todas ellas ya
finalizadas, en 25 municipios de la Comunidad Autónoma.
Solamente en Cabezón de la Sal, la inversión ha superado los 210.000 euros.
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