Los objetivos del curso eran: por un lado, el de perfeccionar las últimas técnicas de la policía judicial en la resolución de delitos medioambientales como los envenenamientos de animales, daños a la fauna silvestre o a especies en peligro de extinción, incendios, vertidos, urbanismo, pesca y marisqueo ilegal, y por otro lado, servir como herramienta fundamental a los agentes para elaborar las diligencias de investigación y desarrollar su actividad judicial manteniendo una coordinación “necesaria e imprescindible” con la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia.
El curso ha sido clausurado por el consejero del Medio Natural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria, y ha contado con la presencia de la fiscal de Cantabria, Pilar Santamaría, y la directora general del CEARC, Marina Lombó.
CCOO ha valorado positivamente el impulso que el nuevo Gobierno regional ha realizado con el CEARC después de estar “prácticamente sin ocupación” durante la pasada legislatura a pesar de las numerosas demandas del sindicato para utilizar los recursos de este centro a favor de la formación de los empleados públicos.
Entre las materias que se han impartido durante los últimos tres días destaca la formación en la obtención de pruebas, inspección ocular, cadena de custodia, trámites administrativos y penales, elaboración del atestado y redacción de actas, y se ha profundizado en los delitos medioambientales incluyendo el caso real de la actuación de los agentes en el caso de envenenamiento de fauna silvestre en Valdeolea.
Ésta es la tercera edición de este curso en el que ya han participado la mayoría de los 130 agentes forestales y de pesca pertenecientes a la Consejería del Medio Natural.
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