La dirección y el comité de empresa lograron hoy en Burgos alcanzar un preacuerdo sobre el plan laboral pero con matices y una desagradable sorpresa.
La empresa que planteaba inicialmente un convenio a diez años en los que quería mantener la congelación salarial se ha retractado y ha hablado de siete años con subidas salariales que podrían pactarse a partir del sexto año. Después de la presentación en la reunión de diferentes ofertas y contraofertas entre dirección y comité se ha alcanzado un preacuerdo de convenio por seis años, con congelación salarial en 2015, 2016 y 2018, una subida del IPC más 0,5% para el 2017, 2019 y en 2020 y en este año se produciría también unas rebaja en la jornada laboral de ocho horas.
El convenio entraría en vigor en 2015.
Se fija una plantilla tipo de 326 trabajadores donde no hay despidos traumáticos. De las 163 bajas planteadass, 72 se jubilan, 60 se acogen a la jubilaciones anticipadas y 33 optan por las indeminizaciones y para la veintena de trabajadores que tenían contrarto relevo se crea una bolsa de trabajo y la empresa se ha comprometido a contratarlos a todos en un plazo aproximado de un año
El convenio entraría en vigor en 2015.
Se fija una plantilla tipo de 326 trabajadores donde no hay despidos traumáticos. De las 163 bajas planteadass, 72 se jubilan, 60 se acogen a la jubilaciones anticipadas y 33 optan por las indeminizaciones y para la veintena de trabajadores que tenían contrarto relevo se crea una bolsa de trabajo y la empresa se ha comprometido a contratarlos a todos en un plazo aproximado de un año
En el tema de hiladores se ha producido también un cruce de numerosas propuestas y contrapropuestas entre dirección y comité y al final la empresa se ha cerrado en el tema de los 32 días de vacaciones (que ha bajado a 26), salvo aquellos que estén en hilaturas y en el laboratorio de hileras y en cambio, ha cedido en la retirada de los pluses (se mantiene el plus de gases a los trabajadores de Viscocel y el resto de los pluses).
Aquí la empresa ha añadido otra cláusula que es legal y es que cuando esté en la fábrica la maquinaria nueva, al cabo de un año, se harán unas mediciones y si se produjera una reducción del gas por la nueva máquina, estos pluses se revisarían.
Aquí la empresa ha añadido otra cláusula que es legal y es que cuando esté en la fábrica la maquinaria nueva, al cabo de un año, se harán unas mediciones y si se produjera una reducción del gas por la nueva máquina, estos pluses se revisarían.
El resto, las jubilaciones a los 63, la bolsa de trabajo para los relevistas, la posibilidad de que quienes hayan encontrado un trabajo temporal en este año desde que se produjo el despido puedan pedir una excedencia hasta la reapertura de la fábrica, el salario social de 800 euros para los que agoten el desempleo antes de la reapertura, se mantiene.
El secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, ha dicho hoy en la asamblea de trabajadores, que el preacuerdo ya lo han visto los administradores concursales y les falta por ver los acuerdos alcanzados hoy, subidas salariales y el tema de Viscocel.
Este preacuerdo va a ser estudiado mañana por los trabajadores. Los contenidos del preacuerdo se van a poder ver en la página web de UGT y en las sedes de UGT, CC.OO. y SUC y el miércoles, a las 10.00 de la mañana, en el transcurso de una asamblea los trabajadores lo votarán. Una vez conocido el resultado que será favorable al preacuerdo, el comité lo firmará y lo remitirá a la dirección para que lo firme y una vez realizado todo esto una procuradora contratada por el comité presentará el día 24 un recurso de casación ante la Audiencia Nacional contra la sentencia que el pasado julio avaló el despido de los 533 trabajadores de la fábrica de Torrelavega.
Sin embargo, Pérez Portilla ha explicado que un compañero de UGT en el comité de empresa, Pedro, ha decidido no firmar el preacuerdo por no estar de acuerdo con el texto. "Evidentemente esperamos que este problema se solucione porque según la empresa es necesario la unanimidad".
Para Pérez Portilla, el preacuerdo alcanzado es positivo porque se pasa de estar despedidos a no estarlo pero ha dejado bien claro que aunque es un paso importante la solución, la última palabra la tiene la Junta de Acreedores, que debe ratificar el acuerdo.
Minutos después, el propio Pedro ha subido a la tarima y ha explicado a los trabajadores que no va a firmar este preacuerdo, porque el acuerdo en sí mismo es "infumable".
Ha explicado que no quiere "tumbar" el acuerdo y eso no es así. "Jurídicamente, si no lo firmo no voy a anular el acuerdo. Sólo lo podriá tumbar si lo denuncio y no lo voy a hacer. Lo que no estoy dispuesto es a firmar algo en lo que no creo porque pienso que la empresa nos ha robado, nos ha chantajeado y nos han arrastrado".
Los trabajadores le han reprochado que no dijera nada sobre su posición contraria al acuerdo. Algunos le han amenazado "tengo cuatro hijos y tú no vas a poner en peligro mi trabajo por tu negativa a firmar después de todo lo que hemos luchado" y otros simplemente le han pedido que pida la cuenta y se vaya de la fábrica ya.
Para la secretaria general de UGT, María Jesús Cedrún, presente en asamblea, Pedro tiene la obligación moral de firmar este precuerdo aunque no esté de acuerdo con él y además debe respetar lo que vote la mayoría.

No hay comentarios:
Publicar un comentario