El Grupo Municipal de Torrelavega Sí ha exigido la convocatoria inmediata de una Comisión de Obras, Servicios Generales y Participación Ciudadana y urge al responsable del área, el regionalista López Estrada, que cumpla con su deber de informar a los representantes de los ciudadanos y deje de tomar iniciativas de manera tan sorpresiva como unilateral.
Torrelavega Sí considera que López Estrada, únicamente preocupado por su proyección futura, es hoy en día un concejal en diferido, pendiente tan solo por su presencia en los medios de comunicación, y que su paupérrima gestión se hace de espaldas a los representantes de la Corporación.
Para este partido, asuntos como el de los contenedores marinos que se intentan reconvertir en locales de ensayo, y que de momento han quedado varados en una mies a la espera de que alguien encuentre un sistema para abrir unas puertas absolutamente inaccesibles al común de las personas, son un claro ejemplo de una gestión instalada en la demora.
Acerca de la pobreza de la gestión, de la abundancia de temas olvidados y la escasez de novedades en el capítulo de Obras baste señalar que un breve tramo de acera y la mejora de un paso de peatones ha supuesto que ayer, lunes día 27, se desplazara hasta Barreda una comitiva formada por un alcalde, un consejero del Gobierno de Cantabria, varios concejales, algún director General, los correspondientes cargos de confianza, los técnicos del ramo de una y otra administración y diversos medios de comunicación. De los temas que de verdad importan en el área y de las actuaciones aún pendientes, sin embargo, aún se continúa sin noticia.
Acerca de la carencia absoluta de facilitar información por parte de López Estrada, y su toma unilateral de decisiones sin adelantar pormenor alguno acerca de sus intenciones, destaca el episodio recientemente ocurrido de la conversión de un árbol en columpios. Sin haber informado a vecinos o comerciantes de la zona, ni recabado su parecer; sin dar cuenta a los propietarios de establecimientos de la Plaza de Abastos, o al menos no a la gran mayoría; sin que existiera constancia alguna de demanda popular de los aparatos ahora instalados; sin que existiera queja alguna acerca del elemento ornamental suprimido ( un magnolio que por fin había comenzado a medrar); de la noche a la mañana, casi como por arte de birlibirloque, en el mismísimo centro de la ciudad, López Estrada quitó uno y puso los otros por qué a él le pareció bien. De momento no hay otros argumentos.
Torrelavega Sí considera que López Estrada, únicamente preocupado por su proyección futura, es hoy en día un concejal en diferido, pendiente tan solo por su presencia en los medios de comunicación, y que su paupérrima gestión se hace de espaldas a los representantes de la Corporación.
Para este partido, asuntos como el de los contenedores marinos que se intentan reconvertir en locales de ensayo, y que de momento han quedado varados en una mies a la espera de que alguien encuentre un sistema para abrir unas puertas absolutamente inaccesibles al común de las personas, son un claro ejemplo de una gestión instalada en la demora.
Acerca de la pobreza de la gestión, de la abundancia de temas olvidados y la escasez de novedades en el capítulo de Obras baste señalar que un breve tramo de acera y la mejora de un paso de peatones ha supuesto que ayer, lunes día 27, se desplazara hasta Barreda una comitiva formada por un alcalde, un consejero del Gobierno de Cantabria, varios concejales, algún director General, los correspondientes cargos de confianza, los técnicos del ramo de una y otra administración y diversos medios de comunicación. De los temas que de verdad importan en el área y de las actuaciones aún pendientes, sin embargo, aún se continúa sin noticia.
Acerca de la carencia absoluta de facilitar información por parte de López Estrada, y su toma unilateral de decisiones sin adelantar pormenor alguno acerca de sus intenciones, destaca el episodio recientemente ocurrido de la conversión de un árbol en columpios. Sin haber informado a vecinos o comerciantes de la zona, ni recabado su parecer; sin dar cuenta a los propietarios de establecimientos de la Plaza de Abastos, o al menos no a la gran mayoría; sin que existiera constancia alguna de demanda popular de los aparatos ahora instalados; sin que existiera queja alguna acerca del elemento ornamental suprimido ( un magnolio que por fin había comenzado a medrar); de la noche a la mañana, casi como por arte de birlibirloque, en el mismísimo centro de la ciudad, López Estrada quitó uno y puso los otros por qué a él le pareció bien. De momento no hay otros argumentos.
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