El Real Grupo de Cultura Covadonga se adjudicó el V Torneo Nacional de Balonmano Año Jubilar Lebaniego al derrotar en el partido definitivo al Balonmano Torrelavega. Por contradictorio que parezca, los de Villaldea lograron un parcial de 1 – 3 cuando estaban únicamente con tres jugadores de pista que decidió el encuentro y el Torneo.
El triangular comenzó con el duelo entre los dos equipos invitados. Real Grupo de Cultura Covadonga y Ikasa BM Madrid disputaron el típico encuentro de mes de agosto. Sin el aliciente de jugar en casa, asturianos y madrileños intercambiaron goles a lo largo de un choque en el que las variantes tácticas y los cambios fueron la nota predominante. Las dos escuadras optaron por un portero diferente en cada parte de 20 minutos y una rotación amplísima de jugadores.
El triangular comenzó con el duelo entre los dos equipos invitados. Real Grupo de Cultura Covadonga y Ikasa BM Madrid disputaron el típico encuentro de mes de agosto. Sin el aliciente de jugar en casa, asturianos y madrileños intercambiaron goles a lo largo de un choque en el que las variantes tácticas y los cambios fueron la nota predominante. Las dos escuadras optaron por un portero diferente en cada parte de 20 minutos y una rotación amplísima de jugadores.
En la segunda parte, con Jorge Martínez defendiendo el arco asturiano, los de Villaldea abrieron una pequeña brecha que les bastó para anotarse la victoria con relativa comodidad. El conjunto madrileño, que ha perdido a su principal referencia ofensiva este verano (Juan Muñoz ha emigrado a Alemania), no pudo siquiera disputar el resultado a los gijoneses. Al final, 16 – 10 para los asturianos.
En tan solo dos acciones, el Balonmano Torrelavega demostró que su partido iba a parecerse muy poco al anterior. Los de Soto tenían más intensidad que un Ikasa BM Madrid un tanto cansado. Murillo Araujo sacó las cuatro primeras acometidas madrileñas y su equipo no tardó en hacerse con la iniciativa del partido. Superada la lesión de rodilla, Alan Villalobos desplegaba un balonmano brillante en cada acción. Con el mexicano en la sala de mandos, los naranjas encontraban opciones claras de lanzamiento en cada acción.
El discurrir del partido constató la tesis inicial. Ikasa BM Madrid quería pero no podía ante un Balonmano Torrelavega que mandaba con autoridad sobre el parqué. Sobre todo porque los de Soto defendían con uno o dos niveles más de intensidad que su adversario. Gracias a eso, los naranjas contragolpeaban con asiduidad. Vicente Benito establecía el 9 – 4 con una bonita vaselina. Un gol sobre la bocina de los madrileños dejaba el tanteador en 11 – 6 tras los primeros 20 minutos.
En la segunda parte, los naranja comenzaron un poco más erráticos. Tres pérdidas de balón consecutivas propiciaron un tímido acercamiento madrileño. Sin embargo, la reacción visitante apenas duró un par de minutos. Lo que tardaron los naranjas en ajustar de nuevo su defensa, ahora con Alberto Pérez, Saúl Campo y Dalmau Huix. Recuperado el tono del primer acto, los cántabros asestaron el golpe de gracia al partido. Apoyados en un excepcional Josema Urrutia, Ramiro Merino y Antón Setién fusilaron al meta madrileño. La ventaja se disparó hasta ocho, 16 – 8, y el choque quedó resuelto. El tramo final del partido nos dejó a los cántabros probando la defensa 5 – 1 y un gol precioso de Dalmau Huix tras una finta sensacional. El marcador definitivo fue 20 – 13.
El último choque del triangular iba a decidir el vencedor del torneo y Vicente Benito únicamente necesito 45 segundos para constatar que el BM Torrelavega quería que el torneo se quedase en casa. Los asturianos comenzaron con una mixta sobre Nico Colunga para intentar asfixiar el juego local. La variante funcionó a ratos porque el jovencísimo central cántabro derrochó talento y visión de juego en cuanto su par le ofrecía un metro. De un pase suyo nació el empate a tres que firmó José Carlos Hernández.
El choque estaba más que vivo. En parte porque ambas escuadras apretaron atrás desde el inicio y trataron de imprimir velocidad a todas las acciones ofensivas. Pablo Salvarrey demostró que la portería naranja va a estar muy cara esta temporada. El meta local realizó varias intervenciones de mérito. Sin embargo, la defensa de Grupo no era la de Ikasa y a los cántabros les costaba mucho más encontrar opciones claras para superar al meta rival.
El partido era de pocos goles y algún que otro pique. Alexis Fernández igualó a 7 con una vaselina. Dos buenas defensas naranjas culminadas a la contra dieron un poco de aire a los torrelaveguenses. Con 10 – 8 se llegó al intermedio del partido definitivo y Grupo Covadonga no tardó en enjugar la pequeña diferencia local en cuanto ambos equipos regresaron a la pista. El choque transcurría parejo, con algunas acciones que pusieron en pie a los aficionados. Alex Alonso, hijo de mítico Serafín Alonso, se estrenó como goleador con un lanzamiento desde el lateral. Por su parte, Pablo Salvarrey acumulaba paradas de mérito en un partido que parecía abocado a un final muy igualado.
Sin embargo, los asturianos lograron un parcial de 0 a 3 que obligó a Soto a pedir tiempo muerto. Quedaban 8:30 y los cántabros tenían que levantar una losa de tres goles. Y el primero en tirar del carro fue un descaradísimo Alex Alonso. El tanto del juvenil encontró continuidad con lanzamiento a la contra de Vicente Benito. Ya llovía menos. Pese a que Racero estaba empeñado en echar por tierra la remontada naranja, los cántabros se lanzaron a por el partido.
