El Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla ha colaborado en un proyecto de investigación del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC, del Instituto de Salud Carlos III) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que ha descubierto que el control eficaz de la hipertensión arterial mediante el uso de fármacos antihipertensivos evita el desarrollo del hematoma intramural, una enfermedad de la aorta grave y potencialmente mortal.
El doctor Juan Francisco Nistal, cirujano cardiovascular de Valdecilla que ha participado en este estudio, ha explicado que el hematoma intramural consiste en una acumulación de sangre dentro de la pared de la aorta, que en su fase aguda puede reabsorberse espontáneamente o evolucionar con rapidez hacia la producción de una complicación catastrófica que a menudo le cuesta la vida al paciente. Si se supera la fase aguda, la evolución más común a largo plazo es hacia el desarrollo de un aneurisma, es decir, una dilatación de la aorta que puede provocar su rotura, ha precisado.
Según el doctor Nistal, esta investigación ha permitido profundizar en los mecanismos moleculares involucrados en la formación y evolución del hematoma intramural, descubriendo que la presión arterial elevada es el detonante de esta patología.
El doctor Juan Francisco Nistal, cirujano cardiovascular de Valdecilla que ha participado en este estudio, ha explicado que el hematoma intramural consiste en una acumulación de sangre dentro de la pared de la aorta, que en su fase aguda puede reabsorberse espontáneamente o evolucionar con rapidez hacia la producción de una complicación catastrófica que a menudo le cuesta la vida al paciente. Si se supera la fase aguda, la evolución más común a largo plazo es hacia el desarrollo de un aneurisma, es decir, una dilatación de la aorta que puede provocar su rotura, ha precisado.
Según el doctor Nistal, esta investigación ha permitido profundizar en los mecanismos moleculares involucrados en la formación y evolución del hematoma intramural, descubriendo que la presión arterial elevada es el detonante de esta patología.
En este sentido, ha puesto en valor la importancia de este trabajo, publicado en 'Nature Communications', ya que tanto el hematoma intramural como el aneurisma, aunque son patologías indolentes que ocasionan una sintomatología mínima o casi nula, "requieren un diagnóstico precoz y certero, un seguimiento riguroso tras su detección y un tratamiento adecuado por el riesgo de evolucionar a complicaciones catastróficas de la aorta".
En relación con su tratamiento, ha apuntado que actualmente no existen tratamientos farmacológicos validados que prevengan la evolución desfavorable, siendo la cirugía la única opción eficaz, particularmente para los hematomas de mayor tamaño y los que afectan a segmentos iniciales de la aorta.
Gracias a este estudio, disponemos de un buen modelo preclínico de hematoma intramural, que va a permitir estudiar en mayor detalle los mecanismos involucrados en su evolución y empezar a evaluar fármacos que la frenen, ha concluido.
En relación con su tratamiento, ha apuntado que actualmente no existen tratamientos farmacológicos validados que prevengan la evolución desfavorable, siendo la cirugía la única opción eficaz, particularmente para los hematomas de mayor tamaño y los que afectan a segmentos iniciales de la aorta.
Gracias a este estudio, disponemos de un buen modelo preclínico de hematoma intramural, que va a permitir estudiar en mayor detalle los mecanismos involucrados en su evolución y empezar a evaluar fármacos que la frenen, ha concluido.
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