La historia del ferrocarril en Cantabria es la del “abandono y el desprecio a los usuarios y trabajadores”. Francisco Javier Báscones, secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO en Cantabria, cree que es hora de unirse para denunciar “el ninguneo de RENFE y ADIF a la región”, para exigir que el grupo de trabajo sobre la red ferroviaria creado a instancias del Parlamento de Cantabria sea el lugar para mejorar el presente y diseñar el futuro del transporte en tren y para obligar a los partidos políticos a que dejen de utilizar el tren como “arma arrojadiza electoral”.
La Mesa del Ferrocarril se reunió a instancias del Parlamento por primera vez el 8 de agosto de 2017 y tuvo una segunda cita el 21 de noviembre. Ahora, el 22 de agosto, la Consejería de Innovación, Industria, Turismo y Comercio convocó a una tercera reunión forzada por una resolución del Parlamento de Cantabria, que tuvo que recordarle el pasado 25 de julio que este grupo de trabajo “está para trabajar”, ironiza Báscones.
Pero la realidad es que RENFE y ADIF volvieron a faltar a la cita (sólo acudieron a la primera reunión) y que el delegado del Ministerio de Fomento en Cantabria, Benjamín Piña, se limitó a transmitir lo que ya se ha contado en los medios: “Un catálogo de compromisos de inversión de los que, en realidad, hay muy pocos activos”.
CCOO, explica Báscones, “ha hecho propuestas concretas desde la primera reunión y pidió en la segunda que se pusieran en marcha grupos de trabajos centrados en los grandes problemas de la red (Transportes de viajeros, accesibilidad y movilidad sostenible; Transporte de mercancías y accesibilidad al puerto, e Infraestructuras ferroviarias). Nada ha ocurrido”. Ahora, tras la reunión del 22 de agosto, se han convocado los grupos de trabajo para finales de septiembre.
Francisco Javier Báscones, en todo caso, cree que falta voluntad política y resume así la situación: “Hemos perdido el tren en materia de infraestructuras y de transporte ferroviario en Cantabria. Mientras desvían la atención con ‘cantos de cisne’ -ahora el ferrocarril Mediterráneo, el AVE hasta Reinosa o hasta Santander, el tren de altas prestaciones, la salida a Bilbao, etcétera-, se deteriora la línea convencional y el transporte de mercancías, y las cercanías siguen perdiendo viajeros, tienen déficit de inversiones, de material móvil, problemas de accesibilidad en 36 estaciones en Cantabria, y continuos retrasos por las limitaciones de velocidad y la falta de personal”.
CCOO de Cantabria exige la creación inmediata de grupos de trabajos temáticos, la presencia activa de RENFE y ADIF, y medidas concretas como la creación de un consorcio de transportes, la integración de las tarjetas de transporte, la instalación y la mejora de los intercambiadores, la apuesta por la inter-modalidad o la priorización de la accesibilidad a las instalaciones y a los transportes. Además, Báscones considera que la Mesa del Ferrocarril debe trabajar para que no se abandonen las líneas convencionales y se mejore el transporte de mercancías, con especial interés en la accesibilidad al puerto de Santander, para crear, al menos, dos apartaderos para trenes largos, para redefinir las prioridades en materia ferroviaria en Cantabria, y para acordar, a medio y largo plazo, unos objetivos y un Plan estratégico de Cantabria en materia de infraestructuras y transporte.
La Mesa del Ferrocarril se reunió a instancias del Parlamento por primera vez el 8 de agosto de 2017 y tuvo una segunda cita el 21 de noviembre. Ahora, el 22 de agosto, la Consejería de Innovación, Industria, Turismo y Comercio convocó a una tercera reunión forzada por una resolución del Parlamento de Cantabria, que tuvo que recordarle el pasado 25 de julio que este grupo de trabajo “está para trabajar”, ironiza Báscones.
Pero la realidad es que RENFE y ADIF volvieron a faltar a la cita (sólo acudieron a la primera reunión) y que el delegado del Ministerio de Fomento en Cantabria, Benjamín Piña, se limitó a transmitir lo que ya se ha contado en los medios: “Un catálogo de compromisos de inversión de los que, en realidad, hay muy pocos activos”.
CCOO, explica Báscones, “ha hecho propuestas concretas desde la primera reunión y pidió en la segunda que se pusieran en marcha grupos de trabajos centrados en los grandes problemas de la red (Transportes de viajeros, accesibilidad y movilidad sostenible; Transporte de mercancías y accesibilidad al puerto, e Infraestructuras ferroviarias). Nada ha ocurrido”. Ahora, tras la reunión del 22 de agosto, se han convocado los grupos de trabajo para finales de septiembre.
Francisco Javier Báscones, en todo caso, cree que falta voluntad política y resume así la situación: “Hemos perdido el tren en materia de infraestructuras y de transporte ferroviario en Cantabria. Mientras desvían la atención con ‘cantos de cisne’ -ahora el ferrocarril Mediterráneo, el AVE hasta Reinosa o hasta Santander, el tren de altas prestaciones, la salida a Bilbao, etcétera-, se deteriora la línea convencional y el transporte de mercancías, y las cercanías siguen perdiendo viajeros, tienen déficit de inversiones, de material móvil, problemas de accesibilidad en 36 estaciones en Cantabria, y continuos retrasos por las limitaciones de velocidad y la falta de personal”.
CCOO de Cantabria exige la creación inmediata de grupos de trabajos temáticos, la presencia activa de RENFE y ADIF, y medidas concretas como la creación de un consorcio de transportes, la integración de las tarjetas de transporte, la instalación y la mejora de los intercambiadores, la apuesta por la inter-modalidad o la priorización de la accesibilidad a las instalaciones y a los transportes. Además, Báscones considera que la Mesa del Ferrocarril debe trabajar para que no se abandonen las líneas convencionales y se mejore el transporte de mercancías, con especial interés en la accesibilidad al puerto de Santander, para crear, al menos, dos apartaderos para trenes largos, para redefinir las prioridades en materia ferroviaria en Cantabria, y para acordar, a medio y largo plazo, unos objetivos y un Plan estratégico de Cantabria en materia de infraestructuras y transporte.
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