Al término de la concentración silenciosa que han encabezado en el exterior de la sede del Gobierno en Peña Herbosa y en la que han estado acompaños por varias decenas de empleados públicos, el presidente y la vicepresidenta han coincidido en la dificultad que implica hacer frente a este nuevo formato de terrorismo yihadista y han apelado a la unidad de las naciones y a la cooperación internacional como herramientas fundamentales para erradicarlo.
Revilla considera que el origen de esta "perturbación mental" está en una educación cargada de "fanatismo ideológico y religioso", y que es ahí precisamente, en el origen, donde hay que empezar a trabajar para corregirlo.
"Condenarlo con toda contundencia, solidarizarnos con las víctimas y sobre todo con Bélgica, porque en esto todos estamos en el mismo barco y ningún país está exento de que nos pueda ocurrir a nosotros", ha dicho el presidente, además de instar a "dirigentes y pensantes" a la búsqueda de "métodos desconocidos hasta ahora" para combatir esta nueva "especie" de terrorismo que no se ajusta a los parámetros tradicionales desde el momento en el que los terroristas se autoinmolan para cometer los atentados.
Por su parte, Díaz Tezanos ha expresado la "repulsa más absoluta" a la barbarie yihadista que, a su juicio, hay que contrarrestar desde la "firmeza de los gobiernos" y el Estado de Derecho.
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