El Gobierno de Cantabria, a través del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), ha firmado un convenio de colaboración con la Cocina Económica para que esta entidad, regentada por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, siga desarrollando en su centro de día en Santander un programa con capacidad para atender entre 25 y 30 personas en riesgo de exclusión social con una atención cercana y continua.
Tras rubricar el acuerdo por el que el ICASS aporta 30.000 euros, la vicepresidenta y consejera de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social, Eva Díaz Tezanos, y la directora de la Cocina Económica, Sor Clara Gallego, han subrayado la importancia de llevar a cabo políticas y proyectos que garanticen una atención integral a las personas adultas en situación de riesgo o exclusión social por enfermedad mental y por su situación socioeconómica en todas sus dimensiones, "con calidad humana y profesional".
Tal y como ha explicado la vicepresidenta, "es importante colaborar con este tipo de entidades para dar una mejor respuesta a las necesidades de las personas que están en situación de vulnerabilidad porque son fundamentales en la red de apoyo que prestan desde hace muchos años a personas que no tienen recursos ni apoyos familiares".
Díaz Tezanos ha considerado fundamental el trabajo que desarrollan las Hijas de la Caridad en los 110 años de historia de la Cocina Económica de Santander, "mejorando la vida de muchas personas gracias a un trabajo integral y adaptándose a los cambios que se han producido en la sociedad sin dejar de dar respuesta a las personas que acuden a sus instalaciones en busca de todo tipo de ayudas".
Por su parte, la directora de la Cocina Económica, Sor Clara Gallego, ha destacado la importancia que tiene este convenio para impulsar el programa de centro de día que la Cocina Económica había puesto en marcha el año pasado para atender a las personas que necesitan una atención más específica y que se encontraba en riesgo de llegar a su fin por falta de recursos económicos.
"Con esta ayuda se garantiza la continuidad de un proyecto muy importante que confiamos que sirva para ayudar a personas que sufren problemas de adicciones o de salud mental o ambas cosas al mismo tiempo", ha manifestado Gallego.
El programa cuenta con dos integradoras sociales para desarrollar actividades de habilidades sociales, entrenamiento de la memoria, adaptación al medio y al entorno, tolerancia en las relaciones sociales, actividades físicas y salidas socioculturales. También incluyen actividades de manualidades y de formación académica.
Así, se desarrollará en coordinación y bajo la supervisión del ICASS con el fin de promover actividades de atención a personas en situación de vulnerabilidad social con programas de estimulación cognitiva, psicoeducación, actividades básicas de la vida diaria, desarrollo personal y ajuste emocional, habilidades personales y sociales, vida comunitaria, social y cívica, mantenimiento de la actividad física e intervención psicológica.
Todas estas medidas pretenden fomentar una continuidad de cuidados que cubra las necesidades psicosociales de las personas beneficiarias, facilitar la permanencia en el entorno social y desarrollar redes de apoyo social.
También buscan recuperar el contacto del usuario con la familia; mejorar su calidad de vida, favorecer la adherencia al tratamiento, y detectar personas con trastorno mental grave que puedan estar fuera de la red sanitaria.
Igualmente, tiene el propósito de recuperar habilidades o paliar el deterioro relacionado con el curso evolutivo de la enfermedad, trabajar de manera específica las conductas adictivas, como el consumo de tóxicos o la ludopatía, y dotar de recursos personales para el manejo emocional y grupal.
En la firma del convenio también han estado presentes la directora general del ICASS, Felisa Lois, y la directora técnica de la Cocina Económica, Evelia Cantera.
Tras rubricar el acuerdo por el que el ICASS aporta 30.000 euros, la vicepresidenta y consejera de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social, Eva Díaz Tezanos, y la directora de la Cocina Económica, Sor Clara Gallego, han subrayado la importancia de llevar a cabo políticas y proyectos que garanticen una atención integral a las personas adultas en situación de riesgo o exclusión social por enfermedad mental y por su situación socioeconómica en todas sus dimensiones, "con calidad humana y profesional".
Tal y como ha explicado la vicepresidenta, "es importante colaborar con este tipo de entidades para dar una mejor respuesta a las necesidades de las personas que están en situación de vulnerabilidad porque son fundamentales en la red de apoyo que prestan desde hace muchos años a personas que no tienen recursos ni apoyos familiares".
Díaz Tezanos ha considerado fundamental el trabajo que desarrollan las Hijas de la Caridad en los 110 años de historia de la Cocina Económica de Santander, "mejorando la vida de muchas personas gracias a un trabajo integral y adaptándose a los cambios que se han producido en la sociedad sin dejar de dar respuesta a las personas que acuden a sus instalaciones en busca de todo tipo de ayudas".
Por su parte, la directora de la Cocina Económica, Sor Clara Gallego, ha destacado la importancia que tiene este convenio para impulsar el programa de centro de día que la Cocina Económica había puesto en marcha el año pasado para atender a las personas que necesitan una atención más específica y que se encontraba en riesgo de llegar a su fin por falta de recursos económicos.
"Con esta ayuda se garantiza la continuidad de un proyecto muy importante que confiamos que sirva para ayudar a personas que sufren problemas de adicciones o de salud mental o ambas cosas al mismo tiempo", ha manifestado Gallego.
El programa cuenta con dos integradoras sociales para desarrollar actividades de habilidades sociales, entrenamiento de la memoria, adaptación al medio y al entorno, tolerancia en las relaciones sociales, actividades físicas y salidas socioculturales. También incluyen actividades de manualidades y de formación académica.
Así, se desarrollará en coordinación y bajo la supervisión del ICASS con el fin de promover actividades de atención a personas en situación de vulnerabilidad social con programas de estimulación cognitiva, psicoeducación, actividades básicas de la vida diaria, desarrollo personal y ajuste emocional, habilidades personales y sociales, vida comunitaria, social y cívica, mantenimiento de la actividad física e intervención psicológica.
Todas estas medidas pretenden fomentar una continuidad de cuidados que cubra las necesidades psicosociales de las personas beneficiarias, facilitar la permanencia en el entorno social y desarrollar redes de apoyo social.
También buscan recuperar el contacto del usuario con la familia; mejorar su calidad de vida, favorecer la adherencia al tratamiento, y detectar personas con trastorno mental grave que puedan estar fuera de la red sanitaria.
Igualmente, tiene el propósito de recuperar habilidades o paliar el deterioro relacionado con el curso evolutivo de la enfermedad, trabajar de manera específica las conductas adictivas, como el consumo de tóxicos o la ludopatía, y dotar de recursos personales para el manejo emocional y grupal.
En la firma del convenio también han estado presentes la directora general del ICASS, Felisa Lois, y la directora técnica de la Cocina Económica, Evelia Cantera.
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