La presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha exigido hoy al Gobierno de Cantabria que deje de atacar al sector de la dependencia, abandone la imposición y el chantaje y abra una vía de diálogo real.
Buruaga ha denunciado que el Gobierno está abocando a las empresas y entidades del sector a una situación límite.
“El sector de la dependencia no puede más y si no se planta es por responsabilidad”, ha dicho la presidenta del PP, quien ha advertido de que también en atención a la dependencia esta ha sido una legislatura perdida porque el Gobierno no ha cumplido ni uno solo de sus compromisos y la situación es hoy mucho peor y cada día que pasa empeora.
Según Buruaga, nada ha mejorado ni para las personas dependientes, ni para las empresas y entidades que las atienden a pesar de la actitud hipócrita de un Gobierno que se ha apropiado del discurso del bienestar, pero que, en realidad, dice una cosa y hace justo lo contrario.
El balance del Gobierno de Revilla es, según la dirigente popular, que en esta legislatura se destina menos presupuesto que en 2015 a financiar las prestaciones del sistema, siete millones menos a financiar las plazas en residencias, centros de día y ayuda a domicilio y se han disparado tanto las personas que esperan, como el tiempo que esperan.
Según la última estadística del ICASS, correspondiente al 1 de agosto, 5.026 personas en situación de dependencia no reciben prestación a pesar de tener derecho a ello, frente a las 4.782 de un año antes, y la espera se sitúa en una media de unos siete u ocho meses frente a los tres de 2014.
Además, socialistas y regionalistas han apeado a Cantabria del podio de las comunidades con mayor desarrollo de la Ley de Dependencia, al pasar de la segunda posición en 2015 a la cuarta, tras las dos castillas y el País Vasco.
La presidenta del PP ha explicado que, a esta realidad, se suma la parálisis de gestión y la voladura del diálogo y el trabajo conjunto con el sector que ha provocado un conflicto insólito, porque el Gobierno de Revilla ha emprendido un ataque furibundo contra el sector de la dependencia para tratar de justificar su propio fracaso, con una maniobra de desgaste en toda regla.
Y ha explicado que el Gobierno quiere imponer bajo presiones y chantajes una nueva normativa de acreditación que no ha sido capaz de negociar y sacar adelante en tres años y medio y, como no lo consigue, trata de presentar a las empresas y entidades del sector como insaciables en sus peticiones, acusándolas injustamente de demandar cambios en la normativa a costa de una merma de la calidad en la atención.
“El Gobierno hace lo que mejor sabe hacer: buscar culpables porque mientras pueda echar la culpa a otro puede seguir sin hacer nada”, ha denunciado la presidenta del PP, quien ha advertido de que el PP no va a consentir esta campaña de desprestigio injusta, injustificada y ruin.
Buruaga ha exigido al Gobierno una rectificación inmediata, que deje de atacar al sector de la dependencia, abandone la imposición y el chantaje y reflexione, porque las empresas y entidades no son el enemigo, sino sus aliadas.
“Sería muy conveniente que abandonara la carrera de desprestigio iniciada y que, en lugar de manipular y mentir, centrara todos sus esfuerzos en recuperar la interlocución y el entendimiento”, ha dicho Buruaga, quien ha instado al Gobierno a volver a la mesa de negociación para retomar el diálogo de inmediato.
La dirigente popular ha hecho hincapié en que este no es un problema de medio gobierno, no es una responsabilidad de la otra mitad, por lo que ha advertido de que si la parte socialista no lo hace, el presidente Revilla tendrá que ejercer como tal.
Ha reclamado al Gobierno que se ponga a trabajar ya en una nueva normativa que sitúe en el centro la atención a la persona; que cuente con alto grado de consenso, perdure en el tiempo y venga acompañada de una financiación estable y suficiente para garantizar tanto la máxima calidad en la atención como la viabilidad de la red pública de atención a la dependencia. Además, ha advertido de que el PP va a actuar como freno de la imposición del Gobierno y lo que no cuente con el apoyo del sector, no contará con el apoyo del partido.
