Las organizaciones sindicales CCOO, UGT y USO apoyan la convocatoria de la Confederación Sindical Internacional (CSI) del Día Mundial de Acción Climática en los Centros de Trabajo para el 26 de junio, que tiene por objetivo sensibilizar a empresas y trabajadoras y trabajadores de la necesidad de adaptar los centros de trabajo a las consecuencias del cambio climático, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evaluar los impactos de las empresas en el medio ambiente.
Las tres organizaciones sindicales, como miembros de la CSI, se implican en esta acción trasladando miles de cartas a los centros de trabajo en las que se indica la necesidad de establecer reuniones entre representantes de la empresa y de las trabajadoras y los trabajadores, estableciendo Comisiones de Medio Ambiente en las que evaluar el impacto medioambiental de su actividad y acordar e implantar medidas sobre mitigación y adaptación al cambio climático.
Las consecuencias del cambio climático se están manifestando de manera cada vez más evidente, corroborando los informes elaborados por la comunidad científica que reclaman la necesidad de implementar medidas ambiciosas de manera inmediata, tanto para adaptarnos a estos cambios como para mitigarlos, si no queremos encontrarnos ante una situación irreversible en las próximas décadas. Como señaló la CSI, durante la COP21 de París, cuando reclamó a los líderes mundiales mayor ambición y compromiso: “No habrá empleos en un planeta muerto”.
Esta necesaria transición ecológica va a transformar profundamente los sectores económicos en nuestro país. Se tiene que ver como una oportunidad de transformar
profundamente los sectores económicos en nuestro país. Se tiene que ver como una oportunidad de transformar y crear sectores más sostenibles y empleos verdes y de calidad. Pero también va a afectar negativamente, llevando a cabo la destrucción de puestos de trabajo. Por ello, son necesarias políticas de transición justa que garanticen medidas y protección a los trabajadores afectados y faciliten alternativas para el empleo y el desarrollo económico de sectores y territorios a través de empleo verde y decente.
La sociedad y las empresas deben implicarse intensamente en cambiar modos de producir y consumir que perjudican al clima y el medio ambiente. Es necesario incorporar la transición ecológica en la agenda de la negociación con las empresas y las administraciones, porque la participación y el dialogo debe ser una seña de identidad de un proceso que requiere de mucha pedagogía y complicidad para llevarse a cabo con eficacia y éxito.
Nos enfrentamos a una crisis climática sin precedentes, que está afectando ya a millones de empleos en el mundo y en nuestro país. Los trabajadores y las trabajadoras estamos en primera línea en cuanto al cambio climático, y por ello, debemos ser motores para una transición justa y ordenada. Nos quedan apenas 11 años para estabilizar el planeta con un incremento máximo de la temperatura de 1,5ºC y en esa misión debemos crear alianzas con otras organizaciones para conseguir una transición justa en la que no se quede nadie atrás.
La celebración del Día Mundial de Acción Climática en los Centros de Trabajo, este 26 de junio, debe servir para impulsar y situar en el debate la importancia de adaptar las empresas desde ya hacia otro modelo de producción más sostenible, que es garantía de estabilidad y de futuro verdes y de calidad. Pero también va a afectar negativamente, llevando a cabo la destrucción de puestos de trabajo. Por ello, son necesarias políticas de transición justa que garanticen medidas y protección a los trabajadores afectados y faciliten alternativas para el empleo y el desarrollo económico de sectores y territorios a través de empleo verde y decente.
La sociedad y las empresas deben implicarse intensamente en cambiar modos de producir y consumir que perjudican al clima y el medio ambiente. Es necesario incorporar la transición ecológica en la agenda de la negociación con las empresas y las administraciones, porque la participación y el dialogo debe ser una seña de identidad de un proceso que requiere de mucha pedagogía y complicidad para llevarse a cabo con eficacia y éxito.
