Organizada por Voluntariado Monacal, a través del empresario Agustín Meneses, el objetivo de la feria es la promoción y el consumo de los dulces navideños así como el sostenimiento de las órdenes religiosas que son quienes los hacen y es una forma de obtener dinero por la venta de sus productos.
En esta edición se ponen a la venta cerca de 2.000 kilogramos de productos y especialidades navideñas. Participan 18 conventos pertenecientes a diferentes comunidadesautónomas y ofrecen, en algunos casos, los dulcs más típicos del país.
Esta mañana han pasado muchos vecinos y en la próximas horas pssarán muchos más porque la calidad es innegable aunque el precio pueda ser algo caro. Pero vale la pena, en estas fechas.
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