Desde la sección sindical de la Asociación de Policía Local y Bomberos de Cantabria (APLB) en Torrelavega, y en relación a la desleal manipulación de la información que se trasladó a la prensa el pasado domingo, cuando un ciudadano fue “detenido por prender fuego a su vivienda”, queremos hacer público el siguiente comunicado.
Para la APLB, una noticia de este tipo siempre genera una sensación general de placidez y alivio por no tener que lamentar víctimas ni daños mayores, lo que suele ser aprovechado sin vergüenza alguna y desde la comodidad de algún despacho para saciar la ambición y autopromoción personal, pasando desapercibido el gran esfuerzo humano, que va más allá de la profesionalidad, de nuestros servicios de emergencias.
Así, esta detención hubiera sido imposible sin el coraje y la determinación de los bomberos de Torrelavega, además, como consecuencia de esta intervención tres Agentes de Policía Local debieron ser atendidos por los servicios sanitarios, siendo precisamente dos de estos agentes de Policía Local quienes se aventuraron a introducirse en el domicilio, logrando reducir y detener a esta persona perturbada que puso en peligro a su familia y vecinos, y aunque nadie ha preguntado por ellos, nos complace informar de que el azar quiso que estos agentes no sufrieran dolencias graves, y dos de ellos prestaron servicio con normalidad la noche siguiente.
En una ciudad como Torrelavega, muchos servicios y actuaciones policiales tienen un final feliz gracias a la estrecha colaboración y buena sintonía existente entre los agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía que diariamente dan la cara en la calle, y por este motivo molesta especialmente el mezquino proceder que viene caracterizando a los altos rangos de la comisaría, que cotidianamente entorpecen la coordinación entre cuerpos y comprometen las intervenciones, llegando en esta ocasión a adulterar la propia realidad.
Según la APLB, otro ejemplo de injusticia se produce cada mes de septiembre, es muy triste comprobar como las celebraciones patronales de fuerzas y cuerpos de seguridad (Policías Locales, Cuerpo Nacional de Policía o Guardia Civil), se convierten en un intercambio de medallas, condecoraciones y elogios entre jefecillos, lameculos y “personal de confianza”, donde nunca falta el inconsecuente político de turno pronunciando un discurso oportunista, mientras tanto, en la vida real, sin contar con medios adecuados y ajenos al caciquismo de los altos despachos de la administración, el bienestar y la seguridad ciudadana recae sobre los sanitarios, bomberos y agentes de policía que diariamente patrullan nuestras calles, como en el caso que nos ocupa, cuando tres policías locales de Torrelavega, poniendo en grave riesgo su propia integridad, evitaron con su decidida y rápida intervención un trágico final.
Para la APLB, una noticia de este tipo siempre genera una sensación general de placidez y alivio por no tener que lamentar víctimas ni daños mayores, lo que suele ser aprovechado sin vergüenza alguna y desde la comodidad de algún despacho para saciar la ambición y autopromoción personal, pasando desapercibido el gran esfuerzo humano, que va más allá de la profesionalidad, de nuestros servicios de emergencias.
Así, esta detención hubiera sido imposible sin el coraje y la determinación de los bomberos de Torrelavega, además, como consecuencia de esta intervención tres Agentes de Policía Local debieron ser atendidos por los servicios sanitarios, siendo precisamente dos de estos agentes de Policía Local quienes se aventuraron a introducirse en el domicilio, logrando reducir y detener a esta persona perturbada que puso en peligro a su familia y vecinos, y aunque nadie ha preguntado por ellos, nos complace informar de que el azar quiso que estos agentes no sufrieran dolencias graves, y dos de ellos prestaron servicio con normalidad la noche siguiente.
En una ciudad como Torrelavega, muchos servicios y actuaciones policiales tienen un final feliz gracias a la estrecha colaboración y buena sintonía existente entre los agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía que diariamente dan la cara en la calle, y por este motivo molesta especialmente el mezquino proceder que viene caracterizando a los altos rangos de la comisaría, que cotidianamente entorpecen la coordinación entre cuerpos y comprometen las intervenciones, llegando en esta ocasión a adulterar la propia realidad.
Según la APLB, otro ejemplo de injusticia se produce cada mes de septiembre, es muy triste comprobar como las celebraciones patronales de fuerzas y cuerpos de seguridad (Policías Locales, Cuerpo Nacional de Policía o Guardia Civil), se convierten en un intercambio de medallas, condecoraciones y elogios entre jefecillos, lameculos y “personal de confianza”, donde nunca falta el inconsecuente político de turno pronunciando un discurso oportunista, mientras tanto, en la vida real, sin contar con medios adecuados y ajenos al caciquismo de los altos despachos de la administración, el bienestar y la seguridad ciudadana recae sobre los sanitarios, bomberos y agentes de policía que diariamente patrullan nuestras calles, como en el caso que nos ocupa, cuando tres policías locales de Torrelavega, poniendo en grave riesgo su propia integridad, evitaron con su decidida y rápida intervención un trágico final.
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