martes, 7 de febrero de 2017

Santander: Las prospecciones arqueológicas en Peña Prieta revelan la hipotética ubicación del Monte Vindio


El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz, ha presentado hoy los resultados de las prospecciones arqueológicas llevadas a cabo en los enclaves de la estructura campamental romana de Castro Negro o Cohora y el recinto fortificado de Robadorio, ambos situados en la vertiente cántabra de Peña Prieta (Vega de Liébana).
Según han explicado los directores de estas excavaciones, los profesores Enrique Peralta y José Ángel Hierro, los resultados obtenidos en esta campaña refuerzan la hipótesis de la ubicación del Monte Vindio, lugar donde se refugiaron los cántabros vencidos en batalla campal a los pies de las murallas del asentamiento u oppidum de Bergida, según se relata en los textos de Floro sobre las guerras cántabras en época del emperador Augusto.
En este sentido, Peralta ya propuso hace años que el episodio del Vindio podría tener que buscarse precisamente en el entorno de Peña Prieta, el área de montaña más elevada de la zona, que encajaría con el "elevadísimo Monte Vindio" de Floro y con el "Monte Vindio, inexpugnable por naturaleza", que describió otro autor romano, Orosio, donde ahora se ha confirmado la existencia de campamentos romanos, que también pueden ser interpretados como campamentos de cerco a este monte. "Para confirmar esta hipótesis", continuó explicando el profesor, "sería necesario ampliar los trabajos de búsqueda de nuevos campamentos romanos a las laderas de Peña Prieta correspondientes a León y Palencia", que el profesor espera se continúen durante este año.
Testimonios de la guerra de alta montaña
Por su parte, el consejero de Cultura ha afirmado que tanto Castro Negro y como Robadorio son "claros testimonios" de las dimensiones de la guerra de alta montaña y del esfuerzo bélico que el ejército romano desplegó en los teatros de operaciones más alejados y accidentados del territorio de los cántabros, y aportan la evidencia arqueológica de la "verdadera entidad del bellum Cantabricum y nos sitúan muy posiblemente ante el hasta ahora mítico episodio del asedio al Monte Vindio".
La jornada de hoy en el MUPAC estará dedicada en su integridad a los resultados obtenidos en estos yacimientos, ya que el profesor Peralta ofrecerá hoy a las 20:00 horas una conferencia sobre el mismo tema abierto al público en general y a los investigadores en particular.
Impulso a las campañas arqueológicas
"Esta iniciativa se enmarca en el impulso que desde la consejería de Cultura se quiere imprimir en esta legislatura a los museos dependientes del Gobierno de Cantabria para que se conviertan en espacios de divulgación de nuestro patrimonio, y lugares en donde nuestros investigadores, puedan presentar los resultados de sus trabajos arqueológicos, combinando el aspecto divulgativo con la investigación", ha declarado Ruiz.
En este sentido, ha recordado que los presupuestos de este año continúan apoyando la labor científica en distintos yacimientos. En concreto, se destina para campañas arqueológicas 155.000 euros, contando con la colaboración de instituciones como la Universidad de Cantabria.
Campamento romano de Castro Negro
El campamento romano de Castro Negro se encuentra en los terrenos de las Juntas Vecinales de Barrio y Vega (Ayuntamiento de Vega de Liébana). Fue descubierto por el arqueólogo José Ángel Hierro y ocupa la cima y las laderas del monte de Castro Negro o Cohora, de 1.962 m. de altitud, desde donde se controla el paso de montaña situado a sus pies en los Puertos de Riofrío y que comunica Liébana con el norte de Palencia a través del estrecho valle del nacimiento del Carrión, así como el paso natural que por el collado de Robadorio enlaza hacia el oeste al pie de Peña Prieta con la zona leonesa de la Vega de Naranco.
Se trata de un campamento romano de campaña, de planta subrectangular y que ocupa en total 10,5 hectáreas, dimensiones que indican que tuvo que corresponder a una legión romana con tropas auxiliares.
Piezas de equipamiento militar
Los trabajos en Castro Negro han consistido en primer lugar en documentar topográfica y fotográficamente la estructura de dicho campamento y además han sacado a la luz distintas piezas de gran valor, en especial de equipamiento militar romano relacionado con la acampada, como clavijas y regatones de poste de las tiendas de campaña, indicativos de que la ocupación fue temporal y durante una campaña de verano.
El proyecto también ha suministrado armamento, como una punta de un proyectil de catapulta, piezas de enganche del pilum romano similares a las encontradas en campamentos augústeos del Limes germánico (Oberaden) y en el campo de batalla de Kalkriese (Baja Sajonia), una punta de lanza, regatones, y otros elementos característicos del calzado militar romano como numerosas tachuelas de las caligae claveteadas. Se han encontrado también algunas herramientas y una moneda acuñada hacia el 28 a.C. en Calagurris (Calahorra) antes de la gran campaña de Augusto y sus generales contra cántabros y astures.
Campamento del Alto Robadorio
El otro yacimiento en el que se ha intervenido se encuentra en el Alto de Robadorio, a 2.219 metros de altitud, en la divisoria entre Cantabria y León (municipios de Vega de Liébana y Boca de Huérgano) y a los pies de la ladera norte de Peña Prieta y el Cubil del Can. Fue descubierto hace algunos años por el montañero Manuel Valle Gómez.
Gracias a la ortofotografía aérea se ha comprobado la existencia de una segunda línea fortificada exterior que era desconocida por ser casi invisible sobre el terreno. La planta de este nuevo recinto es subrectangular/ovalada y ocupa una hectárea, lo que ha reforzado la entidad del yacimiento, que puede considerarse ya como un castellum romano o un castra minora.
Estas prospecciones arqueológicas autorizadas por la Consejería y que han contado igualmente con la autorización del Servicio de Montes y la colaboración del Ayuntamiento de Vega de Liébana, han sido desarrolladas durante la campaña de 2016 entre finales de agosto y finales de octubre.
La intervención arqueológica, ha sido dirigida por el arqueólogo Eduardo Peralta y el equipo ha estado formado por los arqueólogos José Ángel Hierro, Enrique Gutiérrez y Rafael Bolado, así como por otros investigadores y colaboradores: Federico Fernández, Joaquín Arguiñarena, Antonio Pila, Diego Pedrajo, Elena Paredes, Ángel Ocejo, Borja Gomez-Bedia, Miguel Berasaluce, Román González y Adriano Felice.

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