La Justicia de Cantabria ha dado un nuevo tirón de orejas a Liberbank-Caja Cantabria, el banco que preside Manuel Menéndez, por su actitud ante las demandas interpuestas por los clientes con Participaciones Preferentes de Caja Cantabria. Esta vez, el toque de atención se lo ha dado José Luís Sánchez Gall, Magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia número 7 de Santander, el Juzgado especial creado hace casi un año para atender parte de las miles de demandas presentadas por los Afectados por las Preferentes que hay en la región.
En la sentencia, el Juez ha afeado la “temeridad” de la entidad al oponerse a todas las demandas y hacerlo, además, siempre “con los mismos argumentos, reiteradamente rechazados por multitud de sentencias”, y en ella da la razón a los Preferentistas, defendidos por el abogado José Ángel Ecenarro, al entender que nuevamente ha habido “falta de información precisa, correcta y adecuada” por parte de la entidad. Condenando a Liberbank-Caja Cantabria a devolver el capital invertido, los intereses legales desde el primer día, así como al pago de la totalidad de las costas.
El de Sánchez Gall es el segundo aviso a la “temeridad” de Liberbank tras el transmitido recientemente, y a través de otra sentencia, por el titular del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Santander, Jaime Anta González, que apuntaba que “como es de general conocimiento y Liberbank es, desde luego, sabedora de ello, están recayendo resoluciones judiciales de forma masiva, tanto en primera como en segunda instancia, fallando en su contra, neutralizando los argumentos que repetidamente intenta hacer valer" el banco.
Como de todos es sabido, Liberbank está inmerso en un proceso de ampliación de capital para, según la entidad, llevar a efecto la devolución anticipada de la ayuda de 124 millones recibida del FROB.
Desde La Plataforma queremos manifestar que eso es una “pobre excusa” que se ha buscado este mal llamado banco, dado que entendemos que para lo que realmente necesita Liberbank el dinero es para hacer frente al gran número de demandas que está perdiendo en los Juzgados y en las que se ve obligado a devolver la totalidad del dinero secuestrado a los ahorradores, a pagar los intereses legales y a sufragar las costas judiciales, tanto las propias como las de los clientes. Todo ello, por no mencionar que su negocio tradicional de crédito se ha visto seriamente recortado en los últimos tiempos, y que, a pesar de su “ingeniería financiera” para justificar sus cifras de negocio, los resultados del banco no mejoran, ni mucho menos.
En la sentencia, el Juez ha afeado la “temeridad” de la entidad al oponerse a todas las demandas y hacerlo, además, siempre “con los mismos argumentos, reiteradamente rechazados por multitud de sentencias”, y en ella da la razón a los Preferentistas, defendidos por el abogado José Ángel Ecenarro, al entender que nuevamente ha habido “falta de información precisa, correcta y adecuada” por parte de la entidad. Condenando a Liberbank-Caja Cantabria a devolver el capital invertido, los intereses legales desde el primer día, así como al pago de la totalidad de las costas.
El de Sánchez Gall es el segundo aviso a la “temeridad” de Liberbank tras el transmitido recientemente, y a través de otra sentencia, por el titular del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Santander, Jaime Anta González, que apuntaba que “como es de general conocimiento y Liberbank es, desde luego, sabedora de ello, están recayendo resoluciones judiciales de forma masiva, tanto en primera como en segunda instancia, fallando en su contra, neutralizando los argumentos que repetidamente intenta hacer valer" el banco.
Como de todos es sabido, Liberbank está inmerso en un proceso de ampliación de capital para, según la entidad, llevar a efecto la devolución anticipada de la ayuda de 124 millones recibida del FROB.
Desde La Plataforma queremos manifestar que eso es una “pobre excusa” que se ha buscado este mal llamado banco, dado que entendemos que para lo que realmente necesita Liberbank el dinero es para hacer frente al gran número de demandas que está perdiendo en los Juzgados y en las que se ve obligado a devolver la totalidad del dinero secuestrado a los ahorradores, a pagar los intereses legales y a sufragar las costas judiciales, tanto las propias como las de los clientes. Todo ello, por no mencionar que su negocio tradicional de crédito se ha visto seriamente recortado en los últimos tiempos, y que, a pesar de su “ingeniería financiera” para justificar sus cifras de negocio, los resultados del banco no mejoran, ni mucho menos.
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