Por este motivo, la empresa ha suspendido durante 24 horas más el envío de las cartas de despido a unos 510 trabajadores, prácticamente la totalidad de la plantilla.
Durante todo este tiempo, cerca de 200 trabajadores han esperado durante horas en el exterior vitoreando y gritando lemas y consignas y esperando a que se alcanzase un acuerdo que no ha llegado.
El comité ha rechazado la última propuesta planteada por la dirección, porque sigue sin concretar las condiciones en que saldrían los prejubilados e incluye todavía 63 despidos "puros y duros", por lo que de no asumirla la dirección les ha comunicado que ejecutará su propuesta inicial, la de despedir al conjunto de la plantilla (menos 20 personas).
Si finalmente la asamblea no acepta la propuesta de la empresa, se enviarán las cartas de despidos. Solo se salvarán de ellas alrededor de 20 trabajadores, los que la empresa considera necesarios por cuestiones de seguridad.
La propuesta de la empresa plantea que mañana martes se ejecuten 83 prejubilaciones, para las cuales sería "necesario pactar" un ERE de dos meses; el despido de 63 trabajadores de contrato relevo y 43 despidos "puros y duros". Además, otros 20 trabajadores serían despedidos entre marzo y septiembre de 2014.
Con esto, quedarían unos 324 trabajadores que pasarían a estar inmersos en el ERE de doce meses y a quienes se aplicaría una rebaja salarial de 20 por ciento al comité de dirección, del 17,5% a los mandos intermedios y de un 15% para la masa obrera.
El comité de empresa ha rechazado esta propuesta, aunque a la hora de tomar la decisión ha habido "desacuerdo" entre los sindicatos, ya que UGT, CCOO y Sindicato Unitario han mantenido una posición común mientras que USO se ha desmarcado.
Pero a la hora de firmar el acta de la reunión con desacuerdo, el sindicato USO, que esta mañana presentó por "sorpresa" una oferta diferente, al margen de lo consensuado en el seno del comité, se ha opuesto a la firma y ha pedido que se consulte a los trabajadores en un referéndum, para darles la opción de aceptar la última oferta de la empresa.
En vista de ello, se ha modificado algo el acta, y mañana se planteará la situación a los trabajadores. Primero, a las diez de la mañana, se reunirá el comité de empresa, y después, a las once, será la asamblea, tras lo cual se conocerá si hay o no referéndum.
El secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, ha lamentado que, después de diez meses "luchando", el futuro de la plantilla tenga que acabar en un referéndum en el que los trabajadores tendrían que votar el despido de la mitad de la plantilla.
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