Una resolución de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha dictaminado que el Servicio Cántabro de Salud "no realizó una correcta elección de los equipos de protección individual (mascarillas FFP2) puestos a disposición del personal sanitario", en respuesta a una denuncia interpuesta por el Sector de Sanidad de la Federación de Empleados de los Servicios Públicos (FeSP) de UGT.
La propia resolución de la Inspección de Trabajo aclara que, tras la denuncia del sindicato y comprobar la documentación solicitada al propio Servicio Cántabro de Salud, se trasladó a éste una propuesta de requerimiento de subsanación de deficiencias y "la imposición de medidas correctoras de incumplimientos en materia de prevención de riesgos laborales".
La Inspección de Trabajo recuerda al respecto que la normativa legal sobre la prevención de riesgos laborales en el ámbito de la Administración General del Estado obliga a una adecuada verificación de la conformidad de los equipos de protección individual y que "dicha verificación se llevará a cabo en el momento de la elección de los equipos y, por tanto, con carácter previo a su puesta a disposición de los trabajadores".
La resolución responde a la queja presentada por el sindicato a través de su responsable regional de Sanidad, José María Fernández, que ya denunció el pasado 29 de abril al Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST) y a la Consejería de Sanidad la distribución de equipos de protección individual no adecuados y sin la homologación exigida para la labor sanitaria, aunque estos dos organismos públicos se declararon no competentes para responder a la demanda del sindicato e instaron a que éste lo hiciera a la Inspección de Trabajo.
Sin control previo de EPIs
Poco después, UGT denunció a la Inspección de Trabajo el 5 de junio "la ausencia de cualquier control previo sobre la idoneidad de los equipos de protección individual en el Servicio Cántabro de Salud, a lo que se añade que no hay ningún tipo de política común ni coordinación en la gestión de los mismos".
La propia denuncia de UGT criticaba, en referencia a todos los equipos de protección individual aunque la Inspección de Trabajo sólo alude a las mascarillas, que "se está poniendo a disposición de los trabajadores una amalgama y variopinta variedad de equipos de protección adquiridos por distintos organismos o agentes y que proceden de distintos proveedores".
Por ello, el Sector de Sanidad de UGT reclamaba "medidas organizativas, materiales y personales suficientes para que se lleve a cabo un control efectivo de la idoneidad de todos los equipos de protección individual antes de su utilización por los trabajadores".
La propia resolución de la Inspección de Trabajo aclara que, tras la denuncia del sindicato y comprobar la documentación solicitada al propio Servicio Cántabro de Salud, se trasladó a éste una propuesta de requerimiento de subsanación de deficiencias y "la imposición de medidas correctoras de incumplimientos en materia de prevención de riesgos laborales".
La Inspección de Trabajo recuerda al respecto que la normativa legal sobre la prevención de riesgos laborales en el ámbito de la Administración General del Estado obliga a una adecuada verificación de la conformidad de los equipos de protección individual y que "dicha verificación se llevará a cabo en el momento de la elección de los equipos y, por tanto, con carácter previo a su puesta a disposición de los trabajadores".
La resolución responde a la queja presentada por el sindicato a través de su responsable regional de Sanidad, José María Fernández, que ya denunció el pasado 29 de abril al Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST) y a la Consejería de Sanidad la distribución de equipos de protección individual no adecuados y sin la homologación exigida para la labor sanitaria, aunque estos dos organismos públicos se declararon no competentes para responder a la demanda del sindicato e instaron a que éste lo hiciera a la Inspección de Trabajo.
Sin control previo de EPIs
Poco después, UGT denunció a la Inspección de Trabajo el 5 de junio "la ausencia de cualquier control previo sobre la idoneidad de los equipos de protección individual en el Servicio Cántabro de Salud, a lo que se añade que no hay ningún tipo de política común ni coordinación en la gestión de los mismos".
La propia denuncia de UGT criticaba, en referencia a todos los equipos de protección individual aunque la Inspección de Trabajo sólo alude a las mascarillas, que "se está poniendo a disposición de los trabajadores una amalgama y variopinta variedad de equipos de protección adquiridos por distintos organismos o agentes y que proceden de distintos proveedores".
Por ello, el Sector de Sanidad de UGT reclamaba "medidas organizativas, materiales y personales suficientes para que se lleve a cabo un control efectivo de la idoneidad de todos los equipos de protección individual antes de su utilización por los trabajadores".
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