viernes, 22 de julio de 2016

Santander: Concierto Clausura mañana del Instituto Internacional de Música de Cámara de Madrid en el Encuentro de Música y Academia


El XVI Encuentro de Música y Academia de Santander, organizado por la Fundación Albéniz que preside Paloma O´Shea, acogerá el sábado 23 a las 20:30 h, el concierto de clausura del Instituto Internacional de Música de Cámara de Madrid, en la sala Argenta del Palacio de Festivales, en una velada patrocinada por Universidad de Cantabria (UC). 
Será Hansjörg Schellenberger quién lidere con el corno inglés a los jóvenes participantes Iria Folgado y Timothy Keasley en un trío para dos oboes y corno inglés en do mayor op. 87 de Beethoven. Seguidamente, Eun Joo Lee (violín), Vladimir Percevic (viola) y Clément Peigné (violonchelo) interpretarán un trío de cuerda de Krzysztof Penderecki.
La segunda parte de la velada comenzará con un dúo para flauta y oboe op. 13 de Alberto Ginastera (1916- 1983) protagonizado por Aliya Vodovozova (flauta) y Hansjörg Schellenberger a quien este caso veremos con el oboe. Sobre el escenario de la sala Argenta el público se podrá despedir de la violinista Latica Honda-Rosenberg en su último concierto en esta edición del Encuentro. Ella junto con Anna Csaba (violín), Bella Chicla (viola), Natania Hoffman (violonchelo) y Pablo Santa Cruz (contrabajo) darán vida al quinteto de cuerda para dos violines, viola, violonchelo y contrabajo en sol mayor B 49 op. 77 de Antonín Dvorak (1841-1904) de quien el Encuentro conmemora el 175 aniversario de su nacimiento.
Según las notas al programa de Luís Suñén “El concierto de esta noche comienza con una inesperada rareza beethoveniana. Inesperada pero, ya verán, muy hermosa. Fue publicada sin número de opus por Artaria en 1806 pero escrita entre 1793 y 1794, una época en la que Beethoven produjo varias obras de carácter parecido en razón de la moda de la música de cámara para instrumentos de viento que había generado en Viena la llegada del oboísta Johann Wendt, quien fue su inspirador, como de bastantes de sus colegas.
Y es que los propios oboístas fueron autores y dejaron una amplia cosecha de obras que se hicieron muy populares. Beethoven abandonaría enseguida este tipo de piezas pero su experiencia le serviría para abordar más adelante otras más ambiciosas relacionadas con los instrumentos de viento, como el Quinteto para piano y vientos o el Septimino.
Krzysztof Penderecki es uno de los compositores más importantes de nuestro tiempo. De los más libres —o desconcertantes si se quiere— también en tanto en cuanto de la filiación claramente vanguardista de sus primeras obras —por ejemplo la ya, sin embargo, clásica Treno por las víctimas de Hiroshima— al afán de comunicabilidad de buena parte de su producción posterior, siempre basada, sin embargo, en un profundo conocimiento de las posibilidades de la estructura formal al servicio de la expresión más inmediata. El Trío de cuerda es de 1991, el mismo año de su Ubu Rey y combina lo mejor de esos dos estilos de un autor que ya había compuesto en esa época el Réquiem polaco.
De natura sonoris. En él es de destacar tanto la estridencia que abre la obra como su final de clara raigambre bartokiana. Este año se cumple el centenario del nacimiento del compositor argentino Alberto Ginastera, un creador que aunaba la consciencia de pertenecer a su propio tiempo con la consecuencia de admitir su lenguaje y, a la vez, la tradición que lo había hecho posible. Formado por un músico que le iba como anillo al dedo —Aaron Copland— Ginastera superó a su maestro en compromiso con la modernidad pero no dejó nunca de lado sus raíces. Curiosamente, su Dúo para flauta y oboe, de 1945, no parece que encaje en esa descripción pero sí en lo que la obra de Ginastera tiene de investigación sonora y formal, por ejemplo en la excelente pequeña fuga con que se cierra la obra.
En la obra completa de Antonin Dvorák sus composiciones de cámara tienen una importancia primordial. Dúos, trío, cuartetos y quintetos nos dicen de su autor y de su inventiva no solo tanto sino a veces más de lo que no muestran sus más conocidas obras sinfónicas o corales. Su Quinteto fue escrito en 1875 y considerado entonces por su editor como Op. 18. Pero sería revisado por el propio Dvorák en 1888, pasando, así, a ser su Op. 77. Se diferencia de los otros dos de su catálogo en que utiliza un contrabajo y suprime una de las dos violas. El tema principal de su último movimiento recuerda al inicial del Cuarteto nº 2 de Borodin.”
Conciertos en Castro Urdiales y Vega de Pas
Además la gira de conciertos de la Fundación Albéniz tiene programadas dos citas en Castro Urdiales y Vega de Pas. Ambos conciertos comparten horario de comienzo : las 20 :00 h y son de acceso gratuito.
En la villa castreña será el Castillo Faro el escenario para acoger un concierto en el que se podrá disfrutar del talento de Josephine Besançon (clarinete), Aleksandra Myslek (piano), Clémence Dupuy (viola) y Tatjana Reuter (violín) acompañados al piano por Denis Lossev y Pablo Márquez. En la velada se escucharán piezas de Poulenc, Brahms, Schumann y Beethoven, entre otros grandes compositores.
En el corazón de los valles pasiegos, en la iglesia de Ntra. Sra. De la Natividad en la Vega de Pas, se podrá disfrutar de un repertorio con piezas de Schumann, Teleman, y Beethoven, en una noche que incluirá a Granados conmemorando el centenario del aniversario de su fallecimiento. Los intérpretes del concierto serán Ángel Luís Sánchez (oboe) y Aino Räsänen (viola) acompañados al piano por Duncan Gifford y Alina Artemyeva . La noche finalizará con Rapsodia española para piano S 254 de Liszt que tocará Jingjing Wan.
La programación se puede consultar y/o descargar en la página web del festival: www.encuentrodesantander.es.
Foto: Cortesía Elena Torcida


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