lunes, 5 de agosto de 2013

Torrelavega: Dulces, licores, en incluso cremas curativas, son algunos de los productos de convento que se venderán este fin de semana en la tercera feria que se celebra en la ciudad


Dulces cuya receta se guarda con celo entre las paredes del convento, licores a base de manzana o fresas maceradas durante casi tres años cuyo secreto solo conoce el abad del monasterio, una compota de manzana especial que le confiere una textura y un sabor excepcional a la carne, e incluso una crema curativa para los granos o manchas en la piel, son algunos de los productos monacales que se venderán en la feria de Dulces de Convento que ha acogido la ciudad este pasado fin de semana.
Este evento recala de nuevo en Torrelavega, después de haber pasado por ciudades como Zaragoza, Galicia, La Rioja, Salamanca, Comunidad Valenciana, entre otras, debido al éxito que según su organizador, Agustín Meneses, tuvieron las dos anteriores ediciones "lo que nos sorprendió porque no esperábamos un acogida tan buena".
Así lo ha explicado el organizador del evento durante la presentación del mismo en la que ha estado acompañado por la concejal de Desarrollo Local, Marta Pérez Estébanez, quien ha recordado que en esta ocasión se da la coincidencia de que durante esos días se celebra también la Feria de Antigüedades con esta feria que pusimos en marcha, ha recordado la edil, el año pasado con gran éxito de público y dinamización para la ciudad.
En la presente edición de la Feria de Dulces de Convento han participador 17 conventos de Cantabria, Galicia, La Rioja, Salamanca, Madrid, Cáceres, Comunidad Valenciana y otras muchas comunidades que han ofrecido casi 220 referencias distintas, "dando gusto a todos los paladares y peticiones", según ha señalado el organizador.
Entre los productos más singulares que se han mostrado en la feria destaca, por ejemplo, según ha señalado Meneses, "una crema curativa, que se elabora en el monasterio de Navarra y se utiliza para problemas de granos o manchas en la piel. Según Meneses ‘tiene tanta efectividad que bajan de toda Europa al monasterio a por esa crema", ha asegurado.
El organizador como producto muy singular también se ha referido a una compota de manzana especial que se hace en un monasterio de Salamanca, única y especialmente indicada para la carne, le confiere una textura y un sabor excepcional que hace que incluso parezca tierno un filete que es duro.
También los licores elaborados por cuatro hermanos mercedarios de Toro, que los elaboran con fresas y manzanas sometidas a un proceso de maceración de casi tres años o los licores de un monasterio de Zaragoza de los que solo tiene la receta el abad y no puede hacer el licor ningún otro hermano.

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