El Grupo Municipal Socialista ha manifestado hoy su preocupación por el grave abandono de los asuntos municipales, del equipo de gobierno PP y PRC, y especialmente del Alcalde, Bernardo Berrio.
Desde el principio de legislatura los gobernantes del municipio se han caracterizado por su escasa dedicación y trabajo, que no de sueldo (hay tres ediles que lo tienen). Sin embargo, a lo largo de este verano, y de modo especial en las últimas semanas, el absentismo y la inactividad son especialmente notables.
De los escasísimos plenos que se convocan, el ordinario que correspondía al pasado mes de septiembre no tuvo lugar y se desconoce aún cuando se fijará la fecha para su celebración. El propio alcalde prácticamente no ha aparecido por el ayuntamiento en los dos últimos meses.
Las quejas vecinales por la falta de atención a sus quejas y demandas son cada vez mayores. Algunos vecinos dicen llevar meses a la espera de que el alcalde les conceda audiencia.
La opacidad y la falta de información a los grupos de la oposición es otra de las notas destacables. A la escasa convocatoria de sesiones se unen las numerosas peticiones de información que el Alcalde ha tomado la costumbre de no facilitar.
Ante esta inactividad casi total, el ayuntamiento funciona mínimamente gracias a la diligencia de los empleados municipales. Pero eso no es suficiente, los problemas lejos de resolverse se amontonan y se enquistan: conflictos vecinales estancados, planeamiento municipal parado, escolarización futura sin resolver, servicios municipales decadentes y cada vez más caros…
No hay planificación, se funciona a impulsos. Cuando más falta nos hacía falta tener un gobierno municipal fuerte, éste parece haber desaparecido.
Desde el principio de legislatura los gobernantes del municipio se han caracterizado por su escasa dedicación y trabajo, que no de sueldo (hay tres ediles que lo tienen). Sin embargo, a lo largo de este verano, y de modo especial en las últimas semanas, el absentismo y la inactividad son especialmente notables.
De los escasísimos plenos que se convocan, el ordinario que correspondía al pasado mes de septiembre no tuvo lugar y se desconoce aún cuando se fijará la fecha para su celebración. El propio alcalde prácticamente no ha aparecido por el ayuntamiento en los dos últimos meses.
Las quejas vecinales por la falta de atención a sus quejas y demandas son cada vez mayores. Algunos vecinos dicen llevar meses a la espera de que el alcalde les conceda audiencia.
La opacidad y la falta de información a los grupos de la oposición es otra de las notas destacables. A la escasa convocatoria de sesiones se unen las numerosas peticiones de información que el Alcalde ha tomado la costumbre de no facilitar.
Ante esta inactividad casi total, el ayuntamiento funciona mínimamente gracias a la diligencia de los empleados municipales. Pero eso no es suficiente, los problemas lejos de resolverse se amontonan y se enquistan: conflictos vecinales estancados, planeamiento municipal parado, escolarización futura sin resolver, servicios municipales decadentes y cada vez más caros…
No hay planificación, se funciona a impulsos. Cuando más falta nos hacía falta tener un gobierno municipal fuerte, éste parece haber desaparecido.
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