El Grupo Químico belga Solvay inicia este mes, en su fábrica de Barreda, su plan de ajuste con el que pretende hacer frente a la competencia de la sosa Trona de bajo coste, pocedente e Tjurquía, que ha empezado a inundar el mercado europeo.
Aunque se trata de una sosa de baja calidad su producción (será de 4,5 toneladas para 2017) está condicionando ya la posición de Solvay en el mercado europeo del carbonato y los precios de venta.
El plan se presentará al comité de empresa en unos días y plantea un reajuste de la plantilla (actualmente hay 460 trabajadores a los que hay que sumar 350 empleos de las subcontratas) del 20% y un recorte entre el 20 y el 25% en los gastos, según han dado a conocer fuentes sindicales.
El excedente de plantilla se tratará de resolver por la vía de las jubilaciones y en este sentido en la fábrica hay bastantes trabajadores con edades que oscilan ente los 60 y 61 años y este podría ser una de las vías de los sindicatos a la hora de negociar.

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