Los sindicatos UGT y CCOO han convocado una huelga el jueves 4 de junio en la cadena de supermercados Lidl para forzar a la empresa a aplicar una serie de medidas protección y garantizar una desescalada segura para la plantilla y para compensar su esfuerzo durante la crisis sanitaria del Covid-19.
Los dos sindicatos convocan una huelga general el 4 de junio que afectará a todos los establecimiento de la multinacional en España, 8 de ellos en Cantabria, que cuentan con una plantilla de 200 trabajadores.
Según UGT y CCOO, “la negativa de Lidl a aplicar estas medidas que reduzcan los riesgos a los que está expuesta la plantilla” ha forzado a los dos sindicatos a convocar el paro, tras ser rechazadas sus propuestas por la empresa.
Ambos sindicatos reclaman reforzar la vigilancia en las tiendas, más horas de contrato para equilibrar la carga de trabajo, aplicar el protocolo de seguridad en la venta de productos textiles y el abono de las horas complementarias acordadas al 150% y la consolidación de las acumuladas en los dos últimos años.
UGT y CCOO critican a Lidl por rechazar sus reivindicaciones y, sin embargo, sí haber firmado un acuerdo en el mismo sentido en el País Vasco, “un acuerdo exclusivo que supone que la empresa divide a su plantilla en trabajadores de primera y trabajadores de segunda”.
Los dos sindicatos convocan una huelga general el 4 de junio que afectará a todos los establecimiento de la multinacional en España, 8 de ellos en Cantabria, que cuentan con una plantilla de 200 trabajadores.
Según UGT y CCOO, “la negativa de Lidl a aplicar estas medidas que reduzcan los riesgos a los que está expuesta la plantilla” ha forzado a los dos sindicatos a convocar el paro, tras ser rechazadas sus propuestas por la empresa.
Ambos sindicatos reclaman reforzar la vigilancia en las tiendas, más horas de contrato para equilibrar la carga de trabajo, aplicar el protocolo de seguridad en la venta de productos textiles y el abono de las horas complementarias acordadas al 150% y la consolidación de las acumuladas en los dos últimos años.
UGT y CCOO critican a Lidl por rechazar sus reivindicaciones y, sin embargo, sí haber firmado un acuerdo en el mismo sentido en el País Vasco, “un acuerdo exclusivo que supone que la empresa divide a su plantilla en trabajadores de primera y trabajadores de segunda”.
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