La aprobación de medidas excepcionales para mantener el empleo mediante prestaciones especiales por ERTE provocó un aluvión de solicitudes en el SEPE. La plantilla, previamente diezmada, teletrabajando con sus propios medios y reforzada mínimamente y a última hora, ha vivido su propio calvario. Marisa Pérez, delegada sindical de USO en el SEPE pone voz a las frustraciones de todos los trabajadores del organismo.
Marisa lleva 34 años en el SEPE, en una oficina de Barcelona. Es, además, secretaria de Organización y Finanzas de la Federación de Atención a la Ciudadanía de la USOC. Durante la pandemia, como ha ocurrido en el resto de los sectores públicos esenciales, dejó la labor sindical “para su tiempo libre” y se incorporó a su puesto de trabajo.
Estas son algunas de las reflexiones a las que pone voz. Un sentimiento compartido con la gran mayoría de sus compañeros. La plantilla del SEPE ha estado estos tres meses, y sigue estando, de escudo de las frustraciones de miles de trabajadores que han perdido su empleo y siguen sin cobrar sus prestaciones por los ERTE. La plantilla del SEPE afronta sus propias frustraciones por no contar con los medios ni con el soporte para sacar adelante la otra tragedia del coronavirus.
El personal del SEPE, trabajadores al servicio público, no legisladores
Me dirijo a todas y cada una de las personas que han sido, son y serán usuarios y usuarias del servicio público de empleo estatal, SEPE, antiguo Inem.
Hace 34 años que trabajo en este organismo. Se gestiona el reconocimiento y abono de las prestaciones por desempleo, subsidios y todos aquellos programas de “ayudas económicas” que, a golpe de decretos, ha ido reconociendo cada Gobierno que ha pasado.
El personal del SEPE somos trabajadores y trabajadoras públicos, y eso se traduce en que cumplen y hacen cumplir las leyes y normativas que emanan del Ejecutivo: Ministerio y Dirección General.
NO elegimos las herramientas y sistemas informáticos. NO decidimos sobre los requisitos a cumplir en prestaciones o subsidios. NO podemos buscar las sustituciones para el personal que deja el organismo. NO gestionamos las líneas de organización de su trabajo.
No somos autores, somos actores.
Muy a nuestro pesar, y desde la declaración de alerta sanitaria en toda España, la situación nos ha convertido en el centro del huracán a consecuencia de los ERTE.
Errores constantes en la documentación recibida para tramitar los ERTE, piedra tras piedra para los trabajadores del SEPE
La organización y la gestión de los ERTE por causa de fuerza mayor se materializó en apenas unos días. Se optó por unas líneas de acción que no han sido las apropiadas y que han tenido una gravísima consecuencia, traducida en la generación de errores contados en miles y miles. Errores que, en un alto porcentaje, han sido provocados por las empresas y/o sus gestores, a pesar de que se niegan en redondo a reconocerlo.
Dejen que les diga que ha llegado a detectarse el mismo error en la documentación de una empresa hasta 15 veces. ¿Que el sistema elegido por nuestros directivos cabezas pensantes no es ni de lejos el mejor ? Pues sí, pero a las empresas y gestorías se les han enviado unas instrucciones de actuación, bastante simples, que aun así les han parecido muy difíciles de seguir.
Valgan algunos ejemplos: DNI erróneos; nombres y apellidos cambiados; números de cuenta de entidades bancarias desaparecidas; documentos enviados “vacíos”; columnas rellenadas y, por querer poner orden y número, descuadrando los datos restantes; enviar la relación de las personas que siguen trabajando y no enviar los realmente afectados; no comunicar que el mes en curso continúan en ERTE; comunicar que han sido reincorporados a su puesto con 45 días de demora…
6.500 personas han resuelto en menos de tres meses más de 5 millones de prestaciones de ERTE
Por eso, no se equivoquen y no juzguen al personal del SEPE. Porque no somos los culpables de los resultados de la gestión de los ERTE. Cada error se ha de solventar uno por uno, con llamadas y con correos electrónicos. Una tarea titánica, de verdad.
