La presidenta del Partido Popular, María José Sáenz
de Buruaga ha valorado las dimisiones del gerente del Servicio Cántabro
de Salud (SCS), y del subdirector de Gestión del SCS, que según ha
subrayado suponen la confirmación y el reconocimiento “por parte de la
cúpula directiva de nuestra Sanidad Pública de esas graves
irregularidades en la contratación denunciadas por el Partido Popular”.
A pesar de la actitud de la consejera de Sanidad que en todo momento
ha tratado, primero de ocultar el asunto, y después de minimizarlo, para
Buruaga se demuestra que “aquí no había ninguna novela, aquí no había
ninguna cacería, ni ninguna conspiración, lo que hay son hechos y
pruebas”. Una denuncia fundada que “a día de hoy ninguna de las personas
implicadas ha sido capaz de aclarar y mucho menos igual de desvirtuar o
rebatir”.
Siendo evidente que la única salida para ambos cargos era el cese o
la dimisión, la presidenta del Partido Popular advierte de que esto no
es suficiente, “esto no acaba aquí”. Y es que según ha explicado, todo
parece indicar que la consejera lo que pretende con estas dimisiones “es
poner en bandeja al presidente Revilla las cabezas de dos altos cargos
para dar cerrojazo, para poner punto y final a este asunto”, y con ello
salvar su cabeza y seguir al frente de la Consejería.
“Se equivoca porque esto no termina aquí”, afirma Buruaga, que ha
explicado que el Partido Popular seguirá investigando unas
irregularidades “que son la punta del iceberg”. Con estos ceses, la
presidente del PP considera que la consejera Real lejos de quedar
exculpada se ve en una situación que agrava su responsabilidad, “es la
que nombra, la que mantuvo y la que ha respaldado a estos altos cargos
directamente implicados en estas irregularidades”. Por ello, la única
salida digna que tiene es la de dimitir. “Con sus comportamientos desde
el mes de febrero ha ligado su suerte y su destino al de estos dos altos
cargos”.
Junto a todo ello, Buruaga ha hecho un llamamiento al presidente de
Cantabria, que según ha subrayado debe tomarse en serio este asunto.
“Que abandone la hipocresía en la que vive, que deje de dar la espalda a
la realidad”, y en definitiva que ataje el que para la presidenta del
PP tiene todos los visos de ser el primer escándalo de corrupción del
gobierno Revilla. “Debe pensar si los cántabros nos merecemos una
consejera que cuando hay una denuncia así la entierra”.
En definitiva, para la presidenta del PP, la consejera de Sanidad
tiene que asumir de una vez por todas sus responsabilidades políticas en
este asunto y el presidente de Cantabria, pedirlas, “tiene que
exigirlas de la misma manera que hacen los dos con todos los demás”,
concluyó.
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