La vicepresidenta y consejera de Sanidad y Servicios Sociales, María José Sáenz de Buruaga, ha asegurado hoy, durante la entrega del II Premio de Salud Mental Padre Menni al doctor Benedicto Crespo, que el Plan de Salud Mental de Cantabria "es una conquista social en pleno siglo XXI".
Para la consejera, la extensión al ámbito de la salud mental de los
principios de universalidad, accesibilidad y equidad consagrados en el
sistema sanitario, la concepción integral de la salud mental, y la
coordinación sociosanitaria en que se basa este plan hacen de él "un
instrumento transformador de la realidad".
"El Plan de Salud Mental está hoy en plena ebullición porque somos
plenamente conscientes de que las personas con enfermedad mental y sus
familias no tienen tiempo que perder", ha afirmado la consejera y ha
recordado que, durante la primera quincena de mayo, entrará en
funcionamiento la unidad de salud mental infanto-juvenil de Laredo, y se
pondrá en marcha el programa de manejo del alcohol en Atención
Primaria. Además, ha avanzado que "en muy pocos días" se crearán plazas
de enfermera especialista en salud mental.
Sáenz de Buruaga, que ha asegurado que el Gobierno ha empezado a
"cambiar las cosas" al situar la salud mental en la agenda política y
social de Cantabria, ha reconocido que aún queda mucho por hacer y mucho
por avanzar.
"Sabemos cómo
queremos que sea el nuevo modelo de atención a la salud mental en
Cantabria y vamos a poner todos los medios necesarios para conseguirlo.
Sabemos cómo y con quién queremos trabajar", ha dicho la vicepresidenta
quien ha asegurado que el Centro Hospitalario Padre Menni tiene "un
apasionante futuro por delante y una misión también apasionante al lado
del Gobierno de Cantabria".
"Todos
tenemos un compromiso con las personas que, de una u otra manera, se ven
afectadas en su día a día por alteraciones en su salud mental. Un
compromiso ya traducido en hechos y en derechos que no vamos a
defraudar", ha afirmado.
En esa
atención a las personas con enfermedad mental, la consejera ha destacado
"la trascendente aportación, de gran impacto sanitario, social y
científico" del Programa Asistencial para las Fases Iniciales de
Psicosis de Valdecilla liderado por el doctor Benedicto Crespo, que ha
recibido hoy el II Premio de Salud Mental Padre Menni.
Según ha precisado la consejera, este programa, que responde a los
criterios y recomendaciones internacionales más avanzadas, desarrolla
una potente línea de investigación y trabaja para procurar un
tratamiento precoz de las personas que sufren un primer episodio de
psicosis no afectiva, además de prestar atención y apoyo a sus familias
durante cinco años desde la detección de la enfermedad.
"Nuestro trabajo diario es intentar cuidar a nuestros pacientes", ha
asegurado el doctor Crespo, quien ha destacado la visión investigadora
del programa asistencial que dirige.
La consejera, además, ha recibido de manos del director del Centro
Hospitalario Padre Menni, Carlos Pajares, una distinción en
reconocimiento a la colaboración y apoyo que el Gobierno de Cantabria ha
dado a la institución que dirige durante su trayectoria.
Habéis sabido estar a la altura y ser útiles
La consejera durante su intervención ha asegurado que el centro
hospitalario Padre Menni goza de toda la confianza y respaldo de la
Consejería de Sanidad y Servicios Sociales "porque en todo momento ha
sabido estar a la altura de su compleja responsabilidad y ser útiles".
"Padre Menni es una institución profundamente comprometida con la salud
mental que ha trabajado con responsabilidad y lealtad al lado de un
Gobierno profundamente comprometido también con la salud mental", ha
declarado.
La vicepresidenta ha
destacado la participación de este centro en la elaboración del Plan de
Salud Mental de Cantabria. "Padre Menni está detrás de sus principios y
valores, está presente en su ejecución y colaborando en su desarrollo, y
es partícipe de los primeros avances", en referencia al programa de
atención a la personas con trastorno mental grave, que permite que las
personas con discapacidad y enfermedad mental grave puedan acceder a
todos los recursos de rehabilitación psicosocial aunque no tengan
reconocido grado de dependencia o sean de grado I.
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