Sin embargo, como actores, sí somos los que hemos detectado los errores, los que hemos trazado líneas de acción dentro de nuestras posibilidades para solventar uno por uno. Fíjense: uno por uno, cada error.
Y estamos hablando de unas 6.500 personas resolviendo más de 5.000.000 (¡CINCO MILLONES!) de prestaciones (por ahora). Tirando adelante, porque jamás dejamos de pensar en las consecuencias de nuestro trabajo. De nuestro trabajo depende la estabilidad de millones de hogares.
La plantilla del SEPE: haciendo teletrabajo con sus propios medios, jornadas titánicas y ni hablar de desconexión digital para tratar de llegar a tiempo
Y es porque somos muy conscientes de la situación por lo que, desde el primer momento, dentro de las oficinas, y la gran mayoría desde nuestros domicilios, nos hemos dedicado a trabajar.
A trabajar utilizando nuestros propios medios electrónicos como el ordenador, el teléfono, wifi, la luz, mobiliario, y en encierro en una habitación, dedicando muchas horas al día y todos los días de la semana.
Por si alguien lo pone en duda, recuerden que, al utilizar herramientas informáticas y electrónicas, se deja huella y rastro que puede verificar las horas de conexión. Hemos trabajado sin levantar ojos ni cabeza.
Quizá por eso no hemos visto con tiempo lo que la ciudadanía piensa del personal del SEPE. Tampoco hemos visto ni al director del SEPE, ni a la ministra de Trabajo, ni al presidente del Gobierno apoyar y dar fe del esfuerzo que está representando para este personal. Olvidados, como siempre.
Los trabajadores del SEPE, blanco de las iras de los errores de los ERTE
Los trabajadores del SEPE solo parecemos contar para ser insultados y culpabilizados de todos los males de las prestaciones por los ERTE. También quienes tienen que defendernos están permitiendo la falta de respeto del ciudadano cuando está acusándonos de vagos, de inútiles, desalmados y muchas lindezas más. Parte de la ciudadanía que está a la espera de que se abran las oficinas con atención al público y que lleva tiempo lanzando amenazas directas, que destacan por su fiereza al hablar de armas y puños.
Cobardes nos están están llamando. Y esto, ante la dejadez absoluta de nuestros dirigentes y directivos. Hiere, porque tanto la ciudadanía como ellos tienen que saber que no somos culpables de esta situación. Tras años atendiendo al público, ¿creen que no sabemos lo que es la desesperación por perder un empleo? Créanme, es algo a lo que nunca nos acostumbramos.
Prestaciones extraordinarias que han colapsado el SEPE
Tras el colapso del sistema sanitario y las residencias para mayores que vivimos en marzo, con consecuencias trágicas, el SEPE ha sido el segundo frente del coronavirus. No han tenido que lidiar con la enfermedad, pero sí con auténticos dramas familiares, efecto del parón económico.
Todas las medidas establecidas para frenar la pérdida de empleo e ingresos recaen en los funcionarios del SEPE: utilización de la figura del ERTE por causa de fuerza mayor como el ERTE de Coronavirus; sustracción contradictoria sobre el cambio en el cómputo de las prestaciones para tramitarlas "sin hijos a cargo"...y posterior rectificación de que se reconocerían los hijos "de oficio" en la prestación por ERTE; aprobación del subsidio extraordinario para empleadas del hogar; procedimiento para el subsidio excepcional para trabajadores temporales y medidas extraordinarias para los trabajadores fijos discontinuos.
Obstáculos a los que se ha enfrentado la plantilla del SEPE para afrontar la sobrecarga de trabajo
Sin embargo, la aprobación imparable de decretos cuya tramitación caía en el SEPE no ha ido acompañada del cuidado de la plantilla que ya hay y de su refuerzo. Recordamos algunos de los principales problemas que han denunciado los trabajadores del SEPE a través de USO: el SEPE exigió una declaración jurada de no estar contagiado por coronavirus al personal interino que iba a acceder a la plantilla como refuerzo…Declaración que se retiró por las presiones de USO.
