La presidenta del Partido Popular de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha pedido hoy que se ponga fin de manera inmediata a la interinidad del Gobierno y ha avisado de que existe un riesgo extremo de contagio de esta crisis a la comunidad autónoma. “Alguien tiene que tomar el mando porque Cantabria no se gobierna sola”, ha dicho.
Sáenz de Buruaga ha afirmado que la coalición PRC-PSOE debería estar afianzando las bases de su modelo de región para acelerar la recuperación económica pero no lo hace porque es un Gobierno agotado, sin dirección política y sin capacidad de interlocución con otras administraciones.
“Tenemos un Gobierno que no da más de sí y que está a otras cosas y un presidente ausente que no está nunca ni en nada salvo para culpar a otros de sus errores, un presidente que habla mucho, pero solo para quejarse y un presidente que no dirige y que solo figura”, ha subrayado.
Según Sáenz de Buruaga, a esta situación que el PP lleva meses denunciando, se suma ahora un Partido Socialista que está proyectando su fractura interna a las instituciones.
La presidenta de los populares cántabros ha hecho hincapié en que el debate interno que se ha producido en el PSOE merece y ha merecido todo el respeto de su partido y no habrá la menor intromisión al respecto, pero también ha advertido de que cuando un debate interno de un partido afecta a la estabilidad política y a la gobernabilidad de Cantabria alguien tiene que hacer una reflexión, porque la región no puede permitirse el lujo de tener un Gobierno en situación de interinidad.
Se ha preguntado hasta cuándo va a esperar el presidente para tomar cartas en el asunto y resolver esta crisis, porque Cantabria, ha añadido, lleva mes y medio paralizado, a punto de entrar en la recta final de la legislatura.
Por eso, ha reclamado que si va a haber cambios en el Gobierno se produzcan ya y si van a seguir los actuales consejeros socialistas que se haga pública su confirmación y su respaldo, porque mantenerles a ellos y a sus equipos como interinos es absolutamente irresponsable.
“Es lo único que le faltaba a nuestra comunidad y puede ser muy negativo en una situación ya de por sí muy delicada”, ha subrayado la presidenta del PP, quien ha advertido de que el riesgo de contagio de esta crisis de Gobierno a una comunidad autónoma cogida con alfileres es hoy extremo.
La presidenta del PP ha insistido en que alguien tiene que tomar el mando porque Cantabria no se gobierna sola. “Alguien tiene que poner fin a esta situación de interinidad del Gobierno y, por encima de todo, alguien tiene que empezar a dejar de pensar en sí mismo y en los intereses particulares para pensar en el interés general de Cantabria y el primero –ha añadido- su presidente”.
Durante su intervención, ha avisado de que la situación del Gobierno convierte en una certeza el riesgo de que esta sea una legislatura perdida. “El riesgo es extremo y a punto de convertirse en irreversible”, ha apostillado.
Según ha explicado, Cantabria es hoy una región rezagada, que lleva al menos dos años de retraso y que no está sabiendo aprovechar la recuperación que sí vive el conjunto del país.
Cantabria, ha añadido, crece, pero lo hace significativamente por debajo de la media nacional y, en consecuencia, crea menos empleo, a lo que se suma un franco deterioro de la sanidad pública y un atasco monumental en el sistema de atención a la dependencia, mientras la comunidad está a la cabeza en déficit, deuda y morosidad. “Algo no va bien en Cantabria. Algo no funciona y no funciona dentro de casa”, ha sentenciado.
Sáenz de Buruaga ha afirmado que la coalición PRC-PSOE debería estar afianzando las bases de su modelo de región para acelerar la recuperación económica pero no lo hace porque es un Gobierno agotado, sin dirección política y sin capacidad de interlocución con otras administraciones.
“Tenemos un Gobierno que no da más de sí y que está a otras cosas y un presidente ausente que no está nunca ni en nada salvo para culpar a otros de sus errores, un presidente que habla mucho, pero solo para quejarse y un presidente que no dirige y que solo figura”, ha subrayado.
Según Sáenz de Buruaga, a esta situación que el PP lleva meses denunciando, se suma ahora un Partido Socialista que está proyectando su fractura interna a las instituciones.
La presidenta de los populares cántabros ha hecho hincapié en que el debate interno que se ha producido en el PSOE merece y ha merecido todo el respeto de su partido y no habrá la menor intromisión al respecto, pero también ha advertido de que cuando un debate interno de un partido afecta a la estabilidad política y a la gobernabilidad de Cantabria alguien tiene que hacer una reflexión, porque la región no puede permitirse el lujo de tener un Gobierno en situación de interinidad.
Se ha preguntado hasta cuándo va a esperar el presidente para tomar cartas en el asunto y resolver esta crisis, porque Cantabria, ha añadido, lleva mes y medio paralizado, a punto de entrar en la recta final de la legislatura.
Por eso, ha reclamado que si va a haber cambios en el Gobierno se produzcan ya y si van a seguir los actuales consejeros socialistas que se haga pública su confirmación y su respaldo, porque mantenerles a ellos y a sus equipos como interinos es absolutamente irresponsable.
“Es lo único que le faltaba a nuestra comunidad y puede ser muy negativo en una situación ya de por sí muy delicada”, ha subrayado la presidenta del PP, quien ha advertido de que el riesgo de contagio de esta crisis de Gobierno a una comunidad autónoma cogida con alfileres es hoy extremo.
La presidenta del PP ha insistido en que alguien tiene que tomar el mando porque Cantabria no se gobierna sola. “Alguien tiene que poner fin a esta situación de interinidad del Gobierno y, por encima de todo, alguien tiene que empezar a dejar de pensar en sí mismo y en los intereses particulares para pensar en el interés general de Cantabria y el primero –ha añadido- su presidente”.
Durante su intervención, ha avisado de que la situación del Gobierno convierte en una certeza el riesgo de que esta sea una legislatura perdida. “El riesgo es extremo y a punto de convertirse en irreversible”, ha apostillado.
Según ha explicado, Cantabria es hoy una región rezagada, que lleva al menos dos años de retraso y que no está sabiendo aprovechar la recuperación que sí vive el conjunto del país.
Cantabria, ha añadido, crece, pero lo hace significativamente por debajo de la media nacional y, en consecuencia, crea menos empleo, a lo que se suma un franco deterioro de la sanidad pública y un atasco monumental en el sistema de atención a la dependencia, mientras la comunidad está a la cabeza en déficit, deuda y morosidad. “Algo no va bien en Cantabria. Algo no funciona y no funciona dentro de casa”, ha sentenciado.
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