lunes, 25 de abril de 2016

Santander: Nace un nuevo ejemplar de cebra de Grévy en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, el único lugar en España donde se reproduce esta especie


Después de una gestación de trece meses, el pasado miércoles nació en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno un nuevo ejemplar de cebra de Grévy, el cuarto nacimiento de esta especie que tiene lugar en la instalación cántabra, la única en España donde se reproduce esta variedad de cebra que se encuentra en muy serio peligro de extinción.
Se trata de un macho que se suma a otras tres hembras que han nacido en el parque cántabro en los últimos tres años y que convierten a éste, una vez más, en referente mundial en cuanto a la conservación de especies en peligro de extinción y pionero en programas de reproducción de especies en cautividad.
Es un nacimiento de suma importancia, dado que, además de ser el único lugar en España donde nacen cebras de Grévy, quedan muy pocos ejemplares de esta especie, también conocida como cebra real, viviendo en libertad en su hábitat natural.
Con este cuarto alumbramiento, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno cuenta en la actualidad con un grupo conformado por diez cebras de Grévy, uno de los más numerosos que se pueden contemplar en parques y zoos de Europa.
Éstos viven en un recinto de casi cuatro hectáreas de superficie, divido en dos zonas, el espacio donde son alimentadas y alojadas durante la noche, y una amplia extensión de terreno para estar durante el día.
La cebra de Grévy (Equus grevyi) es más grande y fuerte que la cebra común. Se caracteriza por tener un pelaje tupido y muy llamativo, con muchas y estrechas rayas verticales y grandes orejas redondeadas. Un rasgo especial de su conducta es que los sementales no forman harenes como realizan las otras variedades de cebra. Viven exclusivamente en Kenia y el sur de Etiopía y ocupan un nicho ecológico intermedio entre la cebra común, más dependiente del agua, y el asno somalí más adaptado al desierto, pudiendo soportar hasta tres días sin beber.
Su comportamiento social es completamente diferente al de la cebra común ya que, además de no conformar harenes, es muy territorial; la unidad familiar básica está formada por una hembra con su potro, mientras que los machos adultos son solitarios. Cuando cumplen los 3 años, los machos jóvenes abandonan a su madre para reunirse en grupos de solteros. Su depredador más importante es el león. Su longevidad es de 15 a 20 años.

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