Los refuerzos se incorporaron tarde y menos trabajadores de los acordados y el SEPE planteó un retorno a las oficinas diferente a los criterios de Sanidad sobre la desescalada.
Marisa lleva 34 años en el SEPE, en una oficina de Barcelona. Es, además, secretaria de Organización y Finanzas de la Federación de Atención a la Ciudadanía de la USOC. Durante la pandemia, como ha ocurrido en el resto de los sectores públicos esenciales, dejó la labor sindical “para su tiempo libre” y se incorporó a su puesto de trabajo.
Estas son algunas de las reflexiones a las que pone voz. Un sentimiento compartido con la gran mayoría de sus compañeros. La plantilla del SEPE ha estado estos tres meses, y sigue estando, de escudo de las frustraciones de miles de trabajadores que han perdido su empleo y siguen sin cobrar sus prestaciones por los ERTE. La plantilla del SEPE afronta sus propias frustraciones por no contar con los medios ni con el soporte para sacar adelante la otra tragedia del coronavirus.
El personal del SEPE, trabajadores al servicio público, no legisladores
Me dirijo a todas y cada una de las personas que han sido, son y serán usuarios y usuarias del servicio público de empleo estatal, SEPE, antiguo Inem.
Hace 34 años que trabajo en este organismo. Se gestiona el reconocimiento y abono de las prestaciones por desempleo, subsidios y todos aquellos programas de “ayudas económicas” que, a golpe de decretos, ha ido reconociendo cada Gobierno que ha pasado.
El personal del SEPE somos trabajadores y trabajadoras públicos, y eso se traduce en que cumplen y hacen cumplir las leyes y normativas que emanan del Ejecutivo: Ministerio y Dirección General.
NO elegimos las herramientas y sistemas informáticos. NO decidimos sobre los requisitos a cumplir en prestaciones o subsidios. NO podemos buscar las sustituciones para el personal que deja el organismo. NO gestionamos las líneas de organización de su trabajo.
No somos autores, somos actores.
Muy a nuestro pesar, y desde la declaración de alerta sanitaria en toda España, la situación nos ha convertido en el centro del huracán a consecuencia de los ERTE.
Errores constantes en la documentación recibida para tramitar los ERTE, piedra tras piedra para los trabajadores del SEPE
La organización y la gestión de los ERTE por causa de fuerza mayor se materializó en apenas unos días. Se optó por unas líneas de acción que no han sido las apropiadas y que han tenido una gravísima consecuencia, traducida en la generación de errores contados en miles y miles. Errores que, en un alto porcentaje, han sido provocados por las empresas y/o sus gestores, a pesar de que se niegan en redondo a reconocerlo.
Dejen que les diga que ha llegado a detectarse el mismo error en la documentación de una empresa hasta 15 veces. ¿Que el sistema elegido por nuestros directivos cabezas pensantes no es ni de lejos el mejor ? Pues sí, pero a las empresas y gestorías se les han enviado unas instrucciones de actuación, bastante simples, que aun así les han parecido muy difíciles de seguir.
Valgan algunos ejemplos: DNI erróneos; nombres y apellidos cambiados; números de cuenta de entidades bancarias desaparecidas; documentos enviados “vacíos”; columnas rellenadas y, por querer poner orden y número, descuadrando los datos restantes; enviar la relación de las personas que siguen trabajando y no enviar los realmente afectados; no comunicar que el mes en curso continúan en ERTE; comunicar que han sido reincorporados a su puesto con 45 días de demora…
6.500 personas han resuelto en menos de tres meses más de 5 millones de prestaciones de ERTE
Por eso, no se equivoquen y no juzguen al personal del SEPE. Porque no somos los culpables de los resultados de la gestión de los ERTE. Cada error se ha de solventar uno por uno, con llamadas y con correos electrónicos. Una tarea titánica, de verdad.
Sin embargo, como actores, sí somos los que hemos detectado los errores, los que hemos trazado líneas de acción dentro de nuestras posibilidades para solventar uno por uno. Fíjense: uno por uno, cada error.
