Los trenes de Cercanías, los trenes regionales y los trenes nocturnos que recorren grandes distancias están seriamente amenazados. Los recortes en la inversión pública debido a la falsa estabilidad presupuestaria y la falsa racionalización del gasto de las Administraciones están en el origen, mientras el Gobierno de España se vuelca en los apoyos al automóvil, al transporte de mercancías por carretera, al avión y al tren elitista de alta velocidad (AVE).
Sólo algunos datos representativos: en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016, se destinaron en torno a 2.000 millones de euros para la construcción de nuevas carreteras y autovías, 3.500 millones de euros para la construcción de nuevas líneas AVE y apenas 150 millones de euros para nuevas líneas de trenes de Cercanías. En 2016 el AVE movió 18 millones de viajeros, mientras las Cercanias movieron más de 500 millones de viajeros. En Cantabria, las Cercanías RENFE movieron más de un millón de viajeros y las de FEVE cerca de 3 millones de viajeros.
A pesar de esta realidad, todo el presupuesto de Renfe es de solo 600 millones de euros al año, es decir cinco veces menos que la inversión destinada a nuevas líneas AVE. El mantenimiento de la infraestructura es también demoledor: mantener un Km de vía de AVE cuesta 100.000 euros al año frente a un Km de vía convencional que cuesta 10.000 euros, 10 veces menos.
La falta de inversión en la infraestructura y el servicio ferroviarios trae como consecuencia un notable deterioro, cada día más palpable, que en Cantabria se visualiza especialmente en los servicios de Cercanía de FEVE: retrasos, incomodidad, ausencia de rampas para personas discapacitadas, etc.
Y a esto hay que sumarle el marco legislativo aprobado por la UE el pasado diciembre: el 4º Paquete Ferroviario, cuyo principal objetivo es el de facilitar y potenciar la privatización de las líneas ferroviarias en Europa, contentando así a que las grandes empresas ferroviarias puedan entrar a gestionar y lucrarse con las líneas que consideren rentables. Las otras, las que simulan no ser rentables según las leyes del mercado, evidentemente no.
Por ello, desde la Plataforma Cantabria por lo Público y Sin Recortes y desde las Mesas de Movilidad del Arco de la Bahía y del Besaya, con el objetivo de reivindicar un modelo de tren público, social y sostenible contrapuesto al AVE, convocamos una concentración este sábado al mediodía en Santander que coincide con las convocadas por numerosas plataformas durante este fin de semana por todo el Estado.
El elemento común de todas ellas es la ampliación y mejora de los servicios públicos ferroviarios por sus enormes ventajas ambientales, económicas y sociales para conseguir un tren de calidad, accesible, asequible y de titularidad pública que genere empleo digno y de calidad; cuyo objetivo primordial sea el de dar un buen servicio a la ciudadanía y ser una alternativa a la carretera, y no, como ocurre en la actualidad, un medio de lucro para grandes constructoras.
Sólo algunos datos representativos: en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016, se destinaron en torno a 2.000 millones de euros para la construcción de nuevas carreteras y autovías, 3.500 millones de euros para la construcción de nuevas líneas AVE y apenas 150 millones de euros para nuevas líneas de trenes de Cercanías. En 2016 el AVE movió 18 millones de viajeros, mientras las Cercanias movieron más de 500 millones de viajeros. En Cantabria, las Cercanías RENFE movieron más de un millón de viajeros y las de FEVE cerca de 3 millones de viajeros.
A pesar de esta realidad, todo el presupuesto de Renfe es de solo 600 millones de euros al año, es decir cinco veces menos que la inversión destinada a nuevas líneas AVE. El mantenimiento de la infraestructura es también demoledor: mantener un Km de vía de AVE cuesta 100.000 euros al año frente a un Km de vía convencional que cuesta 10.000 euros, 10 veces menos.
La falta de inversión en la infraestructura y el servicio ferroviarios trae como consecuencia un notable deterioro, cada día más palpable, que en Cantabria se visualiza especialmente en los servicios de Cercanía de FEVE: retrasos, incomodidad, ausencia de rampas para personas discapacitadas, etc.
Y a esto hay que sumarle el marco legislativo aprobado por la UE el pasado diciembre: el 4º Paquete Ferroviario, cuyo principal objetivo es el de facilitar y potenciar la privatización de las líneas ferroviarias en Europa, contentando así a que las grandes empresas ferroviarias puedan entrar a gestionar y lucrarse con las líneas que consideren rentables. Las otras, las que simulan no ser rentables según las leyes del mercado, evidentemente no.
Por ello, desde la Plataforma Cantabria por lo Público y Sin Recortes y desde las Mesas de Movilidad del Arco de la Bahía y del Besaya, con el objetivo de reivindicar un modelo de tren público, social y sostenible contrapuesto al AVE, convocamos una concentración este sábado al mediodía en Santander que coincide con las convocadas por numerosas plataformas durante este fin de semana por todo el Estado.
El elemento común de todas ellas es la ampliación y mejora de los servicios públicos ferroviarios por sus enormes ventajas ambientales, económicas y sociales para conseguir un tren de calidad, accesible, asequible y de titularidad pública que genere empleo digno y de calidad; cuyo objetivo primordial sea el de dar un buen servicio a la ciudadanía y ser una alternativa a la carretera, y no, como ocurre en la actualidad, un medio de lucro para grandes constructoras.
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