La Consejería de Sanidad prolongará la vacunación antigripal en todos los centros de salud durante las próximas semanas, con el fin de incrementar la cobertura de la población incluida entre los grupos de riesgo y prevenir las consecuencias adversas asociadas al virus de la gripe.
La titular de Sanidad, María Luisa Real, ha indicado que hasta el momento se han vacunado 95.700 personas, quedando todavía dosis disponibles. "Aunque inicialmente el cierre de la campaña contra la gripe estaba fijado para el 29 de diciembre, mientras dispongamos de vacunas se mantendrá la vacunación", ha señalado.
Hasta el momento el 80% de los vacunados son personas mayores de 60 años y el 54% mujeres, con una tasa de vacunación ligeramente superior a la de años anteriores.
En cuanto a la incidencia de la gripe, Real ha explicado que la tasa en Cantabria se sitúa en 45 casos por 100.000 habitantes, muy cerca de alcanzar el umbral epidémico fijado en 55 personas por 100.000 habitantes. Ha precisado que algunas zonas del área sanitaria de Torrelavega ya han superado este umbral y durante esta semana se prevé que se alcance en toda Cantabria.
La consejera de Sanidad ha recordado la importancia de la vacunación como única medida preventiva de eficacia científicamente contrastada para hacer frente a la gripe y que la administración de las vacunas se realiza mediante cita previa en los centros de salud de Atención Primaria.
Al igual que en años anteriores la vacuna antigripal está recomendada a partir de los 60 años y para quienes tengan entre 6 meses y 59 años y pertenezcan a alguno de los grupos con riesgo de graves complicaciones por la gripe, como personas con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluida la hipertensión arterial aislada) o respiratorias, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística o asma.
También se aconseja la vacunación a niños mayores de 6 meses y adultos con enfermedades metabólicas (incluida diabetes mellitus), obesidad mórbida, insuficiencia renal, hemoglobinopatías y anemias, asplenia, enfermedad hepática crónica, enfermedades neurológicas y neuromusculares graves, inmunosupresión por fármacos, trasplantes o personas VIH positivo, cáncer, fístula de líquido cefalorraquídeo, enfermedad celiaca, enfermedad inflamatoria intestinal crónica, implante coclear o en espera del mismo, o trastornos y enfermedades que conlleven disfunción cognitiva como el síndrome de Down o las demencias.
La vacunación está también indicada en mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación, así como en niños y adolescentes que reciban tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar síndrome de Reye tras la gripe.
Se insiste también en aconsejar la vacuna en personas que por su actividad puedan transmitir la gripe a quienes tienen un alto riesgo de presentar complicaciones como trabajadores y estudiantes en prácticas en los centros sanitarios; personas que trabajan en instituciones geriátricas o en centros de atención a enfermos crónicos; personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o mayores; y personas que conviven en el hogar, incluidos niños mayores de seis meses, con otras que pertenecen a alguno de los grupos de riesgo.
Otros grupos a los que se recomienda la vacunación son las personas que trabajan en servicios públicos esenciales para la comunidad, entre los que incluye a las fuerzas y cuerpos de seguridad, bomberos, servicios de protección civil y de emergencias sanitarias, así como trabajadores de instituciones penitenciarias, de otros centros de internamiento por resolución judicial y centros de acogida de inmigrantes.
También a los trabajadores expuestos directamente a aves o cerdos en granjas o explotaciones y a aves silvestres por la posibilidad de infección conjunta de virus humano y aviar o porcino.
La titular de Sanidad, María Luisa Real, ha indicado que hasta el momento se han vacunado 95.700 personas, quedando todavía dosis disponibles. "Aunque inicialmente el cierre de la campaña contra la gripe estaba fijado para el 29 de diciembre, mientras dispongamos de vacunas se mantendrá la vacunación", ha señalado.
Hasta el momento el 80% de los vacunados son personas mayores de 60 años y el 54% mujeres, con una tasa de vacunación ligeramente superior a la de años anteriores.
En cuanto a la incidencia de la gripe, Real ha explicado que la tasa en Cantabria se sitúa en 45 casos por 100.000 habitantes, muy cerca de alcanzar el umbral epidémico fijado en 55 personas por 100.000 habitantes. Ha precisado que algunas zonas del área sanitaria de Torrelavega ya han superado este umbral y durante esta semana se prevé que se alcance en toda Cantabria.
La consejera de Sanidad ha recordado la importancia de la vacunación como única medida preventiva de eficacia científicamente contrastada para hacer frente a la gripe y que la administración de las vacunas se realiza mediante cita previa en los centros de salud de Atención Primaria.
Al igual que en años anteriores la vacuna antigripal está recomendada a partir de los 60 años y para quienes tengan entre 6 meses y 59 años y pertenezcan a alguno de los grupos con riesgo de graves complicaciones por la gripe, como personas con enfermedades crónicas cardiovasculares (excluida la hipertensión arterial aislada) o respiratorias, incluyendo displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística o asma.
También se aconseja la vacunación a niños mayores de 6 meses y adultos con enfermedades metabólicas (incluida diabetes mellitus), obesidad mórbida, insuficiencia renal, hemoglobinopatías y anemias, asplenia, enfermedad hepática crónica, enfermedades neurológicas y neuromusculares graves, inmunosupresión por fármacos, trasplantes o personas VIH positivo, cáncer, fístula de líquido cefalorraquídeo, enfermedad celiaca, enfermedad inflamatoria intestinal crónica, implante coclear o en espera del mismo, o trastornos y enfermedades que conlleven disfunción cognitiva como el síndrome de Down o las demencias.
La vacunación está también indicada en mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación, así como en niños y adolescentes que reciban tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar síndrome de Reye tras la gripe.
Se insiste también en aconsejar la vacuna en personas que por su actividad puedan transmitir la gripe a quienes tienen un alto riesgo de presentar complicaciones como trabajadores y estudiantes en prácticas en los centros sanitarios; personas que trabajan en instituciones geriátricas o en centros de atención a enfermos crónicos; personas que proporcionen cuidados domiciliarios a pacientes de alto riesgo o mayores; y personas que conviven en el hogar, incluidos niños mayores de seis meses, con otras que pertenecen a alguno de los grupos de riesgo.
Otros grupos a los que se recomienda la vacunación son las personas que trabajan en servicios públicos esenciales para la comunidad, entre los que incluye a las fuerzas y cuerpos de seguridad, bomberos, servicios de protección civil y de emergencias sanitarias, así como trabajadores de instituciones penitenciarias, de otros centros de internamiento por resolución judicial y centros de acogida de inmigrantes.
También a los trabajadores expuestos directamente a aves o cerdos en granjas o explotaciones y a aves silvestres por la posibilidad de infección conjunta de virus humano y aviar o porcino.
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