Las tres organizaciones sindicales, como miembros de la CSI, se implican en esta acción trasladando miles de cartas a los centros de trabajo en las que se indica la necesidad de establecer reuniones entre representantes de la empresa y de las trabajadoras y los trabajadores, estableciendo Comisiones de Medio Ambiente en las que evaluar el impacto medioambiental de su actividad y acordar e implantar medidas sobre mitigación y adaptación al cambio climático.
Las consecuencias del cambio climático se están manifestando de manera cada vez más evidente, corroborando los informes elaborados por la comunidad científica que reclaman la necesidad de implementar medidas ambiciosas de manera inmediata, tanto para adaptarnos a estos cambios como para mitigarlos, si no queremos encontrarnos ante una situación irreversible en las próximas décadas. Como señaló la CSI, durante la COP21 de París, cuando reclamó a los líderes mundiales mayor ambición y compromiso: “No habrá empleos en un planeta muerto”.
Esta necesaria transición ecológica va a transformar profundamente los sectores económicos en nuestro país. Se tiene que ver como una oportunidad de transformar
profundamente los sectores económicos en nuestro país. Se tiene que ver como una oportunidad de transformar y crear sectores más sostenibles y empleos verdes y de calidad. Pero también va a afectar negativamente, llevando a cabo la destrucción de puestos de trabajo. Por ello, son necesarias políticas de transición justa que garanticen medidas y protección a los trabajadores afectados y faciliten alternativas para el empleo y el desarrollo económico de sectores y territorios a través de empleo verde y decente.
La sociedad y las empresas deben implicarse intensamente en cambiar modos de producir y consumir que perjudican al clima y el medio ambiente. Es necesario incorporar la transición ecológica en la agenda de la negociación con las empresas y las administraciones, porque la participación y el dialogo debe ser una seña de identidad de un proceso que requiere de mucha pedagogía y complicidad para llevarse a cabo con eficacia y éxito.
Nos enfrentamos a una crisis climática sin precedentes, que está afectando ya a millones de empleos en el mundo y en nuestro país. Los trabajadores y las trabajadoras estamos en primera línea en cuanto al cambio climático, y por ello, debemos ser motores para una transición justa y ordenada. Nos quedan apenas 11 años para estabilizar el planeta con un incremento máximo de la temperatura de 1,5ºC y en esa misión debemos crear alianzas con otras organizaciones para conseguir una transición justa en la que no se quede nadie atrás.
La celebración del Día Mundial de Acción Climática en los Centros de Trabajo, este 26 de junio, debe servir para impulsar y situar en el debate la importancia de adaptar las empresas desde ya hacia otro modelo de producción más sostenible, que es garantía de estabilidad y de futuro verdes y de calidad. Pero también va a afectar negativamente, llevando a cabo la destrucción de puestos de trabajo. Por ello, son necesarias políticas de transición justa que garanticen medidas y protección a los trabajadores afectados y faciliten alternativas para el empleo y el desarrollo económico de sectores y territorios a través de empleo verde y decente.
La sociedad y las empresas deben implicarse intensamente en cambiar modos de producir y consumir que perjudican al clima y el medio ambiente. Es necesario incorporar la transición ecológica en la agenda de la negociación con las empresas y las administraciones, porque la participación y el dialogo debe ser una seña de identidad de un proceso que requiere de mucha pedagogía y complicidad para llevarse a cabo con eficacia y éxito.
Nos enfrentamos a una crisis climática sin precedentes, que está afectando ya a millones de empleos en el mundo y en nuestro país. Los trabajadores y las trabajadoras estamos en primera línea en cuanto al cambio climático, y por ello, debemos ser motores para una transición justa y ordenada. Nos quedan apenas 11 años para estabilizar el planeta con un incremento máximo de la temperatura de 1,5ºC y en esa misión debemos crear alianzas con otras organizaciones para conseguir una transición justa en la que no se quede nadie atrás.
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