El Sector de Seguridad Privada de la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC) de UGT instó hoy al Ayuntamiento de Santander a contratar vigilantes de seguridad para respaldar a la policía local en el control de aforo y el distanciamiento social de las playas de la ciudad este verano y no recurrir a “otras fórmulas alternativas que no tendrían los mismos niveles de seguridad y de garantía para los ciudadanos”.
Según precisa el responsable regional de Seguridad Privada de UGT, Alberto González, “no tendría sentido que no fueran profesionales de la seguridad privada los que se encarguen de colaborar y complementar la vigilancia de la policía local, cuando la propia Ley de Seguridad Privada y el Ministerio del Interior les habilita específicamente para ello, tal y como ha sucedido durante el Estado de Alarma y en todas sus fases de desescalada”.
“Sólo los vigilantes de seguridad cuentan con la formación y capacitación profesional adecuadas y avaladas por el Ministerio del Interior, se rigen por un convenio colectivo que garantiza sus condiciones laborales y están autorizados legalmente para la prevención de infracciones administrativas con la protección jurídica que les otorga la ley”, agrega González.
El responsable regional de Seguridad Privada de UGT en Cantabria puntualiza que “la propia Ley de Seguridad Privada regula con todo detalle los requisitos de autorización y prestación de servicios en los espacios públicos de manera subsidiaria a las de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otros colectivos policiales”, por lo que “no sería aceptable que una Administración pública lo obvie y se decante por otras opciones más baratas pero menos fiables”.
Más legal, lógico y beneficioso para el turismo
“Contar con un servicio profesional de seguridad privada para controlar el aforo y el distanciamiento social en un espacio público como las playas es lo que estipula la normativa vigente, la opción más lógica y segura y la más recomendable para que el sector turístico genere la necesaria confianza en los visitantes”, subraya el sindicalista.
González criticó la posibilidad de que “no se recurra a la contratación de vigilantes de seguridad para la vigilancia de las playas de Santander este verano, cuando siempre han sido los encargados de hacerlo con éxito en espacios públicos y semipúblicos” y recordó que “poco sentido tendrían los halagos a estos profesionales por su labor encomiable en el período de confinamiento si ahora se les descarta por una mera cuestión de ahorro presupuestario”.
Según precisa el responsable regional de Seguridad Privada de UGT, Alberto González, “no tendría sentido que no fueran profesionales de la seguridad privada los que se encarguen de colaborar y complementar la vigilancia de la policía local, cuando la propia Ley de Seguridad Privada y el Ministerio del Interior les habilita específicamente para ello, tal y como ha sucedido durante el Estado de Alarma y en todas sus fases de desescalada”.
“Sólo los vigilantes de seguridad cuentan con la formación y capacitación profesional adecuadas y avaladas por el Ministerio del Interior, se rigen por un convenio colectivo que garantiza sus condiciones laborales y están autorizados legalmente para la prevención de infracciones administrativas con la protección jurídica que les otorga la ley”, agrega González.
El responsable regional de Seguridad Privada de UGT en Cantabria puntualiza que “la propia Ley de Seguridad Privada regula con todo detalle los requisitos de autorización y prestación de servicios en los espacios públicos de manera subsidiaria a las de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otros colectivos policiales”, por lo que “no sería aceptable que una Administración pública lo obvie y se decante por otras opciones más baratas pero menos fiables”.
Más legal, lógico y beneficioso para el turismo
“Contar con un servicio profesional de seguridad privada para controlar el aforo y el distanciamiento social en un espacio público como las playas es lo que estipula la normativa vigente, la opción más lógica y segura y la más recomendable para que el sector turístico genere la necesaria confianza en los visitantes”, subraya el sindicalista.
González criticó la posibilidad de que “no se recurra a la contratación de vigilantes de seguridad para la vigilancia de las playas de Santander este verano, cuando siempre han sido los encargados de hacerlo con éxito en espacios públicos y semipúblicos” y recordó que “poco sentido tendrían los halagos a estos profesionales por su labor encomiable en el período de confinamiento si ahora se les descarta por una mera cuestión de ahorro presupuestario”.
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