sábado, 18 de julio de 2015

Santander: Respaldo institucional y de público en la presentación del libro "Cien años de la Asociación de la Prensa" de José Ramón Sáiz

Doscientas personas asistieron el pasado jueves, festividad del Carmen, al acto de presentación del libro "Cien Años de Asociación de la Prensa de Cantabria" que se celebró en el Atreneo y que contó, además, con la presencia del Delegado del Gobierno, Samuel Ruiz y el consejero de Presidencia del Gobierno Cántabro, Rafael de la Sierra, además del portavoz en el Parlamento de Ciudadanos, Rubén Gómez, la concejal de Empleo del Ayuntamiento de Santander y el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa. 
También estuvieron presentes representaciones del Centro de Estudios Montañeses, Sociedad Cántabra de Escritores y el cronista oficial de la ciudad, Benito Madariaga de la Campa.
En la presidencia del salón de actos tomaron asiendo el autor, José Ramón Saiz, presidenta de la Asociación de la Prensa, Dolores Gallardo; presidente del Ateneo, Manuel Ángel Castañeda; el escritor y jurista Pedro Crespo de Lara y la artista Veronique Sobrado, autora de la portada.
Tras el inicio del acto por el presidente del Ateneo, Manuel Ángel Castañeda (que dirigió El Diario Montañés entre 1979 y 2010), intervino la presidenta de la Asociación de la Prensa de Cantabria, Dolores Gallardo Ceballos, quien hizo un repaso pormenorizado a los actos del Centenario de la Asociación de la Prensa que culminaban con la presentación de un libro de 640 páginas en el que se condensa la  historia de la entidad periodística. 
Dolores Gallardo hizo, igualmente, un repaso a la situación presente del periodismo y al papel que deben desempeñar las Asociaciones de la Prensa y la Federación Nacional (FAPE). Dijo estar muy satisfecha de la obra destacando que su lectura permitirá a todos los periodistas cántabros conocer el gran trabajo realizado en los últimos cien años, destacando también la participación de la artista Veronique Sobrado con la realización de la portada de la obra.
Intervención de José Ramón Saiz
Por su parte, el autor del libro destacó y agradeció la presencia de autoridades en el acto, destacando en primer lugar las colaboraciones más significativas en la elaboración de la obra. 
En concreto, afirmó que “cuando recibí el encargo por parte de la Junta Directiva de la Asociación de la Prensa representada en este acto por su presidenta, Dolores Gallardo, tuve algunas dudas por tener otros compromisos, pero pudo en mi el hecho de pertenecer a esta Asociación desde hace más de treinta años.”, destacando a continuación que “plantée dos cuestiones: que se acordara por unanimidad la petición y que no recibiría ningún tipo de percepción económica, entendiendo este trabajo como aportación de un asociado a la entidad a la que pertenece”, afirmando que “el resultado del trabajo está aquí y creo que ha merecido la pena el esfuerzo que todos hemos aportado”.
En el resto de agradecimientos el autor citó a Carlos Gustavo Alutiz, editor de los Cántabros, por su trabajo de maquetación del libro, tratamiento de imágenes y correcciones, un trabajo al que se ha entregado con eficacia y profesionalidad; a Gabriel Bernal, antiguo Administrador de la Asociación de la Prensa y de Hoja del Lunes que me “ayudó en aquellas cuestiones en las que entendí necesario su consejo, así como el agradecimiento a Isabel Sandoval, secretaria administrativa de la Asociación, que atraviesa un momento adverso en su salud del que esperamos todos se reponga".
También hizo extensivo el agradecimiento a “Santiago Rego, tesorero de la Asociación de la Prensa, compañero en su día de tareas profesionales en TeleCabarga. Su paciencia ha sido extraordinaria en cuanto a revisar los textos en las varias correcciones que se han realizado”.
A continuación señaló el autor que “sería imperdonable por mi parte no tener un recuerdo para dos personas desaparecidas, precisamente dos grandes profesionales que dirigieron La Hoja del Lunes. El primero, José Simón Cabarga, porque sus investigaciones sobre la historia del Periodismo de Santander y Cantabria merecen nuestro reconocimiento y representan una referencia constante en todo estudio sobre la materia”, añadiendo queme honra que 45 años después de su acceso a la Real Academia de la Historia, esta institución me acogiera en su seno, siendo el segundo periodista de la Asociación de la Prensa – y el tercero en casi cuatrocientos años- en alcanzar este honor, después de Castor Gutiérrez de la Torre, director de La Abeja Montañesa que ingresó en 1873 y José Simón Cabarga, cronista oficial de Santander en 1963”.
