El Parque de la Naturaleza de Cabárceno vuelve a ser noticia con el nacimiento de una cría de rinoceronte blanco, una de las especies que tiene mayor dificultad de reproducción en cautividad y amenazada de serio peligro de extinción.
La instalación cántabra, sin embargo, es testigo por segunda vez de un nacimiento de esta especie. 16 años después del primer alumbramiento, el pasado 19 de septiembre nacía en Cabárceno un rinoceronte blanco macho.
Tras 16 meses y 14 días de gestación (esta especie tiene la segunda gestación más prolongada después del elefante), Zola, primeriza de ocho años, paría a un ejemplar de 50 kilos.
Los primeros días de vida del pequeño rinoceronte transcurren con normalidad. El parto fue muy rápido como es habitual en esta especie y a los 15 minutos de nacer, la nueva cría se mantenía de pie y se movía con cierta soltura.
No obstante, el equipo veterinario de Cabárceno mantiene durante estas primeras semanas la cautela habitual en un nacimiento de esta transcendencia y se extreman los cuidados con el objeto de que todo vaya bien.
El nacimiento ha alterado considerablemente al grupo ya que tanto el padre ¿un ejemplar de 27 años llamado Sagan- como la otra hembra (Nora) que convive con ellos en la pradera están bastantes nerviosos y su manejo diario se ha hecho más complicado para los cuidadores. De momento, tanto la madre como el recién nacido se encuentran en un recinto interior y en los próximos días se les sacará a un patio alejado de los visitantes con el objeto de que estén tranquilos y puedan empezar a hacer ejercicio y tomar el sol.
La reproducción de esta especie es muy difícil en cautividad, naciendo muy pocas crías al año en Europa. De ahí que el parque cántabro, que ha tardado 16 años en volver a conseguir una hembra gestante pese a haberse realizado en este tiempo todo tipo de controles veterinarios y tratamientos, vuelva a convertirse en referente mundial de la salvaguarda y reproducción de especies en extinción.
Asimismo, la instalación destaca por contar con uno de los recintos más grandes de Europa para rinocerontes: 3 hectáreas de pradera donde pueden correr, pacer y moverse con facilidad.
El rinoceronte blanco (Ceratotherium simun) es la mayor de las cinco especies de rinocerontes que existen en la actualidad. Puede llegar a los 4,2 metros de longitud, 1,85 metros de altura y 2.500 kilos de peso.
Es una de las dos especies de rinocerontes que viven en África. La otra es el rinoceronte negro.  A pesar de su nombre, estos animales no son blancos, sino grises. Su nombre responde a una curiosa equivocación semántica, ya que los primeros colonos holandeses que llegaron a Sudáfrica llamaban a este animal wijde (ancho, en español) en referencia a su labio recto y ancho. Con posterioridad, cuando llegaron los ingleses a esta zona, confundieron el término widje con white, vocablo inglés de pronunciación similar, que significa blanco.
La forma característica de la boca se debe a que este animal se alimenta de hierbas que pace, mientras que el rinoceronte negro lo hace de ramas de arbustos. Gracias a esto las dos especies pueden coexistir en un mismo ecosistema.
Las hembras paren una sola cría cada cuatro o cinco años. Otra de las características más llamativas de esta especie es su enorme cuerno de queratina, que nace como una protuberancia en la nariz.
El comercio de cuernos de rinocerontes, empleados como curativo en la medicina china y también como ornamento, es, precisamente, la principal causa de la caza ilegal de esta especie y la principal amenaza para que se encuentre en serio peligro de extinción.