martes, 19 de julio de 2016

Santander: DEAN, Foro para la Protección y Defensa de los animales en Cantabria, aboga por unas fiestas populares sin maltrato animal


Se calcula que cada año son más de 60.000 los animales que se torturan en todo el Estado español durante las denominadas “fiestas tradicionales”. En Cantabria también ocurre. Son actos que suponen sangre, miedo, tortura, dolor intenso, angustia y estrés, y que teniendo en cuenta que todos los animales, humanos y no humanos, tienen capacidad para sentir y por lo tanto para sufrir, poco o nada tienen que ver con cualquier actividad de carácter festivo.
Sin olvidarnos por supuesto, de los animales de los circos que podemos ver a lo largo de todo el año en nuestra región sometidos a toda una vida de sufrimiento a cambio de un par de horas de espectáculo, desde DEAN hacen hincapié en el maltrato que se ve en numerosas fiestas populares que se celebran, especialmente en verano, en numerosos municipios de Cantabria. 
Dean se refiere a los animales torturados en la Plaza de Toros de Santander, que sufren desde que salen de la ganadería hasta su muerte en la plaza, hablamos de vaquillas, de encierros en los que además del sufrimiento y en ocasiones muerte (incluso por fatiga) que se ocasiona a los animales, se pone en serio peligro la vida de los participantes por falta de seguridad e imprudencias de personas, que en muchas ocasiones participan después de ingerir grandes cantidades de alcohol. Dean habla de las carreras de burros, y también de arrastre de piedras por bueyes y del posterior marcaje a fuego de los mismos con el consiguiente dolor producido por la quemadura en la piel y la carne.
Desde el foro DEAN, exigen a las autoridades que no permitan que las fiestas se tiñan de sangre y sufrimiento animal puesto que son actividades que no tienen cabida en una sociedad evolucionada y moderna. 
Dean recuerda que en todas estas fiestas el sufrimiento psicológico puede llegar a ser peor que el físico: se atemoriza a los animales con ruidos fuertes y movimientos bruscos, se les separa y aleja de sus familias, reciben golpes y empujones en un sitio desconocido para ellos y son sometidos, no solo durante la celebración sino a veces también durante el transporte, a una ansiedad, miedo y estrés innecesarios.
Según Dean, muchas de estas fiestas se justifican desde la tradición, pero no deben mantenerse las tradiciones que nos impiden avanzar como sociedad, y utilizar animales que sufren para divertirnos, violando sus derechos, es innecesario, injusto y totalmente inaceptable.
"En pleno siglo XXI debemos ser capaces de divertirnos sin maltratar a los animales" y debemos demostrarlo. 
Para Dean, los Ayuntamientos deben empezar a dar pasos al frente y manifestar cual es su grado de compromiso ético eliminando de cualquier programa de fiestas actos que impliquen sufrimiento para cualquier ser vivo. También deben adquirir compromisos firmes en la modificación de sus Ordenanzas Municipales de Protección Animal convirtiéndolas en avanzadas y libres de maltrato, y en este momento, con un Borrador de Ley de Protección y Bienestar Animal de Cantabria encima de la mesa, también el Gobierno Regional, debe dar muestra de su compromiso hacia el avance en esta materia.

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