“Rindo finalmente tributo -dijo- a Florencio de la Lama Bulnes que ejerció puestos importantes en el periodismo montañés desde que en 1931 ingresó en El Diario Montañés -periódico del que fue redactor jefe, subdirector y director- y que también fue director de La Hoja del Lunes entre 1965 y 1975. El fue mi maestro y el de otros periodistas que han destacado en la profesión”, afirmando a continuación que “pedía disculpas de antemano por las insuficiencias que pueda contener este trabajo. Aunque es innecesario remarcarlo, sepan que he dejado en el camino apreciaciones o  posicionamientos personales pensando en el interés general de la Asociación que es lo que debe prevalecer en una conmemoración tan significativa como representa el Centenario”.
A continuación, el autor de la obra hizo un pormenorizado relato de todos los hechos más importantes de la Asociación de la Prensa hasta la etapa más contemporánea, siguiendo el guión que se reproduce a continuación: los orígenes de la Asociación. Editorial de El Boletín de Comercio. Alfredo Corpas. Cuatro periódicos. Huelga de tipógrafos. Salida de El Pueblo Cántabro. José Estrañi, primer presidente. Sociedad de Socorros Mutuos. Asistencia médico-farmaceutica, huérfanos, etcétera. 
Desde el primer momento, existió una cierre de filas en las juntas directivas. Así, la primera estuvo presida por José Estrañi, director de El Cantábrico, periodista combativo de ideas republicanas que ya entonces defendía la separación Iglesia-Estado. Al tiempo, era secretario Castor Venancio Pacheco, redactor de El Diario Montañés, católico y antiliberal, colaborando sin embargo por el bien del colectivo periodístico por encima de ideologías.
Eusebio Sierra, director de La Atalaya, segundo presidente. Había evolucionado el periódico que pasó de ser del Obispado a posturas más templadas, aunque conservadoras. Incorpora a José del Río Sainz, PICK, que será su sucesor en 1922. Tuvo que intervenir en situaciones complejas como la entrada en prisión de Adolfo Arce (en 1932 director de El Diario Montañés) y por un consejo de guerra abierto en Melilla a José del Río Sainz (Pick) por crónicas enviadas a sus periódicos por la guerra de Marruecos en la que perdieron la vida varios miles de jóvenes montañeses.
Tercer presidente, José Segura. El Congreso Periodístico. Gran Presidente. Primera sede, cuadro médico. El Dia de Santander, el apoyo al Santander-Mediterráneo y la petición de Concierto  conómico. Proyección Exterior. Homenaje a Jacinto Benavente y Juegos florales hispanoamericanos. El poeta y opositor venezolano Andrés Eloy Blanco. Dos grandes acontecimientos: La fusión de El Pueblo Cántabro y La Atalaya en 1927, la sustitución de Ángel Quintana por Arrarás y éste por Melchor Ferrer en1930.
Angel Quintana, cuarto presidente. La suspensión de El Diario y la visita de Alcalá Zamora para inaugurar monumento a Estrañi. Fue en la etapa en la que se logró la edición de La Hoja del Lunes después de su autorización por el Gobierno Lerroux en abril de 1935. La Región se extrema. Suspensiones, multas, asesinato del director Luciano Malumbres mes y medio antes del 18 de julio. Incautaciones, suspensión de todos los diarios locales en junio de 1937. Vuelta de la Hoja del Lunes con fervor hacia el nuevo régimen a partir de 20 septiembre 1937. Salida de Alerta a partir del 2 de septiembre, después de ser incautados los talleres de El Cantábrico. Nombres de periodistas asesinados y fallecidos. Tras dimitir, Ángel Quintana fue nombrado Presidente de Honor, al igual que se antecesor, José Segura Hoyos.
