La Unión (LU) exigió que el Ayuntamiento de Santander dé “cumplidas explicaciones públicas” respecto a la adjudicación que ha efectuado de la obra de conexión de la S-20 con la Avenida de los Castros (confluencia con Camilo Alonso Vega), a una empresa “reincidente en sobrecostes”, y aliada para esta ocasión “con una empresa propiedad de un Alcalde del PP, lo que lo convierte en una actuación más que sospechosa”.
Las obras se han adjudicado a una “empresa reincidente”, en la actividad de “adjudicarse obra con baja temeraria”, lo cual da lugar a “modificados de obra”, que a la postre “hacen que los santanderinos paguemos las obras, con sobrecostes evitables, despilfarrando el dinero público”.
Emilio de Cos, miembro de la Agrupación de La Unión (LU) en Santander, señaló que el Tribunal de Cuentas, en su informe de fiscalización del año 2011, “acusó al Ayuntamiento de Santander de permitir un sobrecoste de un 30% en la obra del vial de conexión de la S-20 con la avenida de Los Castros y el puente sobre la Vaguada de Las Llamas”.
“Y ahora va el Ayuntamiento y le adjudica la nueva obra, precisamente a la empresa a la que le permitió los sobrecostes”.
Esta empresa es Corsan Corviam, se ha aliado en esta ocasión con Copsesa, propiedad del Alcalde del PP de Ramales.
Para el representante de La Unión (LU), “el truco está claro”, lo que hace la empresa es “acudir al concurso con una baja temeraria, para asegurarse la adjudicación, y que no sea recurrido por otras empresas”.
“Una vez obtenido el concurso, se ejecuta la obra con modificados de proyecto, elevándose el precio inicial, hasta en un 30%, como ha detectado el Tribunal de Cuentas”, precisó De Cos.
“Todo esto se efectúa con la complicidad del Ayuntamiento”, aseveró, porque “sin la colaboración del Ayuntamiento de Santander, para facilitar estos pelotazos de corrupción”, incidió “no sería posible este asalto a la caja de todos los santanderinos”.
En el caso de la primera obra adjudicada a Corsan Corviam, que motivó el informe del Tribunal de Cuentas, de manera específica, éste advirtió que “no se puede acudir a la disculpa de la aparición de hechos imprevisibles”.
El Tribunal, en su informe, aclaró que “todos los conceptos disfrazados para obtener los sobrecostes, eran perfectamente previsibles”.
“El Ayuntamiento, a pesar de este antecedente, reincide en el mismo modus operandi”, y según afirman desde La Unión (LU) “quieren beneficiar del dinero público de Santander a determinados empresarios, con nombres y apellidos”.
Para De Cos, “no es casual que ahora aparezca como beneficiario de la adjudicación la empresa de otro Alcalde del PP”.
“Este Ayuntamiento, desprende sospechas de corrupción con esta actuación”, finalizó De Cos, y lo que queremos es que “el Alcalde de Santander nos explique por qué le ha vuelto a adjudicar a Corsan Corviam una obra con baja temeraria”, la cual, “tendrá un sobrecoste para el vecino de Santander, como ya es norma de la disparatada gestión de esta Corporación”.
Las obras se han adjudicado a una “empresa reincidente”, en la actividad de “adjudicarse obra con baja temeraria”, lo cual da lugar a “modificados de obra”, que a la postre “hacen que los santanderinos paguemos las obras, con sobrecostes evitables, despilfarrando el dinero público”.
Emilio de Cos, miembro de la Agrupación de La Unión (LU) en Santander, señaló que el Tribunal de Cuentas, en su informe de fiscalización del año 2011, “acusó al Ayuntamiento de Santander de permitir un sobrecoste de un 30% en la obra del vial de conexión de la S-20 con la avenida de Los Castros y el puente sobre la Vaguada de Las Llamas”.
“Y ahora va el Ayuntamiento y le adjudica la nueva obra, precisamente a la empresa a la que le permitió los sobrecostes”.
Esta empresa es Corsan Corviam, se ha aliado en esta ocasión con Copsesa, propiedad del Alcalde del PP de Ramales.
Para el representante de La Unión (LU), “el truco está claro”, lo que hace la empresa es “acudir al concurso con una baja temeraria, para asegurarse la adjudicación, y que no sea recurrido por otras empresas”.
“Una vez obtenido el concurso, se ejecuta la obra con modificados de proyecto, elevándose el precio inicial, hasta en un 30%, como ha detectado el Tribunal de Cuentas”, precisó De Cos.
“Todo esto se efectúa con la complicidad del Ayuntamiento”, aseveró, porque “sin la colaboración del Ayuntamiento de Santander, para facilitar estos pelotazos de corrupción”, incidió “no sería posible este asalto a la caja de todos los santanderinos”.
En el caso de la primera obra adjudicada a Corsan Corviam, que motivó el informe del Tribunal de Cuentas, de manera específica, éste advirtió que “no se puede acudir a la disculpa de la aparición de hechos imprevisibles”.
El Tribunal, en su informe, aclaró que “todos los conceptos disfrazados para obtener los sobrecostes, eran perfectamente previsibles”.
“El Ayuntamiento, a pesar de este antecedente, reincide en el mismo modus operandi”, y según afirman desde La Unión (LU) “quieren beneficiar del dinero público de Santander a determinados empresarios, con nombres y apellidos”.
Para De Cos, “no es casual que ahora aparezca como beneficiario de la adjudicación la empresa de otro Alcalde del PP”.
“Este Ayuntamiento, desprende sospechas de corrupción con esta actuación”, finalizó De Cos, y lo que queremos es que “el Alcalde de Santander nos explique por qué le ha vuelto a adjudicar a Corsan Corviam una obra con baja temeraria”, la cual, “tendrá un sobrecoste para el vecino de Santander, como ya es norma de la disparatada gestión de esta Corporación”.
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