La cadena de distribución Mercadona tendrá que conceder la jornada reducida que había negado a una trabajadora en Cantabria, madre de un niño con discapacidad.
Tras un encuentro entre ambas partes del conflicto ante el juez, Mercadona ha acabado por aceptar la reducción de la jornada de la trabajadora tras el previsible fallo en contra que se produciría de continuar la contienda en los tribunales.
El acuerdo lo ha hecho público este miércoles el sindicato MAYSA en una rueda de prensa que se ha desarrollado en la sede de Izquierda Unida en Cantabria, partido que ha respaldado las reivindicaciones de los trabajadores de esta gran cadena.
Desde el sindicato recordaban el historial de acoso y hostigamiento a las trabajadoras que se está produciendo en los centros de Mercadona en Cantabria, en especial en el del polígono La Esprilla de Camargo.
El sindicato valoraba esta "victoria" frente a una empresa que hasta la fecha se había caracterizado por la falta de diálogo, que había “obligado” a la representación sindical a acudir “en busca de protección” a otras instancias como la Inspección de Trabajo o los propios tribunales.
En este sentido, recuerdan a Mercadona que existen más denuncias sobre sobre el "maltrato a los trabajadores" por lo que instaban a la empresa a "reconducir" su postura. Dentro de los casos abiertos por vulneración de derechos de Mercadona en Cantabria y toda España, "sólo MAYSA tiene abiertos 9 casos en la inspección de trabajo en tres tiendas -en El Alisal, la calle Castilla de Santander y en Igollo de Camargo- de la comunidad " y, avisan, de que "si la empresa no revierte su posición acudirán hasta el final, incluido los tribunales".
En la misma línea, Izquierda Unida exigía a Mercadona que cumpla con la legislación laboral y el convenio colectivo.
"Un milagro basado en la explotación"
La líder de IU Cantabria, Leticia Martínez, recordaba que Mercadona, con 11 centros de trabajo en la comunidad autónoma y una plantilla de 500 personas, es la principal marca española en materia de distribución alimentaria y del hogar, con un crecimiento muy rápido.
Y aseguraba que el “truco” de este “milagro del crecimiento vertiginoso” es la “explotación de las trabajadoras, sometidas a presiones psicológicas, vejaciones y recortes en sus derechos laborales” en una tendencia que asegura que se viene reproduciendo en todos los sectores, en especial a raíz de la crisis.
En este sentido, se refería a la situación de la trabajadora denunciante, y recriminaba a Mercadona que se haya “negado a cumplir la ley y facilitar la reducción de jornada hasta que las trabajadoras se han organizado”.
Finalmente, Leticia Martínez recalcaba que este era su primer acto desde que el pasado fin de semana se convirtiera en la nueva coordinadora de Izquierda Unida en Cantabria, y explicaba que su objetivo en esta nueva etapa es precisamente " defender los intereses de la clase trabajadora, atender a sus demandas, hacerlas nuestras y ofrecer toda nuestra disposición a estar a su lado en este camino que han emprendido con valentía", citando casos como los de las trabajadoras de la conservera Sistemas Britor, los empleados del CAD de Sierrallana y los estibadores, entre otros.
Tras un encuentro entre ambas partes del conflicto ante el juez, Mercadona ha acabado por aceptar la reducción de la jornada de la trabajadora tras el previsible fallo en contra que se produciría de continuar la contienda en los tribunales.
El acuerdo lo ha hecho público este miércoles el sindicato MAYSA en una rueda de prensa que se ha desarrollado en la sede de Izquierda Unida en Cantabria, partido que ha respaldado las reivindicaciones de los trabajadores de esta gran cadena.
Desde el sindicato recordaban el historial de acoso y hostigamiento a las trabajadoras que se está produciendo en los centros de Mercadona en Cantabria, en especial en el del polígono La Esprilla de Camargo.
El sindicato valoraba esta "victoria" frente a una empresa que hasta la fecha se había caracterizado por la falta de diálogo, que había “obligado” a la representación sindical a acudir “en busca de protección” a otras instancias como la Inspección de Trabajo o los propios tribunales.
En este sentido, recuerdan a Mercadona que existen más denuncias sobre sobre el "maltrato a los trabajadores" por lo que instaban a la empresa a "reconducir" su postura. Dentro de los casos abiertos por vulneración de derechos de Mercadona en Cantabria y toda España, "sólo MAYSA tiene abiertos 9 casos en la inspección de trabajo en tres tiendas -en El Alisal, la calle Castilla de Santander y en Igollo de Camargo- de la comunidad " y, avisan, de que "si la empresa no revierte su posición acudirán hasta el final, incluido los tribunales".
En la misma línea, Izquierda Unida exigía a Mercadona que cumpla con la legislación laboral y el convenio colectivo.
"Un milagro basado en la explotación"
La líder de IU Cantabria, Leticia Martínez, recordaba que Mercadona, con 11 centros de trabajo en la comunidad autónoma y una plantilla de 500 personas, es la principal marca española en materia de distribución alimentaria y del hogar, con un crecimiento muy rápido.
Y aseguraba que el “truco” de este “milagro del crecimiento vertiginoso” es la “explotación de las trabajadoras, sometidas a presiones psicológicas, vejaciones y recortes en sus derechos laborales” en una tendencia que asegura que se viene reproduciendo en todos los sectores, en especial a raíz de la crisis.
En este sentido, se refería a la situación de la trabajadora denunciante, y recriminaba a Mercadona que se haya “negado a cumplir la ley y facilitar la reducción de jornada hasta que las trabajadoras se han organizado”.
Finalmente, Leticia Martínez recalcaba que este era su primer acto desde que el pasado fin de semana se convirtiera en la nueva coordinadora de Izquierda Unida en Cantabria, y explicaba que su objetivo en esta nueva etapa es precisamente " defender los intereses de la clase trabajadora, atender a sus demandas, hacerlas nuestras y ofrecer toda nuestra disposición a estar a su lado en este camino que han emprendido con valentía", citando casos como los de las trabajadoras de la conservera Sistemas Britor, los empleados del CAD de Sierrallana y los estibadores, entre otros.
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