Desde la sección sindical de la Asociación de Policía Local de Cantabria (APLC) en Torrelavega, ante las noticias publicadas como consecuencia de los desordenes públicos vividos durante las recientes fiestas de Tanos, queremos hacer público el siguiente comunicado.
Las fiestas de Tanos se han desarrollado exactamente como las autoridades políticas han querido. A pesar no ser precisamente labor de un sindicato, desde APL y con el antecedente de celebraciones anteriores se había advertido en varias ocasiones de la evidente deriva que han tomado estas fiestas. El nombramiento de servicios extraordinarios podían perfectamente incardinarse dentro del régimen de dedicación horaria existente, sin embargo, mientras se anunciaba con entusiasmo que "los cuerpos policiales preparan un amplio dispositivo de seguridad durante las Fiestas de La Virgen Grande", no existía dispositivo alguno para atender unas fiestas tan multitudinarias como las de Tanos.
Estos últimos años el Ayuntamiento está consintiendo determinados eventos y festejos sin previsión de las circunstancias que los rodean, en clara connivencia con los organizadores y sin control de ningún tipo, así, durante estas fiestas se celebró el concierto de David Bustamante en precarias condiciones de recinto y accesos, se autorizó nuevamente la carrera de burros cuya legitimidad y condiciones de realización son como mínimo discutibles, y se volvieron a incumplir reiterada y abusivamente los horarios (a pesar de los informes y denuncias que cada año formulan los agentes y que desconocemos donde van a parar), siendo esta anarquía general la que trae consigo las consecuencias que hemos vivido.
Poe otro lado, lo sucedido durante las celebraciones es mucho más antiguo que el “botellón”, es la mezcla fiesta, noche, juventud y alcohol, circunstancias que deben motivar presencia policial en número suficiente para una efectiva labor de prevención, tendente a intentar impedir que las inevitables molestias se conviertan en desordenes públicos graves, denunciando además aquellas conductas reprobables que se observen, tal como se hace, por ejemplo, cada fin de semana en la “Zona de Vinos”.
El sábado 29 de julio numeroso vecinos llamaron manifestando que “el concejal les había informado de que había dado órdenes a la policía para controlar el botellón”, desconocemos si se trató de un “farol” de los vecinos o si realmente alguna autoridad municipal realizó tal promesa, en cualquier caso queremos aclarar que no existió orden ni dispositivo alguno. En estas llamadas se solicitaba que los agentes controlasen la llegada de jóvenes durante la tarde, algo que era imposible dado que los chavales se acercaban a la zona de forma multitudinaria, y la ciudad demandaba presencia policial también en otros lugares, por ejemplo velando por la seguridad vial durante el desfile de los coches “tuning” de las propias fiestas de Tanos.
Durante la noche, los escasos miembros que entre Cuerpo Nacional de Policía y Policía Local se encontraban de servicio atendieron como humanamente pudieron cada llamada que se recibió, tanto en Tanos como de otros puntos de la ciudad, coordinándose entre los propios agentes sobre la marcha e interviniendo en varias ocasiones de forma conjunta en numeras peleas, algunas de ellas dentro del propio recinto acotado de fiestas, donde la seguridad privada tenia como objetivo prioritario evitar que los jóvenes entrasen con bebida del exterior. Para mayor despropósito, esa noche se nombró servicio para atender la “Zona de Vinos”, en lugar de destinar este recurso a las fiestas de Tanos donde se concentraba toda la juventud, este dispositivo nunca hubiese sido suficiente para garantizar una correcta convivencia, pero al menos se podía haber evitado alguna de las tristes situaciones acaecidas.
Durante la última semana el Sr. Delegado de Gobierno manifestó que “ la seguridad de los participantes y los no participantes está garantizada por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado” anunciando "presencia policial para tranquilidad de los vecinos”, unas palabras de bienqueda que no se cumplieron, y ante un diezmado servicio de CNP, el sábado 5 de agosto solamente permaneció en Tanos la Policía Local. A primera hora, una atípica tarde de sábado, sin requerimientos desde otros puntos de la ciudad, permitió a los agentes del servicio ordinario permanecer ininterrumpidamente en el lugar. Durante la noche, ante el clamor de los vecinos, por fin decidieron enviar al servicio previsto para la “Zona de Vinos” a Tanos. Por suerte la lluvia desanimó a muchos jóvenes a participar del “botellón”, dado que con una mejor climatología hubiese sido imposible mantener minimamente el orden con tan pocos efectivos.
