domingo, 31 de mayo de 2020

Santander: El Día Mundial sin Tabaco se centra este año en proteger a la juventud de la influencia de la industria


Como cada año, este domingo 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco, organizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y centrado en esta ocasión a proteger a la juventud de la publicidad de la industria y evitar que consuman tabaco y nicotina.
Según recuerda la OMS, el tabaco está relacionado con más de 8 millones de fallecimientos al año en todo el mundo; la mayoría de estas muertes se deben a un consumo directo, pero se estima que más de un millón de personas fallecen como consecuencia de la exposición indirecta al humo de segunda mano. Fumar está vinculado a una mayor incidencia y gravedad de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cáncer, diabetes…
La juventud está especialmente expuesta a este hábito nocivo para la salud. Según la encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias de 2018/2019, el 26,7% de los escolares de 14 a 18 años había consumido tabaco en los últimos 30 días, y el 9,8% fumaba diariamente. Esta frecuencia se ha ido reduciendo desde 1994, pero en los últimos años han irrumpido con fuerza otras formas de consumo, con protagonismo de un gran incremento en el uso de cigarrillos electrónicos (casi uno de cada dos escolares lo ha utilizado alguna vez, según la citada encuesta).
Iñaki Galán, investigador del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) del ISCIII, lleva años estudiando la relación entre tabaco y salud, ya que el CNE tiene una línea de investigación especialmente dedicada a ello en el Departamento de Enfermedades Crónicas. Según recuerda, el riesgo de que los cigarrillos electrónicos puedan ser la puerta de entrada al consumo de tabaco convencional y el incremento de patologías respiratorias y cardiovasculares relacionadas con el uso de estos dispositivos, han puesto en guardia a las autoridades sanitarias para prevenir su utilización.
El tabaco causaría cerca de 60.000 fallecidos al año en España
Las consecuencias para la salud del consumo de tabaco siguen siendo muy preocupantes. El Centro Nacional de Epidemiología, ha participado en un estudio, junto con otras instituciones coordinadas por la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), de carga de enfermedad atribuible al tabaquismo en España publicado este año. La investigación estima que en el año 2016 el tabaquismo causó más de 55.000 muertes, una cifra que supone uno de cada siete fallecidos durante ese año.
La industria tabacalera y otras industrias relacionadas utilizan una mercadotecnia ordenada, agresiva y sostenida para atraer a las nuevas generaciones al consumo de sus productos. Entre ellas destacan la introducción de sabores atractivos en productos de tabaco sin humo, como pipas de agua y cigarrillos electrónicos; anuncios y exhibición de productos de tabaco en películas y programas de televisión; promoción de productos a través de redes sociales mediante 'influencers' digitales financiados por la industria; concesión de becas de estudios, etc.
Además, la industria relacionada con los productos de tabaco trata, al defender sus intereses, de generar controversia científica, y la pandemia por COVID-19 no ha sido ajena a ello. Hace unas semanas, un estudio francés publicado sin evaluación externa en forma de 'preprint' planteaba la hipótesis especulativa de que la nicotina podía tener un efecto terapéutico sobre esta enfermedad al disminuir los casos en los que hay inflamación grave. De hecho, la OMS ha advertido de los riesgos que puede tener el consumo de tabaco en relación con la COVID-19; Galán coincide con la OMS en que una de las medidas preventivas más importantes para evitar una grave progresión de la enfermedad es no consumir tabaco.

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