Manuel González Hoyos, quinto presidente. (1938-42). La ley de prensa de guerra de Serrano Suñer en cuya redacción colaboró muy directamente el escritor laredano José Antonio Gimenez Arnau. Manuel González Hoyos, nacido en Ontoria, asumio la dirección de El Diario en 1932 (antes había dirigido El Diario Palentino), días después de reaparecer el periódico tras la supensión durante dos semanas decretada por el Gobierno de la República. El incendio de 1941 que destruyó los talleres de Alerta y el Diario Montañés, que pasaron a editarse en talleres de Bilbao. La Hoja del Lunes estuvo tres semanas sin salir. Se imprimió durante varios meses en la imprenta provincial de la Diputación.
El infuyente Francisco de Cáceres. Director de Alerta desde octubre de 1939. Periodista mimado por el régimen con conferencias en la Escuela Oficial de Periodismo a cuyo tribunal perteneció durante años. Fue también miembro del Consejo Nacional de Prensa, director de Radio Cantabria y responsable de prensa de Falange. Presidente hasta 1955. En esta etapa, destacar que nadie luchó por la libertad. Los periodistas pasaron a ser parte de una prensa que a su vez era una institución del Estado al servicio del Gobierno y del Estado.
Presidencia de José Pérez Parada (1955-75), Francisco Rado (1975-79) y Rodolfo Crespo de Lara (1979-81). El Ministerio de Información y Turismo y los delegados provinciales, destacando el protagonismo positivo de José Manuel Riancho. En 1964 ingresó en la Asociación la primera periodista: Juby Fernández Bustamante, hija del famoso cronista deportivo de Radio Santander, Langarita. El avance de la ley de Prensa de Fraga, que prohibió la censura previa, aunque impuso un artículo 2 cuya aplicación fue siempre discrecional, dependiendo del momento político y del titular del Ministerio. 
Cierto despertar con José Antonio Gurriarán (1967-68) director de El Diario. Su salida tras limitarse el consumo de papel para evitar su crecimiento en tirada por decisión del entonces director de Información, José Luis Herrero. La derogación del art. 2 por el Gobierno de Adolfo Suárez, que dejó igual el resto de la ley salvo algunos cambios puntuales, hecho que pone de manifiesto que la ley fue un avance, a pesar del artículo 2. 
En esta etapa de Pérez Parada (año 1971) se adquirió la nueva sede de la calle Cádiz, gracias a los beneficios que aportaba La Hoja del Lunes. En las etapas de Rado Varela y Crespo de Lara la Asociación se va adecuando a las nuevas instituciones democráticas. Carmen Sollet, primera periodista en ocupar un cargo directivo. Fue secretaria con Rado Varela en 1975. Crespo de Lara negoció y logró la emisora de radio de fm.
La Hoja del Lunes. Ocupa más de cien páginas del libro que representan un paso adelante para desentrañar una crisis interna de hondo calado ocurrida en los primeros meses de 1981, etapa de presidencia de Juan Antonio Prieto. El autor destacó la etapa de Florencio de la Lama Bulnes (1965-75), muy brillante por los altos beneficios que aportó la publicación a la Asociación de la Prensa. Con Juan González Bedoya como redactor-jefe en 1974 se llevó a cabo “para sacar los colores a la Administración central una suscripción pro accesos a la Meseta, ante las infraestructuras decimonónicas que soportaba la provincia”.
Importancia de la etapa 1975-81 de la dirección de Juan González Bedoya en la transición, sacando a los partidos y sus líderes de la clandestinidad y denunciando corrupciones. Una etapa en la que se llevó un paquete conteniendo una bomba a la sede de La Hoja en la calle Cádiz por las informaciones sobre la leche en polvo. Apoyo y aliento a la fundación de la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), así como a un Estatuto de Autonomía para Cantabria. La crisis entre Directiva de la Asociación de la Prensa y el director de la publicación llevó al cese de éste último.
José Ramón San Juan, nuevo y último director hasta julio de 1984, al que se definió como “excelente periodista y comentarista”.
Cerró el acto el escritor y jurista Pedro Crespo de Lara quien destacó el valor de la obra y el acierto de la Junta Directiva presidida por Dolores Gallardo de encargar la misma a José Ramón Saiz. Tras terminar el acto, la Asociación de la Prensa ofreció un vino español a los asistentes.

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