martes, 31 de julio de 2018

Santander: CCOO alerta sobre la falta de tejido empresarial en el interior de Cantabria


El último informe sobre el Mercado de Trabajo hecho público esta semana por el Instituto Cántabro de Estadística (ICANE) muestra una “preocupante radiografía” de Cantabria en 2017. “Hay una dependencia extrema del sector servicios (el 75,6% de los ocupados a finales del año), una temporalidad asfixiante (el 93,34% de los contratos registrados) y una atomización del empleo que castiga al interior de la región”, resume Laura Lombilla, secretaria de Empleo de CCOO de Cantabria.
El ICANE, en base a los datos de la Seguridad Social y del Ministerio de Empleo, que a 31 de diciembre de 2017, había 209.288 personas afiliadas a la Seguridad Social, de las que 90.832 trabajaban en Santander. Al estudiar las zonas, los valles de Liébana, Saja y Nansa muestran que a lo largo de 2017 un 51,8% de todas las personas afiliadas estaban en el régimen de autónomos y sólo un 43,5% lo estaban en el régimen general. Es decir, hay un alto índice de autoempleo relacionado con el sector de la hostelería y con la agricultura, la ganadería, la silvicultura y la pesca.
Esta situación se repite en todos los municipios que el ICANE agrupa en “Resto de Valles Interiores”, que incluye desde los Valles Pasiegos o Campoo, hasta zonas del Valle del Besaya, Alto Asón o Valderredible. Allí, a pesar de incluir algunas de las zonas que tradicionalmente son consideradas como industriales, el 40,1% de los afiliados a la Seguridad Social lo hacen como autónomos, y un 57% en el régimen general. “Lo que muestran estos datos es un debilitamiento del tejido empresarial, una concentración empresarial alrededor de Santander y una precarización laboral ante la falta de un modelo productivo para esas comarcas y sus gentes”,insiste Lombilla.
Al final, Santander es la gran receptora de trabajadoras y trabajadores de la región. De los 90.832 afiliados a la Seguridad Social que trabajan en la capital de Cantabria, sólo 60.138 residían en la ciudad. Esta realidad indica una alta movilidad “forzada” y una dependencia inmensa del sector servicios, que es el que aporta el 90,44% de los afiliados en Santander. En el resto de la región, el sector servicios también es el motor del mercado de trabajo, con un media de afiliados del 75,21% sobre el total del año. Si se utiliza el dato de contratos registrados en Cantabria en 2017, el 41,8% del total corresponden a la hostelería y al comercio al por menor.
La radiografía del mercado laboral cántabro también confirma otras tendencias ya denunciadas por CCOO de Cantabria: desde la temporalidad de los contratos, las bajas retribuciones en el sector servicios o la alta feminización de la precariedad (incluida la relación inversa que existe entre formación y empleo en al caso de las mujeres). “No podemos seguir hablando de cifras mes a mes sin ver el panorama general. Lo recogido en el boletín del Mercado Laboral debería obligar al Gobierno a, de una vez por todas, impulsar el cambio del modelo productivo, fomentar las cláusulas sociales en la contratación pública y sincerar el mercado pasando del falso autónomo al empleado de calidad”, concluye la Secretaria de Empleo de CCOO de Cantabria. 

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