Comisiones Obreras de Cantabria (CCOO) ha lamentado hoy el catastrófico pero previsible aumento del desempleo experimentado en el mes de abril en la región, con un 7,4% más de personas desempleadas, más de 3.000 (3.027) con respecto al mes anterior y como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por el COVID 19.
El sindicato ha hecho hincapié especialmente en el importante retroceso de los contratos, pues se han firmado 22.315 menos que el año anterior, una cifra abrumadora que pone en evidencia la necesidad de urgir medidas que paralicen la destrucción de empleo que, de no poner remedio, se sucederá en los próximos meses.
Para Laura Lombilla, secretaria de Empleo de CCOO de Cantabria, “el descenso de los contratos firmados refleja de manera impecable el frenazo que está experimentando la economía. Es necesario que en la reconstrucción que comienza paulatinamente con la desescalada tengamos claro que hay que implementar cuantas medidas y ayudas sean necesarias para salir de esta crisis lo antes posible y sin que las consecuencias las paguen de nuevo los y las trabajadoras”.
Hay que recordar que, tal como ocurría con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Primer Trimestre de 2020 y que conocíamos hace unos días, en esta abrumadora subida en el número de personas desempleadas no se recogen los y las trabajadoras afectadas por Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE), que se encuentran en sus casas sin trabajar y que darían una cifra mucho mayor. En este sentido, CCOO ha apuntado que, según el Servicio Cántabro de Empleo (SCE), el número de demandantes de empleo no parados en ERTE asciende a casi 28.000 personas, lo que supone que un 33,58% de todas las personas demandantes de empleo no paradas.
“Esto supone que los ERTE están aliviando la dimensión real de la crisis pero no podemos olvidar que esas más de 3.000 personas han perdido su trabajo y que la destrucción del empleo es más que evidente”, ha señalado Lombilla, que ha añadido que “a esto se suma otras cifras que son muy desalentadoras como la pérdida de afiliados a la Seguridad Social, 5.910 menos en abril, o el aumento de las prestaciones”.
En este sentido, CCOO ha sido rotundo y ha abogado por una continuación de los ERTE en las actividades que no se puedan recuperar de manera inmediata. Para ello, es necesario seguir negociando para que se adapten a las circunstancias más allá del Estado de Alarma y, así, no haya un descalabro ni una sangría en la destrucción del empleo.
El sindicato ha hecho hincapié especialmente en el importante retroceso de los contratos, pues se han firmado 22.315 menos que el año anterior, una cifra abrumadora que pone en evidencia la necesidad de urgir medidas que paralicen la destrucción de empleo que, de no poner remedio, se sucederá en los próximos meses.
Para Laura Lombilla, secretaria de Empleo de CCOO de Cantabria, “el descenso de los contratos firmados refleja de manera impecable el frenazo que está experimentando la economía. Es necesario que en la reconstrucción que comienza paulatinamente con la desescalada tengamos claro que hay que implementar cuantas medidas y ayudas sean necesarias para salir de esta crisis lo antes posible y sin que las consecuencias las paguen de nuevo los y las trabajadoras”.
Hay que recordar que, tal como ocurría con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del Primer Trimestre de 2020 y que conocíamos hace unos días, en esta abrumadora subida en el número de personas desempleadas no se recogen los y las trabajadoras afectadas por Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE), que se encuentran en sus casas sin trabajar y que darían una cifra mucho mayor. En este sentido, CCOO ha apuntado que, según el Servicio Cántabro de Empleo (SCE), el número de demandantes de empleo no parados en ERTE asciende a casi 28.000 personas, lo que supone que un 33,58% de todas las personas demandantes de empleo no paradas.
“Esto supone que los ERTE están aliviando la dimensión real de la crisis pero no podemos olvidar que esas más de 3.000 personas han perdido su trabajo y que la destrucción del empleo es más que evidente”, ha señalado Lombilla, que ha añadido que “a esto se suma otras cifras que son muy desalentadoras como la pérdida de afiliados a la Seguridad Social, 5.910 menos en abril, o el aumento de las prestaciones”.
En este sentido, CCOO ha sido rotundo y ha abogado por una continuación de los ERTE en las actividades que no se puedan recuperar de manera inmediata. Para ello, es necesario seguir negociando para que se adapten a las circunstancias más allá del Estado de Alarma y, así, no haya un descalabro ni una sangría en la destrucción del empleo.
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