lunes, 27 de noviembre de 2017

Santander: Gobierno y sector industrial cántabro se unen para convertir residuos en fertilizantes y sustratos de uso agrícola y forestal


El Gobierno de Cantabria, a través de MARE, y las industrias Solvay España y Biomasa Cantabria se han unido para transformar los residuos no peligrosos que generan en fertilizantes y en sustratos para uso agrícola y forestal. Además, también se emplearán para la recuperación de espacios degradados.
La UTE Depuram Valora, formada por Depuram, Grupo Valora y Tecnosolos, llevará a cabo el tratamiento de esos residuos para que se puedan reintegrar en el círculo económico como recursos, dando un paso de gran importancia en la aplicación de la Economía Circular en Cantabria por la que apuesta el Ejecutivo regional.
La vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, Eva Díaz Tezanos, ha firmado esta mañana con las cinco empresas el convenio que posibilita la puesta en marcha de este proyecto que además es un ejemplo de colaboración público-privada y de aplicación de la investigación y el desarrollo a la autosuficiencia en la gestión de los residuos.
"El presente y el futuro de los servicios públicos medioambientales pasa por consolidar un modelo de gestión basado en la eficacia y la calidad respecto al reciclado y valorarización de los residuos, integrándoles dentro del circulo económico como recursos", ha señalado la vicepresidenta.
Según Díaz Tezanos, este proyecto nace para "dar respuesta a una preocupación que tenemos todos y es avanzar hacia la autosuficiencia de la gestión de los residuos". "Dar respuesta a un problema que tenemos las empresas de Cantabria y también MARE con sus lodos y con este proyecto lo estamos haciendo", ha añadido.
El objetivo de este proyecto es elaborar fertilizantes y sustratos a partir de los residuos no peligrosos generados por MARE (los lodos de las depuradoras), Solvay (arenas) y Biomasa Cantabria (cenizas) y someterlas a un procesamiento con los productos químicos aportados por las empresas Depuram, Valora y Tecnosolos Galaicos.
Esta iniciativa se llevará a cabo en el Pozo de Santa Amelia, en Reocín, unos terrenos que son propiedad de MARE y de SODERCAN, y albergarán tanto la unidad de recepción de residuos sólidos como las parcelas experimentales en las que se ensayarán los distintos sustratos.
En total, se utilizará una superficie aproximada de 3.000 metros cuadrados, de los cuales la mitad se destinará a la unidad de recepción, el foso de recepción e higienización de lodos, y la zona de maduración. Los otros 1.500 metros cuadrados se destinarán a las cuatro parcelas experimentales.
El Gobierno y las empresas prevén que en unos 18 meses se podrá completar el proyecto en el que se van a invertir 112.000 euros, de los cuales casi 100.000 lo aportan las empresas promotoras Depuram, Grupo Valora y Tecnosolos.
Hasta ahora los lodos generados en las depuradoras de Cantabria, que en 2016 ascendieron a 16.438 toneladas y para 2018 se prevé que podrían alcanzar las 21.314 toneladas, se sometían sobre todo a la valorización mediante la aplicación directa a suelos agrícolas en comunidades autónomas colindantes y que tienen un déficit importante de materia orgánica en sus suelos.
La gestión de los lodos de las estaciones depuradoras de aguas residuales de Cantabria supone un coste anual de 628.246 euros, de los cuales más de 428.000 euros se destinan al transporte a las comunidades autónomas próximas y el resto al tratamiento de los lodos. "Todo esto nos ha llevado a plantear este proyecto novedoso y viable tanto técnica como económicamente", ha afirmado la vicepresidenta.
"El objetivo último del proyecto es demostrar la viabilidad en nuestra Comunidad Autónoma de un modelo de tratamiento y gestión de los residuos para la obtención de sustratos de cultivo y también productos fertilizantes que nos permita avanzar en la plena autosuficiencia", ha explicado Díaz Tezanos.
Cuatro enfoques de importancia trascendental
La vicepresidenta ha destacado que este proyecto se integra en la visión de los residuos como recursos. Una perspectiva "plenamente asumida" por la Consejería de Medio Ambiente, según ha señalado, y que es uno de los pilares de la estrategia que las autoridades europeas definen como Economía Circular "y que este Gobierno ha hecho suya desde el primer momento".
Además, ha destacado la importancia de esta iniciativa en la recuperación de espacios degradados "mediante una acción mejoradora de tierras naturales para hacer frente también al cambio climático" y en el impulso a la colaboración público- privada, "algunos de cuyos máximos referentes se encuentran en este convenio". También ha subrayado su vertiente como aplicación del I+D para avanzar en la autosuficiencia en la gestión de residuos, facilitando el proceso de reciclaje, valorización y gestión inteligente de los mismos.
El director general de Solvay España, Jorge Oliveira, ha asegurado que los residuos "son productos que aún no han encontrado solución y es nuestra obligación encontrar soluciones". Además, ha asegurado que para Solvay es una responsabilidad el trabajar con terceros del mundo empresarial y administrativo y ha valorado los resultados cuando se unen varias empresas "con la misma voluntad de encontrar soluciones".
José Ramón Álvarez, administrador de Biomasa Cantabria, ha recordado que la compañía ya mantiene vías de colaboración con el Gobierno en estas materias, como es el caso del proyecto de recogida de plásticos agrícolas, y ha destacado la importancia de la Economía Circular "que hay que utilizarse cada día más" .
Carlos Piedra, en representación de la UTE Depuram Valora, ha reconocido que "aunque se habla mucho de Economía Circular, no son tantos los proyectos que se llevan a cabo" y ha agradecido al Gobierno de Cantabria su visión de futuro.

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