A falta de 3:38, con 15 – 17 en el marcador, los árbitros expulsaron del partido a Miguel Paraja por protestar una acción señalada sobre Alonso. Ramiro Merino marcó el penalti posterior. A pesar de quedarse con tres jugadores de pista, Grupo Covadonga encontró una vía para marcar el 16 – 18. Quedaban 2:10. Alex Alonso marcó en un abrir y cerrar de ojos pero los asturianos, curtidos en mil batallas, lograron forzar un penalti , que anotó Rodríguez-Prendes, provocar una falta en ataque y marcar otro tanto. 18 – 20 con 25 segundos por jugarse.
Así las cosas, gracias a la lectura de la situación más adversa del partido, el Grupo Covadonga se impuso por 18 – 21 y se llevó el V Torneo Nacional de Balonmano Año Jubilar Lebaniego.
En tan solo dos acciones, el Balonmano Torrelavega demostró que su partido iba a parecerse muy poco al anterior. Los de Soto tenían más intensidad que un Ikasa BM Madrid un tanto cansado. Murillo Araujo sacó las cuatro primeras acometidas madrileñas y su equipo no tardó en hacerse con la iniciativa del partido. Superada la lesión de rodilla, Alan Villalobos desplegaba un balonmano brillante en cada acción. Con el mexicano en la sala de mandos, los naranjas encontraban opciones claras de lanzamiento en cada acción.
El discurrir del partido constató la tesis inicial. Ikasa BM Madrid quería pero no podía ante un Balonmano Torrelavega que mandaba con autoridad sobre el parqué. Sobre todo porque los de Soto defendían con uno o dos niveles más de intensidad que su adversario. Gracias a eso, los naranjas contragolpeaban con asiduidad. Vicente Benito establecía el 9 – 4 con una bonita vaselina. Un gol sobre la bocina de los madrileños dejaba el tanteador en 11 – 6 tras los primeros 20 minutos.
En la segunda parte, los naranja comenzaron un poco más erráticos. Tres pérdidas de balón consecutivas propiciaron un tímido acercamiento madrileño. Sin embargo, la reacción visitante apenas duró un par de minutos. Lo que tardaron los naranjas en ajustar de nuevo su defensa, ahora con Alberto Pérez, Saúl Campo y Dalmau Huix. Recuperado el tono del primer acto, los cántabros asestaron el golpe de gracia al partido. Apoyados en un excepcional Josema Urrutia, Ramiro Merino y Antón Setién fusilaron al meta madrileño. La ventaja se disparó hasta ocho, 16 – 8, y el choque quedó resuelto. El tramo final del partido nos dejó a los cántabros probando la defensa 5 – 1 y un gol precioso de Dalmau Huix tras una finta sensacional. El marcador definitivo fue 20 – 13.
El último choque del triangular iba a decidir el vencedor del torneo y Vicente Benito únicamente necesito 45 segundos para constatar que el BM Torrelavega quería que el torneo se quedase en casa. Los asturianos comenzaron con una mixta sobre Nico Colunga para intentar asfixiar el juego local. La variante funcionó a ratos porque el jovencísimo central cántabro derrochó talento y visión de juego en cuanto su par le ofrecía un metro. De un pase suyo nació el empate a tres que firmó José Carlos Hernández.
El choque estaba más que vivo. En parte porque ambas escuadras apretaron atrás desde el inicio y trataron de imprimir velocidad a todas las acciones ofensivas. Pablo Salvarrey demostró que la portería naranja va a estar muy cara esta temporada. El meta local realizó varias intervenciones de mérito. Sin embargo, la defensa de Grupo no era la de Ikasa y a los cántabros les costaba mucho más encontrar opciones claras para superar al meta rival.
El partido era de pocos goles y algún que otro pique. Alexis Fernández igualó a 7 con una vaselina. Dos buenas defensas naranjas culminadas a la contra dieron un poco de aire a los torrelaveguenses. Con 10 – 8 se llegó al intermedio del partido definitivo y Grupo Covadonga no tardó en enjugar la pequeña diferencia local en cuanto ambos equipos regresaron a la pista. El choque transcurría parejo, con algunas acciones que pusieron en pie a los aficionados. Alex Alonso, hijo de mítico Serafín Alonso, se estrenó como goleador con un lanzamiento desde el lateral. Por su parte, Pablo Salvarrey acumulaba paradas de mérito en un partido que parecía abocado a un final muy igualado.
Sin embargo, los asturianos lograron un parcial de 0 a 3 que obligó a Soto a pedir tiempo muerto. Quedaban 8:30 y los cántabros tenían que levantar una losa de tres goles. Y el primero en tirar del carro fue un descaradísimo Alex Alonso. El tanto del juvenil encontró continuidad con lanzamiento a la contra de Vicente Benito. Ya llovía menos. Pese a que Racero estaba empeñado en echar por tierra la remontada naranja, los cántabros se lanzaron a por el partido.
A falta de 3:38, con 15 – 17 en el marcador, los árbitros expulsaron del partido a Miguel Paraja por protestar una acción señalada sobre Alonso. Ramiro Merino marcó el penalti posterior. A pesar de quedarse con tres jugadores de pista, Grupo Covadonga encontró una vía para marcar el 16 – 18. Quedaban 2:10. Alex Alonso marcó en un abrir y cerrar de ojos pero los asturianos, curtidos en mil batallas, lograron forzar un penalti , que anotó Rodríguez-Prendes, provocar una falta en ataque y marcar otro tanto. 18 – 20 con 25 segundos por jugarse.
Así las cosas, gracias a la lectura de la situación más adversa del partido, el Grupo Covadonga se impuso por 18 – 21 y se llevó el V Torneo Nacional de Balonmano Año Jubilar Lebaniego.
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