La Unión (LU) defendió que, respecto a la construcción de viviendas de protección oficial en la capital de Cantabria. “lo más decente que puede hacer el Alcalde de Santander es ordenar el cierre inmediato de la Sociedad de Vivienda de Santander”.
Para Rafael Sebrango, Presidente de la formación “la empresa pública del Ayuntamiento, impide tanto el pago de la deuda de Santander, como la rebaja del IBI, y atención a la creciente pobreza de la ciudad”.
“No sólo es que en Cantabria es absurdo que el Gobierno tenga una empresa pública para hacer viviendas de protección, y a su vez el Ayuntamiento de Santander otra”, apuntó, sino, además “SVS constituye un perjuicio claro y evidente para el ciudadano de Santander”.
Además, prosiguió, es “un empeño esquizofrénico en lanzar más viviendas al mercado, que son más caras, en la actualidad, que las libres que ofrecen los constructores privados, y que nadie puede comprar”.
“El Alcalde está compitiendo deslealmente con los constructores de Cantabria, y está ocasionando paro en el sector”, señaló, “ningún santanderino necesita que su Alcalde sea promotor-constructor de viviendas”.
Las actividades de la Sociedad de Vivienda de Santander “dejan inmovilizadas ingentes cantidades del presupuesto municipal”.
Según explicó Sebrango, “mientras dura la construcción de las viviendas, una media de 24 meses, el dinero que eliminaría la deuda de la ciudad, es intocable”.
Estas cantidades, para este año suman 18 millones de euros, en el pasado año fueron 20 millones, y en 2011, 35,2 millones, así “hasta sumar 120 millones de euros en los últimos años”.
Desde La Unión (LU) recuerdan, que “simultáneamente a esta inmovilización de dinero, la deuda municipal no ha dejado de crecer, y ya sumaba al final del año pasado 123 millones de euros”.
“Si el Alcalde abandonara su locura, propia de tiempos pasados, Santander podría haber pagado su deuda”, indicó Sebrango.
“No sólo podría haber pagado la deuda, sino que podría haber bajado el salvaje IBI, al que ha sometido a los ciudadanos”. “Esta esquizofrenia ha de parar ya, y se ha de cerrar la empresa pública SVS de forma urgente”, recalcó.
“Si el Ayuntamiento tiene suelo para construir, que lo saque a subasta, y que sea el constructor mejor postor el que haga la promoción, con las obligaciones que le imponga el Ayuntamiento, y así encima ganaremos dinero todos los vecinos de Santander”.
“Del mismo modo que a ningún Ayuntamiento se le ocurre abrir tiendas de ropa, bares, y farmacias, el nuestro debería desistir de ser promotor-constructor”, enfatizó Sebrango.
Finalizó señalando que “el Alcalde ha conseguido algo difícil de alcanzar”, ironizó “a la vez perjudica a todo el sector de la construcción, genera parados, y encima perjudica el bolsillo del contribuyente”.
Para Rafael Sebrango, Presidente de la formación “la empresa pública del Ayuntamiento, impide tanto el pago de la deuda de Santander, como la rebaja del IBI, y atención a la creciente pobreza de la ciudad”.
“No sólo es que en Cantabria es absurdo que el Gobierno tenga una empresa pública para hacer viviendas de protección, y a su vez el Ayuntamiento de Santander otra”, apuntó, sino, además “SVS constituye un perjuicio claro y evidente para el ciudadano de Santander”.
Además, prosiguió, es “un empeño esquizofrénico en lanzar más viviendas al mercado, que son más caras, en la actualidad, que las libres que ofrecen los constructores privados, y que nadie puede comprar”.
“El Alcalde está compitiendo deslealmente con los constructores de Cantabria, y está ocasionando paro en el sector”, señaló, “ningún santanderino necesita que su Alcalde sea promotor-constructor de viviendas”.
Las actividades de la Sociedad de Vivienda de Santander “dejan inmovilizadas ingentes cantidades del presupuesto municipal”.
Según explicó Sebrango, “mientras dura la construcción de las viviendas, una media de 24 meses, el dinero que eliminaría la deuda de la ciudad, es intocable”.
Estas cantidades, para este año suman 18 millones de euros, en el pasado año fueron 20 millones, y en 2011, 35,2 millones, así “hasta sumar 120 millones de euros en los últimos años”.
Desde La Unión (LU) recuerdan, que “simultáneamente a esta inmovilización de dinero, la deuda municipal no ha dejado de crecer, y ya sumaba al final del año pasado 123 millones de euros”.
“Si el Alcalde abandonara su locura, propia de tiempos pasados, Santander podría haber pagado su deuda”, indicó Sebrango.
“No sólo podría haber pagado la deuda, sino que podría haber bajado el salvaje IBI, al que ha sometido a los ciudadanos”. “Esta esquizofrenia ha de parar ya, y se ha de cerrar la empresa pública SVS de forma urgente”, recalcó.
“Si el Ayuntamiento tiene suelo para construir, que lo saque a subasta, y que sea el constructor mejor postor el que haga la promoción, con las obligaciones que le imponga el Ayuntamiento, y así encima ganaremos dinero todos los vecinos de Santander”.
“Del mismo modo que a ningún Ayuntamiento se le ocurre abrir tiendas de ropa, bares, y farmacias, el nuestro debería desistir de ser promotor-constructor”, enfatizó Sebrango.
Finalizó señalando que “el Alcalde ha conseguido algo difícil de alcanzar”, ironizó “a la vez perjudica a todo el sector de la construcción, genera parados, y encima perjudica el bolsillo del contribuyente”.
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