Buruaga ha denunciado que el Gobierno está abocando a las empresas y entidades del sector a una situación límite.
“El sector de la dependencia no puede más y si no se planta es por responsabilidad”, ha dicho la presidenta del PP, quien ha advertido de que también en atención a la dependencia esta ha sido una legislatura perdida porque el Gobierno no ha cumplido ni uno solo de sus compromisos y la situación es hoy mucho peor y cada día que pasa empeora.
Según Buruaga, nada ha mejorado ni para las personas dependientes, ni para las empresas y entidades que las atienden a pesar de la actitud hipócrita de un Gobierno que se ha apropiado del discurso del bienestar, pero que, en realidad, dice una cosa y hace justo lo contrario.
El balance del Gobierno de Revilla es, según la dirigente popular, que en esta legislatura se destina menos presupuesto que en 2015 a financiar las prestaciones del sistema, siete millones menos a financiar las plazas en residencias, centros de día y ayuda a domicilio y se han disparado tanto las personas que esperan, como el tiempo que esperan.
Según la última estadística del ICASS, correspondiente al 1 de agosto, 5.026 personas en situación de dependencia no reciben prestación a pesar de tener derecho a ello, frente a las 4.782 de un año antes, y la espera se sitúa en una media de unos siete u ocho meses frente a los tres de 2014.
Además, socialistas y regionalistas han apeado a Cantabria del podio de las comunidades con mayor desarrollo de la Ley de Dependencia, al pasar de la segunda posición en 2015 a la cuarta, tras las dos castillas y el País Vasco.
La presidenta del PP ha explicado que, a esta realidad, se suma la parálisis de gestión y la voladura del diálogo y el trabajo conjunto con el sector que ha provocado un conflicto insólito, porque el Gobierno de Revilla ha emprendido un ataque furibundo contra el sector de la dependencia para tratar de justificar su propio fracaso, con una maniobra de desgaste en toda regla.
Y ha explicado que el Gobierno quiere imponer bajo presiones y chantajes una nueva normativa de acreditación que no ha sido capaz de negociar y sacar adelante en tres años y medio y, como no lo consigue, trata de presentar a las empresas y entidades del sector como insaciables en sus peticiones, acusándolas injustamente de demandar cambios en la normativa a costa de una merma de la calidad en la atención.
“El Gobierno hace lo que mejor sabe hacer: buscar culpables porque mientras pueda echar la culpa a otro puede seguir sin hacer nada”, ha denunciado la presidenta del PP, quien ha advertido de que el PP no va a consentir esta campaña de desprestigio injusta, injustificada y ruin.
Buruaga ha exigido al Gobierno una rectificación inmediata, que deje de atacar al sector de la dependencia, abandone la imposición y el chantaje y reflexione, porque las empresas y entidades no son el enemigo, sino sus aliadas.
“Sería muy conveniente que abandonara la carrera de desprestigio iniciada y que, en lugar de manipular y mentir, centrara todos sus esfuerzos en recuperar la interlocución y el entendimiento”, ha dicho Buruaga, quien ha instado al Gobierno a volver a la mesa de negociación para retomar el diálogo de inmediato.
La dirigente popular ha hecho hincapié en que este no es un problema de medio gobierno, no es una responsabilidad de la otra mitad, por lo que ha advertido de que si la parte socialista no lo hace, el presidente Revilla tendrá que ejercer como tal.
Ha reclamado al Gobierno que se ponga a trabajar ya en una nueva normativa que sitúe en el centro la atención a la persona; que cuente con alto grado de consenso, perdure en el tiempo y venga acompañada de una financiación estable y suficiente para garantizar tanto la máxima calidad en la atención como la viabilidad de la red pública de atención a la dependencia. Además, ha advertido de que el PP va a actuar como freno de la imposición del Gobierno y lo que no cuente con el apoyo del sector, no contará con el apoyo del partido.
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