Y estamos hablando de unas 6.500 personas resolviendo más de 5.000.000 (¡CINCO MILLONES!) de prestaciones (por ahora). Tirando adelante, porque jamás dejamos de pensar en las consecuencias de nuestro trabajo. De nuestro trabajo depende la estabilidad de millones de hogares.
La plantilla del SEPE: haciendo teletrabajo con sus propios medios, jornadas titánicas y ni hablar de desconexión digital para tratar de llegar a tiempo
Y es porque somos muy conscientes de la situación por lo que, desde el primer momento, dentro de las oficinas, y la gran mayoría desde nuestros domicilios, nos hemos dedicado a trabajar.
A trabajar utilizando nuestros propios medios electrónicos como el ordenador, el teléfono, wifi, la luz, mobiliario, y en encierro en una habitación, dedicando muchas horas al día y todos los días de la semana.
Por si alguien lo pone en duda, recuerden que, al utilizar herramientas informáticas y electrónicas, se deja huella y rastro que puede verificar las horas de conexión. Hemos trabajado sin levantar ojos ni cabeza.
Quizá por eso no hemos visto con tiempo lo que la ciudadanía piensa del personal del SEPE. Tampoco hemos visto ni al director del SEPE, ni a la ministra de Trabajo, ni al presidente del Gobierno apoyar y dar fe del esfuerzo que está representando para este personal. Olvidados, como siempre.
Los trabajadores del SEPE, blanco de las iras de los errores de los ERTE
Los trabajadores del SEPE solo parecemos contar para ser insultados y culpabilizados de todos los males de las prestaciones por los ERTE. También quienes tienen que defendernos están permitiendo la falta de respeto del ciudadano cuando está acusándonos de vagos, de inútiles, desalmados y muchas lindezas más. Parte de la ciudadanía que está a la espera de que se abran las oficinas con atención al público y que lleva tiempo lanzando amenazas directas, que destacan por su fiereza al hablar de armas y puños.
Cobardes nos están están llamando. Y esto, ante la dejadez absoluta de nuestros dirigentes y directivos. Hiere, porque tanto la ciudadanía como ellos tienen que saber que no somos culpables de esta situación. Tras años atendiendo al público, ¿creen que no sabemos lo que es la desesperación por perder un empleo? Créanme, es algo a lo que nunca nos acostumbramos.
Prestaciones extraordinarias que han colapsado el SEPE
Tras el colapso del sistema sanitario y las residencias para mayores que vivimos en marzo, con consecuencias trágicas, el SEPE ha sido el segundo frente del coronavirus. No han tenido que lidiar con la enfermedad, pero sí con auténticos dramas familiares, efecto del parón económico.
Todas las medidas establecidas para frenar la pérdida de empleo e ingresos recaen en los funcionarios del SEPE: utilización de la figura del ERTE por causa de fuerza mayor como el ERTE de Coronavirus; sustracción contradictoria sobre el cambio en el cómputo de las prestaciones para tramitarlas "sin hijos a cargo"...y posterior rectificación de que se reconocerían los hijos "de oficio" en la prestación por ERTE; aprobación del subsidio extraordinario para empleadas del hogar; procedimiento para el subsidio excepcional para trabajadores temporales y medidas extraordinarias para los trabajadores fijos discontinuos.
Obstáculos a los que se ha enfrentado la plantilla del SEPE para afrontar la sobrecarga de trabajo
Sin embargo, la aprobación imparable de decretos cuya tramitación caía en el SEPE no ha ido acompañada del cuidado de la plantilla que ya hay y de su refuerzo. Recordamos algunos de los principales problemas que han denunciado los trabajadores del SEPE a través de USO: el SEPE exigió una declaración jurada de no estar contagiado por coronavirus al personal interino que iba a acceder a la plantilla como refuerzo…Declaración que se retiró por las presiones de USO.
Los refuerzos se incorporaron tarde y menos trabajadores de los acordados y el SEPE planteó un retorno a las oficinas diferente a los criterios de Sanidad sobre la desescalada.
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