El Partido Popular de Cantabria ha lamentado la falta de respuesta del secretario general de los socialistas cántabros, Pablo Zuloaga, ante la noticia de que la Fiscalía ha advertido indicios de delito en la gestión de los contratos del Servicio Cántabro de Salud (SCS).
Según el portavoz del partido, Íñigo Fernández, “Zuloaga ha tirado por el suelo el nivel ético del nuevo PSOE”, tras considerar que “no hay ningún motivo” para la dimisión de la consejera de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Luisa Real. “Por tapar y encubrir a Luisa Real, a lo mejor quien va a tener que dimitir es él”.
“No tiene credibilidad, desde el primer día ha formado parte de la operación de encubrimiento del escándalo”, asegura Íñigo Fernández, porque “tan pronto como Luisa Real conoció la denuncia de la funcionaria, Zuloaga lideró una estrategia para tapar, ocultar y esconder las irregularidades”.
“Su objetivo nunca ha sido investigar, su objetivo ha sido proteger a una consejera manchada y ha estado en esto desde el primer minuto, porque la operación para relevar a la cúpula de intervención que ya estaba investigando se diseñó desde Bonifaz con él y Sota al frente”, ha señalado Fernández.
Para el PP, Zuloaga no puede pedir la dimisión porque el Partido Socialista “está metido hasta las trancas”. Las responsabilidades penales serán las que tengan que ser, pero Luisa Real tiene una responsabilidad política porque ella fue quien nombró a los responsables del SCS, consintió los trapicheos y cuando los conoció a través de la denuncia de la funcionaria y del PP trató de echar tierra.
Fernández se ha preguntado dónde está la regeneración democrática y el nivel de exigencia ética del nuevo PSOE, porque María Luisa Real es la primera responsable política de un departamento investigado por el juez por presunta corrupción y sigue al frente de ese departamento.
Además, ha afirmado que ahora los grupos minoritarios se echan las manos a la cabeza, pero hace tres días le han dado un salvoconducto al Gobierno para aprobar un presupuesto que pone en manos de María Luisa Real y del PSOE 900 millones de euros.
“Algunos que se rasgan ahora las vestiduras han pactado un presupuesto que pone 900 millones de euros en manos de una consejera intoxicada y contaminada por las irregularidades en las contrataciones del Servicio Cántabro de Salud y con una gestión reprobada políticamente y que ahora está en los tribunales”, ha añadido.
Según el portavoz del partido, Íñigo Fernández, “Zuloaga ha tirado por el suelo el nivel ético del nuevo PSOE”, tras considerar que “no hay ningún motivo” para la dimisión de la consejera de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Luisa Real. “Por tapar y encubrir a Luisa Real, a lo mejor quien va a tener que dimitir es él”.
“No tiene credibilidad, desde el primer día ha formado parte de la operación de encubrimiento del escándalo”, asegura Íñigo Fernández, porque “tan pronto como Luisa Real conoció la denuncia de la funcionaria, Zuloaga lideró una estrategia para tapar, ocultar y esconder las irregularidades”.
“Su objetivo nunca ha sido investigar, su objetivo ha sido proteger a una consejera manchada y ha estado en esto desde el primer minuto, porque la operación para relevar a la cúpula de intervención que ya estaba investigando se diseñó desde Bonifaz con él y Sota al frente”, ha señalado Fernández.
Para el PP, Zuloaga no puede pedir la dimisión porque el Partido Socialista “está metido hasta las trancas”. Las responsabilidades penales serán las que tengan que ser, pero Luisa Real tiene una responsabilidad política porque ella fue quien nombró a los responsables del SCS, consintió los trapicheos y cuando los conoció a través de la denuncia de la funcionaria y del PP trató de echar tierra.
Fernández se ha preguntado dónde está la regeneración democrática y el nivel de exigencia ética del nuevo PSOE, porque María Luisa Real es la primera responsable política de un departamento investigado por el juez por presunta corrupción y sigue al frente de ese departamento.
Además, ha afirmado que ahora los grupos minoritarios se echan las manos a la cabeza, pero hace tres días le han dado un salvoconducto al Gobierno para aprobar un presupuesto que pone en manos de María Luisa Real y del PSOE 900 millones de euros.
“Algunos que se rasgan ahora las vestiduras han pactado un presupuesto que pone 900 millones de euros en manos de una consejera intoxicada y contaminada por las irregularidades en las contrataciones del Servicio Cántabro de Salud y con una gestión reprobada políticamente y que ahora está en los tribunales”, ha añadido.
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