El sindicato USO, tras el reconocimiento de Solvay de que la transición energética, con un coste aproximado de 150 millones de euros, es una cuestión de supervivencia para la planta de carbonato de Torrelavega, considera urgente la toma de medidas que evite lo que puede ser el golpe de gracia a la economía y el empleo en la comarca del Besaya.
Para USO, las evasivas del Gobierno de Cantabria, por boca de del consejero de Industria, Francisco Martín, traspasando la responsabilidad al Gobierno central, requiere de una actuación impulsada por el Parlamento de Cantabria para recuperar el tiempo perdido. Es imprescindible anticiparse a la política de hechos consumados tan conocidas en nuestra región y muy en particular en Solvay.
Para abordar con tiempo y afrontar la inversión con garantía de éxito, el sindicato USO propone la constitución de una Mesa de Trabajo que elabore un memorándum para consensuar un plan de inversiones y de reindustrialización. Afrontando la transición energética como cuestión central para la supervivencia de la planta de carbonato de Solvay en Torrelavega. Este método ha sido el utilizado en Rosignano, planta italiana de la multinacional belga, que estaba abocada al cierre.
En la Mesa de Trabajo debe estar representada la empresa Solvay Química, sindicatos con presencia en la planta, el Gobierno de Cantabria, una comisión del Parlamento de Cantabria y por último representantes de las corporaciones locales afectadas.
El sindicato USO propone que el memorándum de inversiones y reindustrialización contemple compromisos concretos, al menos sobre las siguientes materias: nivel de producciones futuras de carbonato y derivados, nuevas líneas de fabricación de nuevos productos de alto valor añadido (ligadas al sector de la automoción donde Solvay y Cantabria tienen un peso específico importante).
Asimismo, debe contener compromiso de nivel de empleo propio y de contratas, con garantía de estabilidad del personal de las contratas estructurales, mediante la subrogación. Y por último, compromiso de inversiones necesarias con recursos propios de Solvay así como las ayudas de las diversas administraciones públicas.
Las ayudas públicas a la planta de Solvay-Torrelavega deben de ser orientadas y ligadas a la permanencia de los volúmenes de las producciones en Torrelavega, a la transición energética y a la diversificación de nuevas líneas de producción que garanticen la actividad industrial y un volumen aceptable de empleo para los próximos 25-30 años.
Este sindicato cree firmemente que el grupo Solvay tiene una deuda histórica con la centenaria planta de Torrelavega y con Cantabria, que durante más de 100 años ha facilitado los recursos naturales, como la salmuera y la piedra caliza. También esta región ha soportado emisiones de vertidos sólidos y atmosféricos. Todo ello ha facilitado al Grupo generar importantísimos beneficios económicos.
Es por ello que en este momento el sindicato USO reclama del grupo Solvay las inversiones necesarias con fondos propios y de las administraciones públicas las ayudas legales necesarias para garantizar la actividad industrial y el empleo en Torrelavega y Cantabria.
Para USO, las evasivas del Gobierno de Cantabria, por boca de del consejero de Industria, Francisco Martín, traspasando la responsabilidad al Gobierno central, requiere de una actuación impulsada por el Parlamento de Cantabria para recuperar el tiempo perdido. Es imprescindible anticiparse a la política de hechos consumados tan conocidas en nuestra región y muy en particular en Solvay.
Para abordar con tiempo y afrontar la inversión con garantía de éxito, el sindicato USO propone la constitución de una Mesa de Trabajo que elabore un memorándum para consensuar un plan de inversiones y de reindustrialización. Afrontando la transición energética como cuestión central para la supervivencia de la planta de carbonato de Solvay en Torrelavega. Este método ha sido el utilizado en Rosignano, planta italiana de la multinacional belga, que estaba abocada al cierre.
En la Mesa de Trabajo debe estar representada la empresa Solvay Química, sindicatos con presencia en la planta, el Gobierno de Cantabria, una comisión del Parlamento de Cantabria y por último representantes de las corporaciones locales afectadas.
El sindicato USO propone que el memorándum de inversiones y reindustrialización contemple compromisos concretos, al menos sobre las siguientes materias: nivel de producciones futuras de carbonato y derivados, nuevas líneas de fabricación de nuevos productos de alto valor añadido (ligadas al sector de la automoción donde Solvay y Cantabria tienen un peso específico importante).
Asimismo, debe contener compromiso de nivel de empleo propio y de contratas, con garantía de estabilidad del personal de las contratas estructurales, mediante la subrogación. Y por último, compromiso de inversiones necesarias con recursos propios de Solvay así como las ayudas de las diversas administraciones públicas.
Las ayudas públicas a la planta de Solvay-Torrelavega deben de ser orientadas y ligadas a la permanencia de los volúmenes de las producciones en Torrelavega, a la transición energética y a la diversificación de nuevas líneas de producción que garanticen la actividad industrial y un volumen aceptable de empleo para los próximos 25-30 años.
Este sindicato cree firmemente que el grupo Solvay tiene una deuda histórica con la centenaria planta de Torrelavega y con Cantabria, que durante más de 100 años ha facilitado los recursos naturales, como la salmuera y la piedra caliza. También esta región ha soportado emisiones de vertidos sólidos y atmosféricos. Todo ello ha facilitado al Grupo generar importantísimos beneficios económicos.
Es por ello que en este momento el sindicato USO reclama del grupo Solvay las inversiones necesarias con fondos propios y de las administraciones públicas las ayudas legales necesarias para garantizar la actividad industrial y el empleo en Torrelavega y Cantabria.
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