domingo, 26 de febrero de 2017

Polanco: El ambientre marcero se complementa en esta edición con una estampa marcera


Polanco es un pueblo que sigue la tradición marcera. Hace casi 30 años se recuperó esta tradición que ininterrumpidamente, año tras año, se viene llevando a cabo, rondando por los distintos barrios del municipio entonando las coplas marceras. Los ensayos ya están en marcha y poco a poco se va incorporando savia nueva que revitaliza al grupo, algunos de ellos son niños animados por sus padres y profesores, con los que esperamos preservar esta tradición tan nuestra.
La ronda comienza el próximo martes, día 28, a las 19,30 horas en el ayuntamiento para pedir licencia a la autoridad que tras ser concedida se iniciará por Polanco, Rinconeda y Posadillo. Al día siguiente, 1 de marzo,  recorrerá Soña, Rumoroso, Mar y Requejada.
El ambiente marcero, en el presente año, se complementa con una representación de “Teatro leído” de una “Estampa marcera” editada por el vecino Lorenzo Bolado, que en 1990 ganó el Concurso de guiones de marzas organizado por RNE-Radio5 de Torrelavega, con la obra “Nostalgia” que fue editado en un libro en 1995 por el ayuntamiento de Torrelavega.
La presentación de esta obra se hizo en la Escuela de Adultos de Polanco que se comprometió a divulgar el guión y a intentar hacer una representación del mismo. Lo cierto es que el guión se utilizó como apoyo didáctico en el centro para hablar de nuestras tradiciones, lectura y expresión oral, se representó en diversas ocasiones en el aula, pero sin llegar a realizar representación pública. Afortunadamente, sor Neluca del colegio La Milagrosa, se ha atrevido a trabajar el guión de la “Estampa marcera” con los niños de sexto curso para hacer una representación de Teatro leído. Con ello, aprovechó el día 17 de febrero para conmemorar el Día de las Letras en Cantabria. Se espera realizar una nueva representación para el día 1 en el ayuntamiento.
La “Estampa marcera”, magníficamente representada por el grupo de niños de La Milagrosa, refleja un cuadro en el que se escenifica un ensayo de marzas con unos personajes que sirven de sostén para representar emociones de nostalgia por el terruño de aquella persona que emigró a América en busca de una vida mejor y que hoy se encuentra junto a los suyos; los amores y desazones incipientes de una pareja de jóvenes, así como la picaresca de otros para hacer alguna travesura a algún peculiar vecino del barrio. Una obra divertida que se acompañan con diversos cantos de marzas.

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