"La industria agroalimentaria debe anticiparse a las nuevas tendencias del consumo alimentario y ofrecer productos adaptados a la demanda. Es la mejor fórmula para progresar aún más en el Valor Añadido Bruto (VAB). Hoy representa el 8,4% en España, con 2,3 millones de empleos, que se distribuye en industria y servicios (9,7%), rama agraria (23,9%), industria agroalimentaria (25,1%), servicios de transporte (9,7%) y distribución comercial (31,5%). Y debemos ser capaces de colocarnos por encima del 10 %".
Lo ha dicho la consejera de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Blanca Martínez, que ha participado hoy en una nueva edición de la Feria de la Alubia y la Hortaliza de Casar de Periedo, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.
En su visita, ha estado acompañada por la alcaldesa de Cabezón de la Sal, Esther Merino, y la directora general de Alimentación, Pilar Pereda; más el director general de Turismo, Santiago Recio; entre otras autoridades regionales y locales.
Para Martínez, y una vez que la producción "camina con un buen paso", ha llegado el momento de explorar a fondo "el conocimiento de los consumidores para incentivar el consumo y desarrollar las estrategias comerciales". En este sentido, anunció su intención de "importar" herramientas "que nos van a permitir "detectar hábitos emergentes".
Entre esas herramientas, sobre las que ya ha cursado una petición de información al Ministerio de Agricultura para "estudiar la oportunidad de implantarlas en la comunidad", la consejera resaltó, por ejemplo, Mikroscopia, una herramienta que permite "detectar microtendencias y hábitos emergentes de vida y consumo. La investigación es de carácter anual, y se basa en una encuesta  representativa de la población residente en España, que ofrece claves para entender la sociedad actual y anticipa quiénes liderarán el consumo".
Sus últimas conclusiones acreditan, por ejemplo, "la irrupción de huertos urbanos, el incremento lento pero constante de la dieta vegetariana, así como la aparición de nuevos consumidores, que están transformando las decisiones de compra, como las ‘madres alfa', mujeres educadas en puestos de responsabilidad, o el ‘consumidor desafecto', nacido de la crisis económica".
También subrayó las aplicaciones del proyecto The Food Mirror,  un modelo basado en el conocimiento colectivo y la colaboración con los consumidores para promover la innovación alimentaria, cuyo carácter diferencial reside en la creación de la primera comunidad global de food trend trotters (cazadores de tendencias alimentarias a pie de calle).
Finalmente, citó Gastrotendencias 2: alimentación, turismo y diseño en la era de los millennials. Esta nueva investigación disecciona los cambios sociales, económicos, tecnológicos y políticos que influyen en el consumo, la producción y comercialización de productos agroalimentarios.
A partir de este análisis, se detallan los cambios en la estructura de las familias a tener en cuenta por las empresas para diferenciar sus productos, así como las herramientas del diseño útiles (materiales, formatos de envase, colores, tipografías, estilos de imágenes, mensajes, etc.) para conectar con las nuevas tipologías de consumidores detectadas: primitistas, mixturales, elaboradores, supervivientes, ensoñadores, supersanos e irreprochables.
"Son sólo tres ejemplos, pero que nos marcan muy claramente el camino a seguir en la comercialización", añadió la consejera, porque sinceramente creo que en esta legislatura hemos dado interesantes pasos al frente en producción y en la creación de marca de calidad, así como en la consolidación de los mercados de proximidad". Y en ese nuevo escenario del marketing deben asumir protagonismo también las alubias y hortalizas.  Entre ellas, resaltó el papel de la patata, el tomate, el puerro, el pimiento de Isla, la Berza ‘Asa de Cántaro', o el carico montañés.
Respecto de este último, Martínez ejemplificó el potencial de futuro de la huerta cántabra. "Ya contamos con 6 productores en los municipios de Mazcuerras, Bárcena de Cicero, Medio Cudeyo, Camargo y Piélagos. Entre todos suman una superficie total de 2,81 hectáreas, y si nos atenemos a una dosis de siembra de 200 kilos por hectárea, estaríamos hablando de una producción de casi 12.000 kilos. Sigamos creciendo, pero ajustando a demanda para no incrementar costes de explotación. Si nos anticipamos a esa demanda, habremos recorrido sin esfuerzo un gran trecho para optimizar la rentabilidad. Anticiparse es ganar".
En Cantabria se entiende por Carico un tipo peculiar de alubia roja de gran calidad, suave, sabrosa, redonda y con una pequeña mancha en el embrión. Es una alubia uniforme en su color, su albumen y su  tegumento, que tras la realización de los correspondientes estudios y ensayos para su tipificación como variedad, por parte de los técnicos responsables de la Consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, fue incluida en Registro de Variedades Comerciales del Ministerio de Agricultura el 10 de abril de 2008 (Orden APA/1163/2008).