De “rotundo éxito y edición para recordar” ha calificado el teniente alcalde de Santillana del Mar, Ángel Rodríguez Uzquiza, el auto sacramental de “La Última Cena”, representado el pasado domingo en la Colegiata de Santa Juliana de Santillana del Mar, que completó todo el aforo bastante antes del inicio de la representación y que finalizó con una gran ovación por parte del numeroso público que se dio cita en el templo románico “un escenario incomparable”, según Rodríguez Uzquiza.
Esta primera edición del auto sacramental de “La Última Cena”, fue presidida por el obispo de la diócesis de Santander, Manuel Sánchez Monge y por el alcalde de la villa románica, Isidoro Rábago, que estuvo acompañado por el resto de la corporación municipal.
Esta primera edición del auto sacramental de “La Última Cena”, fue presidida por el obispo de la diócesis de Santander, Manuel Sánchez Monge y por el alcalde de la villa románica, Isidoro Rábago, que estuvo acompañado por el resto de la corporación municipal.
Tanto Sánchez Monge como Rábago coincidieron a la hora de alabar esta iniciativa que “supone una novedad absoluta y un espectacular comienzo de la celebración de la Semana Santa en Santillana del Mar”.
Fueron 18 los actores que subieron al escenario para representar un guión elaborado íntegramente por el Abad de la Colegiata, Don Luis López Ormazabal, que al final de la obra se mostraba emocionado al comprobar el éxito de una obra que “vivía su primera edición y que concitaba, al mismo tiempo expectación e incertidumbre acerca de su realización pero que finalmente ha resultado muy del agrado de todos los presentes”.
La representación tuvo al altar mayor de la Colegiata como privilegiado escenario y fue complementado por la música religiosa que magistralmente interpretó el Coro Santa Juliana desde la zona del órgano barroco del templo románico.
Fueron 18 los actores que subieron al escenario para representar un guión elaborado íntegramente por el Abad de la Colegiata, Don Luis López Ormazabal, que al final de la obra se mostraba emocionado al comprobar el éxito de una obra que “vivía su primera edición y que concitaba, al mismo tiempo expectación e incertidumbre acerca de su realización pero que finalmente ha resultado muy del agrado de todos los presentes”.
La representación tuvo al altar mayor de la Colegiata como privilegiado escenario y fue complementado por la música religiosa que magistralmente interpretó el Coro Santa Juliana desde la zona del órgano barroco del templo románico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario