Santander: CCOO alerta de la subida de tasas y posibles despidos si se privatiza el aeropuerto

La Federación de Servicios a la Ciudadanía, (FSC) de CCOO de Cantabria ha advertido que si la gestión del aeropuerto de Santander se privatiza repercutirá negativamente tanto a los empleados que trabajan en las instalaciones aéreas de Cantabria, porque se producirán despidos o traslados forzosos a otras regiones, como a los usuarios y pasajeros, por la subida de tasas para “compensar” el déficit que “arrastra el aeropuerto”.
El sindicato, que celebra la decisión del Gobierno de paralizar la privatización pero considera insuficiente la medida, ha explicado que actualmente hay varios aeropuertos en España que están libres de déficit debido al número de vuelos, frecuencias y pasajeros anuales que registran, pero “hay una gran mayoría de terminales” que cierran sus cuentas anuales con pérdidas, incluida la de Santander.
Así, Aena, como empresa pública hace una “media equilibrada” entre los aeropuertos con deuda y los que no la tienen y estiman el valor de las tasas y los billetes de “manera parecida” en todas las ciudades que tienen aeropuerto, “pero si la gestión pasa a manos privadas el aeropuerto de Santander sufriría un gran incremento en el precio de las tasas y de los billetes”, y dejaría de tener la calificación de “aeropuerto medio” para “bajar en el escalafón a aeropuerto bajo”, ha dicho CCOO.
El sindicato ha señalado que si la categoría de Santander desciende repercutirá en el número de trabajadores de la plantilla así como en el número de frecuencias y vuelos que “disminuirán de manera considerable” y dejaría a la ciudad en una situación de “pérdida de competencia” ante otras regiones cercanas que actualmente tienen más destinos y frecuencias de vuelos como puede ser Bilbao .
CCOO ha anunciado que continuará con las movilizaciones hasta lograr la paralización definitiva y ha instado al Ministerio de Fomento a que reoriente la política en la empresa pública gestora de los aeropuertos y la ponga al servicio del desarrollo económico y la creación de empleo, una cuestión “totalmente incompatible” con la privatización.