Medio centenar de vecinos de La Inmobiliaria se han concentrado esta mañana en la calle Conde Torreanaz para denunciar que las obras de semipeatonalización en esta zona de la ciudad, que abarcan también la calle Pomar y la Plazuela de San Bartolomé, llevan un retraso de cinco meses (se tendrían que haber acabado en mayo).
Se trata de primera protesta a la que seguirán otras todos los viernes y la próxima semana decidirán en asamblea vecinal nuevas acciones.
Los vecinos han portado una pancarta donde se podía leer "Finalizacón obras calle Conde Torreanaz ya" y han estado acompañados por los comerciantes e industriales de la zona así como por concejales de todos los grupos de la oposición (PSOE., PRC y ACPT).
El portavoz de la Asociación de Vecinos "Rioindiana" de La Inmobiliaria, José Antonio Revuelta, ha denunciado que las actuales obras significan una especie de "frontera" entre el barrio y el resto de la ciudad. Además los comerciantes están ya hartos de perder clientes por el mal estado de la calle y los residentes se quejan de las incomodidades que encuentran a la hora de acceder a sus viviendas.
Revuelta ha explicado que el ritmo de las obras es demasiado lento y es culpa de la empresa que no cuenta con suficiente personal.
También ha mostrado su "temor" por la nueva prórroga, la tercera que le ha concedido el Ayuntamiento a la empresa contratista.
Finalmente, ha pedido al alcalde que les reciba (como así se lo han pedido en varias ocasiones) y les diga cuándo van a terminar estas obras.
Se trata de primera protesta a la que seguirán otras todos los viernes y la próxima semana decidirán en asamblea vecinal nuevas acciones.
Los vecinos han portado una pancarta donde se podía leer "Finalizacón obras calle Conde Torreanaz ya" y han estado acompañados por los comerciantes e industriales de la zona así como por concejales de todos los grupos de la oposición (PSOE., PRC y ACPT).
El portavoz de la Asociación de Vecinos "Rioindiana" de La Inmobiliaria, José Antonio Revuelta, ha denunciado que las actuales obras significan una especie de "frontera" entre el barrio y el resto de la ciudad. Además los comerciantes están ya hartos de perder clientes por el mal estado de la calle y los residentes se quejan de las incomodidades que encuentran a la hora de acceder a sus viviendas.
Revuelta ha explicado que el ritmo de las obras es demasiado lento y es culpa de la empresa que no cuenta con suficiente personal.
También ha mostrado su "temor" por la nueva prórroga, la tercera que le ha concedido el Ayuntamiento a la empresa contratista.
Finalmente, ha pedido al alcalde que les reciba (como así se lo han pedido en varias ocasiones) y les diga cuándo van a terminar estas obras.
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