domingo, 29 de marzo de 2015

Torrelavega: Se presentó el IX tomo de Torre la Vega, Crónica Ilustrada de una Ciudad

La sede de la Cámara de Comercio e Industria de Torrelavega (calle Ruiz Tagle, 6) acogió el pasado viernes la presentación del noveno tomo de Torre la Vega, Crónica ilustrada de una Ciudad, obra de la que es autor el doctor en Periodismo y Académico C. de la Real Academia de la Historia, José Ramón Saiz. 
En este acto intervino el jurista y escritor, Pedro Crespo de Lara y también el primer teniente de alcalde, Pedro García Carmona. 
De esta obra el autor destacó, entre acontecimientos importantes, el Centenario de la Ciudad que se celebró en 1995, el encierro de Sniace o la historia de la calle Mártires en la que en diferentes épocas del último siglo y medio vivieron el Marqués de Torrelavega, el Conde de Torreanaz y el Marqués de Pidal.
Sobre el encierro de Sniace en las primeras semanas de 1993 se destaca aquel tiempo de manifestaciones en defensa del empleo que sacaron a las calles a miles de torrelaveguenses, respuesta que se repitió con motivo de la huelga general de 27 de enero de 1994 que paralizó la ciudad en protesta por la reforma laboral aprobada por el Gobierno Central.
En el recorrido por las calles, en esta ocasión el autor eligió Mártires, tan antigua como la propia historia de la Villa. Una calle que conserva la Casa de los Escudos –la más antigua de la ciudad– además de mantener el espíritu de un pasado aristocrático como recuerda el palacete del Conde de Torreanaz, hoy convertido en Biblioteca Pública Gabino Teira. 
En Mártires vivieron, en diferentes etapas, Francisco de Ceballos, primer Marqués de Torrelavega, en cuya mansión pernoctó Alfonso XII; Ramón Fernández-Hontoria, Conde de Torreanaz y Alfonso Pidal y Chico de Guzmán, Marqués de Pidal. Pero también vivieron otros protagonistas de la ciudad que con sus quehaceres y profesiones dieron vida y fuerza al viejo solar de los Garcilaso. Una calle, además, en la que tuvo su sede Acción Católica gracias a la perseverancia del párroco Teodosio Herrera con instalaciones para la juventud como el Ideal Cinema, que representaron una apuesta significativa en los años cincuenta, como ocurrió medio siglo después con la conversión del cine Concha Espina en Teatro municipal.
Otro capítulo importante de este tomo al que se refirió Sáiz en la presentación fue la actividad bancaria en constante crecimiento hasta los años noventa, en vísperas de las grandes alianzas financieras que llevaron al Santander a absorber al Hispano, Central y Banesto, después de que en 1942 hiciera lo mismo con el Banco Torrelavega. Es significativa la imagen que a toda página se publica en este capítulo referida al edificio de la oficina central del Santander con el rótulo de Banco Torrelavega, que fue de su propiedad desde la inauguración en 1938.
De las biografías con proyección nacional el autorb dfestacó la del actor Julio Núñez Merino, figura de primer nivel en los espacios dramáticos de Televisión Española –¡quién no recuerda aquellos programas de Estudio 1!–, además de cine y doblaje de la voz de grandes actores mundiales. Julio Núñez, sin duda, ha sido el torrelaveguense de mayor éxito en la escena. 
Por otra parte, en estos años noventa los piscis homenajearon en la ciudad a dos actores de gran relieve nacional: Alfredo Landa y Antonio Ferrandis, después de entregar el piscis de oro en La Zarzuela al jefe de la Casa del Rey, Sabino Fernández Campo.
También en este volumen se reflejan biografías importantes de la ciudad. Cumplido en 2014 medio siglo de la inauguración de la iglesia de la Virgen Grande, recuperan la capacidad artística de Higinio Sainz Abascal, que fuera profesor de dibujo del Marqués de Santillana y que como artista de la piedra realizó muchas de las esculturas del nuevo templo erigido en honor de la Patrona de la ciudad. Otro artista que traemos a nuestras páginas es Luciano García Herreros, Chanete, considerado introductor de la serigrafía.
En este tomo se publican, además, imágenes de todos los Jefes de Estado que visitaron Torrelavega en sus cien años de Ciudad (Alfonso XIII, Niceto Alcalá Zamora, Francisco Franco y el Rey Juan Carlos), así como dos fotos con historia.
La primera, del desaparecido doctor Juan Manuel Sellers, corresponde a las alumnas y alumnos del Colegio Crisol en el curso 1916. El recordado doctor Sellers Arana identificó, prácticamente, a la totalidad de las personas que aparecen en este documento gráfico a punto de cumplir cien años de antigüedad.
La otra imagen sobre un curso de internas de los Sagrados Corazones, fue facilitada por Asunción Mazón Muñoz, una de las primeras universitarias de Torrelavega que obtuvo la licenciatura de Derecho en la Universidad Central de Madrid.
La colección finalizará con un décimo tomo y que se presentará a finales de este año. Un capitulo de este futuro libro será dedicado a Paz Herrera Jubete, ganadora del concurso "Pasapalabra".
Por su parte, Pedro Crespo de Lara,  dijo que el autor José Ramón Sáiz es un trabajador incansable, un peso pesado de trabajo intelectual. Lleva 40 años trabajando, estudiando, diez o doce horas diarias.
Del libro dijo que era ameno, muy bien escrito, con claridad y sencillez y muy rico en fotografías lo que te anima a leerlo pues estimulan su lectura y la enriquecen. "Nos muestra además una manera de hacer historia que es muy humana donde los verdaderos protagonistas son el pueblo", señaló.
Se declaró su admirador por su trabajo que dejó el periodismo (una carrera muy prometedora) por, primero, participar en política, construir Cantabria y más tarde a escribir libros. El libro ya está a la venta al precio de 30 euros.

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