Desde esta sección sindical queremos transmitir el hartazgo que supone que la mierda procedente de la chapuza y negligencia política salpique siempre sobre unos agentes que han cumplido con su trabajo bastante mejor de lo que se les exige.
Las fiestas de Tanos se han desarrollado exactamente como las autoridades políticas han querido. A pesar no ser precisamente labor de un sindicato, desde APL y con el antecedente de celebraciones anteriores se había advertido en varias ocasiones de la evidente deriva que han tomado estas fiestas. El nombramiento de servicios extraordinarios podían perfectamente incardinarse dentro del régimen de dedicación horaria existente, sin embargo, mientras se anunciaba con entusiasmo que "los cuerpos policiales preparan un amplio dispositivo de seguridad durante las Fiestas de La Virgen Grande", no existía dispositivo alguno para atender unas fiestas tan multitudinarias como las de Tanos.
Estos últimos años el Ayuntamiento está consintiendo determinados eventos y festejos sin previsión de las circunstancias que los rodean, en clara connivencia con los organizadores y sin control de ningún tipo, así, durante estas fiestas se celebró el concierto de David Bustamante en precarias condiciones de recinto y accesos, se autorizó nuevamente la carrera de burros cuya legitimidad y condiciones de realización son como mínimo discutibles, y se volvieron a incumplir reiterada y abusivamente los horarios (a pesar de los informes y denuncias que cada año formulan los agentes y que desconocemos donde van a parar), siendo esta anarquía general la que trae consigo las consecuencias que hemos vivido.
Poe otro lado, lo sucedido durante las celebraciones es mucho más antiguo que el “botellón”, es la mezcla fiesta, noche, juventud y alcohol, circunstancias que deben motivar presencia policial en número suficiente para una efectiva labor de prevención, tendente a intentar impedir que las inevitables molestias se conviertan en desordenes públicos graves, denunciando además aquellas conductas reprobables que se observen, tal como se hace, por ejemplo, cada fin de semana en la “Zona de Vinos”.
El sábado 29 de julio numeroso vecinos llamaron manifestando que “el concejal les había informado de que había dado órdenes a la policía para controlar el botellón”, desconocemos si se trató de un “farol” de los vecinos o si realmente alguna autoridad municipal realizó tal promesa, en cualquier caso queremos aclarar que no existió orden ni dispositivo alguno. En estas llamadas se solicitaba que los agentes controlasen la llegada de jóvenes durante la tarde, algo que era imposible dado que los chavales se acercaban a la zona de forma multitudinaria, y la ciudad demandaba presencia policial también en otros lugares, por ejemplo velando por la seguridad vial durante el desfile de los coches “tuning” de las propias fiestas de Tanos.
Durante la noche, los escasos miembros que entre Cuerpo Nacional de Policía y Policía Local se encontraban de servicio atendieron como humanamente pudieron cada llamada que se recibió, tanto en Tanos como de otros puntos de la ciudad, coordinándose entre los propios agentes sobre la marcha e interviniendo en varias ocasiones de forma conjunta en numeras peleas, algunas de ellas dentro del propio recinto acotado de fiestas, donde la seguridad privada tenia como objetivo prioritario evitar que los jóvenes entrasen con bebida del exterior. Para mayor despropósito, esa noche se nombró servicio para atender la “Zona de Vinos”, en lugar de destinar este recurso a las fiestas de Tanos donde se concentraba toda la juventud, este dispositivo nunca hubiese sido suficiente para garantizar una correcta convivencia, pero al menos se podía haber evitado alguna de las tristes situaciones acaecidas.
Durante la última semana el Sr. Delegado de Gobierno manifestó que “ la seguridad de los participantes y los no participantes está garantizada por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado” anunciando "presencia policial para tranquilidad de los vecinos”, unas palabras de bienqueda que no se cumplieron, y ante un diezmado servicio de CNP, el sábado 5 de agosto solamente permaneció en Tanos la Policía Local. A primera hora, una atípica tarde de sábado, sin requerimientos desde otros puntos de la ciudad, permitió a los agentes del servicio ordinario permanecer ininterrumpidamente en el lugar. Durante la noche, ante el clamor de los vecinos, por fin decidieron enviar al servicio previsto para la “Zona de Vinos” a Tanos. Por suerte la lluvia desanimó a muchos jóvenes a participar del “botellón”, dado que con una mejor climatología hubiese sido imposible mantener minimamente el orden con tan pocos efectivos.
Desde esta sección sindical queremos transmitir el hartazgo que supone que la mierda procedente de la chapuza y negligencia política salpique siempre sobre unos agentes que han cumplido con su trabajo bastante mejor de lo que se les exige.
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