El consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria, ha afirmado hoy que Carnicerías Quintana, de Cabezón de la Sal, es "el ejemplo" del modelo que "nos gustaría extender en nuestra industria agroalimentaria".
"Cerrar el círculo, desde la producción, pasando por la transformación y llegando a la comercialización" supone, en opinión de Oria, "dar valor añadido al producto" y esa ha de ser, asegura el consejero, la "línea a seguir".
Asimismo, durante la visita a la Sala de Transformación de Quintana, ubicada en la planta superior de la carnicería del centro de Cabezón de la Sal, Jesús Oria ha señalado también la apuesta que esta empresa hace por una raza autóctona como la tudanca, que ha tomado "gran dimensión también en el mundo de la restauración, no solo dentro de Cantabria, sino también, de la mano de nuestros grandes cocineros, fuera de la Comunidad Autónoma".
En la visita el consejero ha estado acompañado por el responsable de la empresa, Manuel Quintana; el alcalde, Victor Reinoso, y los directores generales de Pesca y Alimentación, Marta López; de Ganadería y Desarrollo Rural, Miguel Ángel Cuevas, y de la Oficina de Calidad Alimentaria (ODECA), Fernando Mier.
Esta empresa familiar con más de 50 años de experiencia en el sector es un referente en el mundo de la tudanca. Trabajan productos frescos, salazones y embutidos, todos aptos para su consumo por celíacos.
El responsable de la empresa explica que, entre sus nuevos proyectos, se encuentra la elaboración de cecina de Tudanca, que, tras las pertinentes pruebas, podría ser realidad para el año próximo.
En la actualidad cuenta con 10 empleados. Además de la venta en carnicería, su servicio está muy orientado a la distribución a hostelería, con restaurantes que demandan carne con hasta 60 días de maduración que ellos mismos realizan, tal y como explica Manuel Quintana, en sus instalaciones de Cabezón de la Sal.
Quintana cuenta con ganadería y cebadero propio en El Turujal, Valdáliga, que actualmente cuenta con 150 animales, señala Quintana. En 2018 sacrificaron 520 cabezas de ganado. De esta forma, garantizan la trazabilidad del animal desde su alimentación, transporte, despiece, corte y elaboración de carnes y embutidos.
"Cerrar el círculo, desde la producción, pasando por la transformación y llegando a la comercialización" supone, en opinión de Oria, "dar valor añadido al producto" y esa ha de ser, asegura el consejero, la "línea a seguir".
Asimismo, durante la visita a la Sala de Transformación de Quintana, ubicada en la planta superior de la carnicería del centro de Cabezón de la Sal, Jesús Oria ha señalado también la apuesta que esta empresa hace por una raza autóctona como la tudanca, que ha tomado "gran dimensión también en el mundo de la restauración, no solo dentro de Cantabria, sino también, de la mano de nuestros grandes cocineros, fuera de la Comunidad Autónoma".
En la visita el consejero ha estado acompañado por el responsable de la empresa, Manuel Quintana; el alcalde, Victor Reinoso, y los directores generales de Pesca y Alimentación, Marta López; de Ganadería y Desarrollo Rural, Miguel Ángel Cuevas, y de la Oficina de Calidad Alimentaria (ODECA), Fernando Mier.
Esta empresa familiar con más de 50 años de experiencia en el sector es un referente en el mundo de la tudanca. Trabajan productos frescos, salazones y embutidos, todos aptos para su consumo por celíacos.
El responsable de la empresa explica que, entre sus nuevos proyectos, se encuentra la elaboración de cecina de Tudanca, que, tras las pertinentes pruebas, podría ser realidad para el año próximo.
En la actualidad cuenta con 10 empleados. Además de la venta en carnicería, su servicio está muy orientado a la distribución a hostelería, con restaurantes que demandan carne con hasta 60 días de maduración que ellos mismos realizan, tal y como explica Manuel Quintana, en sus instalaciones de Cabezón de la Sal.
Quintana cuenta con ganadería y cebadero propio en El Turujal, Valdáliga, que actualmente cuenta con 150 animales, señala Quintana. En 2018 sacrificaron 520 cabezas de ganado. De esta forma, garantizan la trazabilidad del animal desde su alimentación, transporte, despiece, corte y elaboración de carnes y embutidos.
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